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Joven que chocó contra un toro no aguantó los golpes y murió
Alexis José Saavedra Márquez, de 26 años de edad, cuarto de ocho hermanos perdió la vida tras chocar su moto contra un toro que se le atravesó.
Sus familiares aseguran que la muerte de la víctima se produjo por negligencia médica, teniendo en cuenta que en el centro de salud de Guachaca no le brindaron la atención requerida.
Después de permanecer tres días recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Bahía, médicos especialistas de esta área confirmaron la muerte de Alexis José Saavedra Márquez, de 26 años de edad.
Los médicos especialistas que lo atendieron dieron a conocer que pese a los procedimientos quirúrgicos a los que fue sometido y también a los cuidados que le tenían, un paro cardiorrespiratorio le arrebató la vida.
“El paciente llegó con politraumatismos en sus piernas y brazos, también un trauma craneoencefálico severo y laceraciones”, dieron a conocer fuentes internas del mencionado centro asistencial.
Conocido el deceso, funcionarios de la unidad móvil de criminalística de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta adelantaron la inspección técnica del cadáver y posteriormente lo llevaron a la morgue de Medicina Legal.
EL ACCIDENTE
De acuerdo con la información que logró conocer esta casa periodística, el trágico accidente de tránsito se registró en la madrugada del domingo 14 de mayo, Día de las Madres, cuando la víctima se transportaba en una motocicleta y a la altura de la vereda Puerto Nuevo, un toro se le atravesó en la vía.
Tras el fuerte impacto con el animal, Saavedra Márquez salió expulsado de su automotor y cayó abruptamente contra el pavimento, en donde quedó inconsciente y con heridas de consideración en diferentes partes de su cuerpo.
Por lo anterior, fue socorrido por personas que en ese momento transitaban por la zona y de inmediato lo llevaron hasta la sala de urgencias del centro de salud del corregimiento de Guachaca, allí, según sus familiares, no le brindaron la atención requerida.
“Las supuestas enfermeras que estaban en turno, que parecían más practicantes, no sabían qué hacerle; tuvieron que llamar a una doctora para que les explicara vía telefónica. Allí no había bala de oxígeno ni mucho menos cuello ortopédico, nosotros tuvimos que trasladarlo en una vans y a mitad de camino fue la ambulancia lo recogió”, dijo un hermano de la víctima.
El cuerpo sin vida del joven fue entregado a sus familiares, quienes le dieron cristiana sepultura en un campo santo ubicado en jurisdicción de Guachaca, área rural de Santa Marta.
