HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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ICA capacita sobre bioseguridad a niños samarios

Los niños adquieren una comprensión clara de la existencia de enfermedades que afectan tanto a aves como a seres humanos.

Alrededor de 60 niños  del jardín Aeiotù Ciudad de la Alegría, en el barrio Timayui de Santa Marta, recibieron una socialización por parte del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, sobre las medidas de bioseguridad y la importancia de la notificación de enfermedades. Todo esto, con el objetivo de motivarlos para que transmitan la información a sus padres y a quienes los rodean.

El enfoque principal fue la protección de la sanidad avícola del país contra enfermedades de control oficial, como la Influenza Aviar (IA) y Newcastle. Estas enfermedades no solo afectan económicamente a nivel nacional, sino que también representan un riesgo para la salud animal y humana.

Los participantes adquirieron una comprensión clara de la existencia de enfermedades zoonóticas que afectan tanto a aves como a seres humanos. La prevención y control de estas enfermedades se destacan como medidas esenciales durante la actividad, así como la implementación de prácticas de bioseguridad para garantizar una producción avícola segura y alineada con las normativas establecidas.

En el Magdalena, el ICA lleva a cabo actividades de comunicación del riesgo en colegios y empresas, como parte de un esfuerzo continuo. Estas actividades se centran en la concientización sobre la importancia de proteger la seguridad alimentaria del país.

La iniciativa busca involucrar a la comunidad en la adopción de prácticas que contribuyan a un entorno productivo y saludable.

‘La Ciudad de la Alegría’ es el jardín de primera infancia más grande del país, con un área de construcción de 8.000 metros cuadrados, donde están construidos 12 bloques que fueron imaginados y materializados por el arquitecto barranquillero Giancarlo Mazzanti y construido en uno de los sectores más empobrecidos de la capital del Magdalena.

La estructura de “Ciudad de la Alegría” se inspira en los bohíos de los indígenas Arhuacos que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta a propósito, para que los habitantes de Timayui se identifiquen con ella.

Fue escogido entre 850 proyectos de todo el mundo como uno de los ocho más sostenibles por su arquitectura modular que permite un ideal bioclimático, al usar una ventilación natural que contribuye con el cuidado del medio ambiente.

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