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Por: Mónica Pimienta Medrano
El Día del Padre es una fecha especial en Colombia como sucede en muchos países latinos, los cuales acogieron esta festividad por iniciativa de Estados Unidos en el año 1924, con base en la propuesta de Sonora Smart Dodd -hija de un soldado veterano de la Guerra Civil estadounidense- quien quiso reconocer el valiente trabajo de su padre, al educar a seis hijos solo, pues su esposa murió dando a luz a su sexto hijo.
Por eso, en esta fecha especial se le rinde un homenaje a los padres y abuelos como el señor Domingo Enrique Torrente Llerena, quien a sus 83 años tiene la dicha de tener cinco hijos y siete nietos, quienes con sus visitas y llamadas telefónicas lo hacen feliz.
El Día del Padre es una fecha no solo para honrar a nuestros progenitores, sino a todos los hombres que actúan como figura paternal.
Hoy, celebramos a los padres, a los tíos, a los abuelos y padrastros, y en general a la figura paterna del hogar, ya que todos son acreedores a que se les celebre el Día del Padre.
El señor Domingo Enrique Torrente Llerena, nació en la ciudad de Cartagena, pero desde hace 60 años vive en Santa Marta, llegó a administrar uno de los almacenes Siar antes de que desaparecieran del mercado, en ese tiempo conoció a la samaria Margarita Armenta (q.e.p.d.), quien se convirtió en su esposa y con ella conformó su familia, al tiempo que administraban su propio almacén, hoy bajo el nombre de ‘Stilos y Decoraciones’.
Este notable padre y abuelo, tiene cinco hijos: Jorge Enrique, Juan Carlos, Eduardo, Marta Cecilia y Margarita Rosa Torrente Armenta, y siete nietos: Eduardo José Torrente Salazar, Juan Camilo Torrente Uribe, Daniel Solano Torrente, Natalia Jhonson Torrente, Samuel Torrente Salazar, Paola Andrea Torrente Uribe y Luis Felipe Torrente González, quienes hoy son su orgullo y motivación para seguir cuidando de su salud y bienestar.
“Ser papá y abuelo es una doble bendición, porque lo mejor de la vida es tener familia. Me siento muy contento cuando departo con mi familia, sobre todo cuando hablo con mis hijos, la mayoría de ellos viven en otras ciudades, pero están atentos de mi y me llaman seguidamente”, manifestó don Domingo a HOY DIARIO DEL MAGDALENA.
Este cariñoso abuelo manifestó que dentro de las posibilidades y las circunstancias, acostumbra a reunirse en las fechas especiales con sus hijos, y con quien más tiene la oportunidad de hacerlo es con Eduardo Torrente Armenta, quien vive en Santa Marta y asumió con orgullo el legado comercial de sus padres.
“A mis hijos yo les inculqué el cumplimiento de los compromisos que se adquirían. La responsabilidad ante todo y la seriedad”, dice con mucha propiedad el señor Domingo Torrente, que a pesar de que toda su vida fue un hombre muy trabajador, sacaba tiempo para impartirles una buena educación a sus hijos.
Y por ello, con base en lo anterior, sostiene que las nuevas generaciones que existen en estos momentos, es una preocupación para el país, porque ellos están haciendo las cosas diferentes, sin tener en cuenta que lo primordial es vivir en Paz.
Además de dedicarse a forjar una familia con principios y valores, el señor Domingo Torrente Llerena, es socio fundador del Club de Leones en Santa Marta, y llegó hacer gobernador de esta agremiación.
Además de ser un buen padre, antes de pensionarse, le gustaba ayudar a los más necesitados, liderando brigadas sociales en el citado Club de Leones y en esta labor lo acompañaban con mucho agrado sus hijos. También fue policía cívico.
Así mismo, el señor Domingo formó parte de la Junta Directiva de Fenalco seccional por muchos años, y del Consejo Regional del Sena, cuando La Guajira dependía del departamento del Magdalena.
Su hijo, Eduardo Torrente, asegura que su padre siempre fue muy especial con sus hijos, y ahora que está gozando de su retiro laboral, ha entrado en la onda de convertirse en un abuelo cariñoso con sus nietos.
“Mi papá fue una persona responsable con sus hijos en la educación. Estuvo siempre pendiente de nosotros, nos daba muy buenos consejos, hecho que le agradecemos de corazón, porque mis padres trabajaron hasta hace pocos años y sacaban tiempo de sus obligaciones laborales para estar pendientes de la familia”, manifestó con mucho orgullo Eduardo Torrente Armenta, quien este domingo 20 de junio, Día del Padre, se dispone a visitar a su papá para darle un gran abrazo y desearle lo mejor.
Celebrar el Día del Padre, es la renovación del compromiso y la responsabilidad que conlleva la paternidad. Se vive más intensamente, a partir de que uno es padre, porque uno nace siendo hijo y tener los propios es una decisión que parte de la voluntad y el amor.