HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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¿Ni la cárcel lo detiene? El Negro Ober todavía coordina extorsiones desde su celda en La Picota

Ober Ricardo Martínez, alias El Negro Ober, no se cansa de desafiar a las autoridades. Un reciente operativo del Gaula desmanteló una facción de los denominados Rastrojos Costeños y encontró que el hombre, pese a estar condenado, continúa liderando las extorsiones de ese grupo criminal.

“Mañana no quiero errores con mi dinero al medio día. Le agradezco, porque sino… bueno pues. Qué descanse, hermano, no tengo nada más que decirle, Dios lo bendiga”, se escucha en un video extorsivo que grabó el propio Ober desde la prisión.

El Gaula de la Policía y la Fiscalía, durante seis meses, le siguieron la pista a las llamadas extorsivas que recibían algunos comerciantes de barranquilla. El levantamiento de las pesquisas terminó en la captura de 9 presuntos miembros de los Rastrojos Costeños, todos, al parecer, estaban bajo el mando del “Negro Ober”.

De acuerdo con la investigación, “El Negro Ober” –para evadir el accionar de las autoridades– enviaba emisarios hasta los sectores comerciales de Barranquilla y allí entregaban panfletos amenazantes y celulares.

Allí, se identificaba como el “Comandante Sombra” y exigía dinero a sus víctimas para no atentar contra sus vidas, la de sus familias, empleados o el establecimiento comercial.

Los capturados quedaron a disposición de la Fiscalía y se le imputarán los delitos de concierto para delinquir, extorsión y tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, municiones y explosivos. Mientras que Ober, quien ya paga una condena, sigue siendo un dolor de cabeza para las autoridades.

“(El Negro Ober) Es una preocupación permanente para la Policía Nacional, especialmente para el Gaula, por eso lo seguimos asediando y allanando”, manifestó el coronel Elver Alfonso, director del Gaula de la Policía Nacional.

Ober ya cumple una condena de cerca de 50 años por los delitos de concierto para delinquir, extorsión, terrorismo, homicidio y tráfico y porte ilegal de armas de fuego. Es un preso problemático que ha sido trasladado de varias cárceles y, actualmente, está recluido en La Picota de Bogotá.

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