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Estas deudas, que aumentan día a día, hacen que la atención a los pacientes sea cada vez más restringida y que el acceso a un servicio oportuno y de calidad sea una odisea.
La deuda de las Empresas Promotoras de Salud (EPS), con las clínicas y hospitales públicos del país ascendió a 7,3 billones de pesos, la más alta en en los últimos 18 años, y la ausencia de pago se está viendo refelajada en la crisis por la que atraviesa el sistema nacional de salud.
Así está consignado en el más reciente informe del colectivo Alianza Somos 14+1, que agrupa a igual número de clínicas y hospitales públicos de Medellín y Antioquia, en el que además se plantean varias medidas que podrían ayudar a solucionar la crisis del sector salud.
El colectivo cita un estudio realizado por la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (Achc), en el que se muestra que los mayores deudores del régimen contributivo son las EPS: Nueva EPS, Coomeva EPS y Cafesalud EPS, que acumulan una deuda de 1,7 billones de pesos, con una morosidad promedio de 65 %.
En cuanto al régimen subsidiado, el informe revela que las EPS que más deben a los hospitales y clínicas son: Savia Salud, con 557.843 millones de pesos; y Caprecom en liquidación, con 291.263 millones de pesos.
De acuerdo con Juan Edgar Marín Restrepo, Gerente de Serviucis y vocero de la Alianza Somos 14+1, “el cierre de camas y de servicios especializados en las IPS es una realidad que conlleva a la no atención oportuna a los pacientes y termina afectando no solo a los usuarios, sino a sus familias y la comunidad médica en general”.
Estas deudas, que aumentan día a día, hacen que la atención a los pacientes sea cada vez más restringida y que el acceso a un servicio oportuno y de calidad sea una odisea.
El vocero explica que “ante la falta de atención médica oportuna, muchos colombianos optan por acudir a las vías legales, dando como resultado, según la Defensoría del Pueblo en sus últimos informes, que cada cuatro minutos se interponga una tutela en el país, en la que se reclaman procedimientos, dispositivos y medicamentos amparados en el Plan Obligatorio de Salud (POS)”.
Marín Restrepo agrega que “la gente no puede acceder al servicio, esto aumenta la carga de enfermedad y, como consecuencia, esa persona es más vulnerable y debe enfrentarse a las consecuencias de las complicaciones, que van desde el deterioro de su estado de su salud hasta la muerte”.
¿CÓMO SOLUCIONAR LA SITUACIÓN?
Juan Edgar Marín, vocero de la Alianza Somos 14+1, iniciativa integrada por hospitales y clínicas de Medellín y Antioquia que busca sensibilizar a los gobiernos nacional y regionales, a los pagadores del sistema y a la comunidad en general, sobre la importancia de la toma de medidas en el sistema de salud, plantea varias alternativas:
1. Es urgente que en Colombia se haga un alto en el camino y se normalice el flujo de recursos en el sistema de salud.
2. La excesiva intermediación financiera y económica por parte de algunos actores del sistema es lo que limita su funcionamiento. Se requiere que las EPS estén más comprometidas con el aseguramiento de los ciudadanos y con el pago oportuno de sus obligaciones con los Hospitales y Clínicas.
3. Como el problema es el flujo de recursos y se evidencia una debilidad en la vigilancia y el control por parte de la Superintendencia de Salud, esta función podría ser asumida por la Superintendencia Financiera.
4- Es urgente buscar una conciliación con todos los aseguradores y el Gobierno Nacional para tomar medidas concretas y contundentes para el pago de la cartera. Se debe llegar a acuerdos para determinar en qué momento, una vez regulado el flujo de recursos, se saneará la cartera y pagarán las deudas. Solo al grupo ‘Somos 14+1’ la deuda asciende a 2 billones de pesos.