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MinTransporte no descarta reubicación del aeropuerto

El futuro del crecimiento estructural del aeropuerto Internacional Simón Bolívar sigue siendo incierto, no obstante, la terminal aérea, antes de las crisis de Viva Air y Ultra Air mostró cifras de un importante tráfico de pasajeros y un aumento significativo de las operaciones. Según la concesión Aeropuertos de Oriente, sólo en el 2022 fueron movilizados más de 3.829.242 usuarios, un incremento del 44% con relación al 2021.

Al corte del 31 de diciembre del año anterior, de acuerdo con el Plan Maestro, se contemplaba la movilización de 2.4 millones de pasajeros, pero en la realidad es que se superó la cifra con 1.4 millones sobre lo establecido, esto corresponde a 10 mil 600 personas diarias, aproximadamente, lo que significa un atiborramiento en salas y pasillos.

Ante este panorama ha habido una postura, incluso contemplada por la autoridad nacional de aviación, que establece que las locaciones deben ser sometidas a un proceso de ampliación, que responda a las necesidades permanentes por la carencia de espacios.

Adicional a esto, se ha puesto sobre el tapete la urgente extensión de la pista bajo los estándares internacionales, no obstante, la crítica ha sido sobre las coordenadas, si debe ser sobre la zona de playa o hacia el mar, ahí en particular, no se ponen de acuerdo.

A propósito, hace dos años la Aerocivil defendió el proyecto de la ampliación de la pista para el despegue y aterrizaje, confirmando que la iniciativa estuvo convenida en tres fases y que fue proyectada con un valor total de los $245 mil millones de pesos, con un posible tiempo de entrega en el año 2050, fecha en la que el aeropuerto podrá atender a visitantes internacionales con una capacidad de 7.3 millones de pasajeros por año y unas 52.500 operaciones anuales.

Para julio de 2021 el proyecto estaba en la etapa de consultoría, a cargo de la unión temporal ‘UTE Simón Bolívar’, conformada por las empresas españolas Ineco e Ivicsa, que tendrían como tarea conceptualizar si la prolongación de la pista se podría dar hacia al sur, ganando terrenos sobre el mar con obras de relleno, espolones y enrocados que al tiempo servirán de protección, logrando pasar de 1.700 metros a 2.040 metros de pavimento, además, reconstruyendo con 70 mil metros cúbicos de arena en las playas que podrían afectarse con las obras.

Por otro lado, antagónicamente están los que piensan que el aterrizaje de aviones del casco urbano de Santa Marta, y llevarlo a la Zona Bananera, por ejemplo. Uno de ellos es el concejal Enrique González, quien ratificó que la eventual cercanía entre ‘los pájaros de acero’ y las personas, son causales de siniestros que les cobran vida a personas que nada tienen que ver con la operación del aeropuerto ni con los mismos vuelos.

“Esa es una gran discusión, dado al primer incidente que se presentó en 2007, donde un avión de Aerorepública se salió de la pista y aterrizó en el mar, y el más reciente que ocurrió en octubre de 2022, donde falleció un niño. Es una situación que lleva a repensar que la terminal está mal ubicada, sin olvidar que tuvo una remodelación entre 2017 y 2019. En 2007 tuvo una certificación internacional, entre comillas, porque la pista tiene una longitud muy corta y eso imposibilita que aviones de carga aterricen y pueda ser mejor usado el aeropuerto”, aseguró González.

Teniendo en cuenta la marcada división, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes González, en su visita a la ciudad volvió a tocar el tema sobre la suerte de la terminal aérea, y aunque no hubo una posición sin titubeos, el alto funcionario dejó la puerta abierta para que se piense en trasladar el mobiliario, hacia otro sitio como ha ocurrido en otras regiones del país.

“Este aeropuerto se quedó corto, pero la posibilidad de ampliar este mismo es una dificultad muy grande, hay varias iniciativas que están en camino y eso es lo que le he propuesto al sector privado y gremial de la ciudad, que nos sentemos a conversar. Así como en el caso entre Cartagena y Barranquilla hay un proyecto muy avanzado, que es el de Bazurca, aquí hay quienes están promoviendo un aeropuerto no sobre el mar, porque los costos serían muy complejos, sino hacia dentro de Ciénaga”, expresó Reyes.

Mientras esta discusión sigue creando zanjas, el aeropuerto se sigue quedando corto ante los miles de desafíos que comporta estar en uno de los principales destinos turísticos de Colombia.

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