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El caracol africano llegó al Magdalena

El caracol africano habita en basureros, escombreras y  sitios en los cuales puede alimentarse de materia orgánica en descomposición, adquiriendo parásitos que lo  convierten en una gran fuente de enfermedades.

 

El equipo técnico de Corpamag, adelanta actividades de control y prevención, así como la socialización de información para su manejo y erradicación

El caracol africano llegó al Magdalena

 

Con la llegada de la temporada de lluvias, también hace presencia el caracol africano. Por ello comenzó una jornada de control por parte de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena Corpamag “Debido a la presencia de esta especie, el equipo técnico de Corpamag, adelanta actividades de control y prevención, así como la socialización de información para su manejo y erradicación. Este molusco también es vector de una bacteria, que causa diversos tipos de síntomas, principalmente en las personas con sistemas inmunológicos delicados que se atreven a consumirlo.  Además está entre las 100 especies exóticas invasoras más destructivas y dañinas del mundo”, informó Carlos Francisco Diazgranados, director de Corpamag.

 

El caracol africano llegó al Magdalena

A través de su baba este caracol causa graves enfermedades en el sistema nervioso central como la meningoencefalitis, eosinofílica y digestivas como la ileocolitis eosinofílica.

 

Añade el Director Diazgranados, que el caracol africano debido a sus características fisiológicas y morfológicas le confieren resistencia para sobrevivir en cualquier ambiente y a alimentarse casi de cualquier cosa, especialmente de materia fecal, animales en descomposición y basura. Desde el punto de vista ambiental, la amenaza se concentra en que desplaza a otras especies y destruye ecosistemas.

El caracol africano es una especie exótica invasora que devora cultivos y jardines, además de ser un foco transmisor de parásitos que afectan la salud humana. Y como no es un animal propio de la región, no tiene depredador natural entonces esto conlleva a que sus población aumente de forma rápida y no hay como controlarlo. El caracol africano es considerado una plaga por el tipo de parásitos que pueden causar enfermedades.

Por lo tanto, la autoridad ambiental reitera las condiciones de seguridad que deben tener las personas que necesitan realizar jornadas de aseo y recolección del caracol africano cerca a sus viviendas: si lo encuentra no lo manipule y en caso necesario utilice guantes de látex o bolsas plásticas para proteger las manos y evitar el contacto directo con el animal, además de llevar tapabocas, cal y bolsas de plástico, para poner los moluscos. E inmediatamente, debe comunicarse con la Corporación.

Entre otras medidas preventivas están, no arrojarlo en quebradas, ríos o sitios baldíos, no consumirlo, ni utilizarlos como carnadas o adornos, eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol y por último es importante que al encontrar el caracol africano no debe triturarse ni aplastarse.

 

El caracol africano llegó al Magdalena

Corpamag, debido a la presencia del caracol africano en el Magdalena ha realizado visitas de recolección e información acerca de cómo se debe manipular y cuál es la manera correcta de su disposición final.

 

LAS ZONAS CONTROLADAS

Una de las zonas donde se ha detectado la presencia del caracol africano es en el municipio de El Banco; debido a la presencia de esta especie, el equipo técnico de Corpamag, Ecosistema  Humedales del Sur, realizó visitas a la población con el fin de averiguar de dónde arribó, determinándose que entró camuflado en las verduras que llegan al municipio procedente de Ocaña y Bucaramanga. De igual forma, la Corporación adelantó actividades de control y prevención de la mano con la Alcaldía Municipal, Umata y el ICA, así como la socialización de información para su manejo y erradicación.

También, en la ciudad de Santa Marta, en el barrio 11 de Noviembre se presentó una denuncia por presencia de este caracol, por ello la autoridad ambiental, llevó a cabo una visita de recolección e información acerca de cómo se debe manipular y cuál es la manera correcta de su disposición final.

 

ACERCA DEL CARACOL AFRICANO

El caracol africano es una especie terrestre, nativa del este de África, que se han convertido en una plaga que ataca cultivos y otras especies como los caracoles criollos, a los que se comen.

Estos caracoles son fáciles de identificar dado que son muchos más grandes que los criollos, llamados guácaras. Los africanos miden, en promedio, entre diez y 15 centímetros, aunque pueden llegar a 20 centímetros. Además, tienen rayas blancas y de diversos marrones en sus conchas, por esos se les dice atigrados.  Son portadores de un parásito responsable de producir enfermedades como la meningitis, la bronquitis, entre otras. Este depredador ya se encuentra en sitios como la Ciénaga de Zapatosa y en otros lugares del Departamento.

Su introducción en América es asociada fundamentalmente al comercio de plantas y alimentos, en donde puede viajar sin ser descubierto. Esta especie ataca inmediatamente después de la lluvia y tiene hábitos nocturnos. Prefiere los sitios húmedos y sombríos, como de-bajo de piedras, bloques, restos de cosechas, arbustos y hojas secas en descomposición.

Puede desplazar a caracoles nativos que invade por competir por el mismo hábitat. Ciertas características particulares de la especie exótica, tales como su comportamiento voraz, su gran capacidad reproductiva, el crecimiento corporal acelerado y la gran resistencia a condiciones ambientales adversas, le otorgan ventajas sumamente competitivas respecto a los caracoles nativos. Además, la ausencia de enemigos naturales propicia su proliferación poblacional.

Según lo indicando algunas investigaciones, cuando se detectó por primera vez su presencia en Colombia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la resolución 0848 del 23 de mayo de 2008 en la que se establecieron las medidas que deben asumir las autoridades ambientales para prevenir, tratar y manejar el molusco invasor.

En la Resolución se aclara que el caracol gigante  africano fue introducido  de manera premeditada al país, aún cuando desde la década del 60 existía información de alerta frente a la especie; si bien el en Brasil, desde finales de la década del 90, ha generado múltiples comunicaciones sobre los riesgos sanitarios de la especie.

Pese a las advertencias, fue introducido con fines alimenticios, medicinales y también estéticos (por los beneficios para la belleza que promocionan los productos con baba del caracol), o por el deleite de personas que toman estos moluscos como mascotas; hoy en día esta especie invasora es un peligro para la comunidad magdalenense.

 

El caracol africano llegó al Magdalena

Carlos Francisco Diazgranados , director de Corpamag, indica que desde el punto de vista ambiental, la amenaza del caracol se concentra en que desplaza a otras especies y destruye ecosistemas.

 

QUÉ HACER SI SE TOPA CON EL CARACOL AFRICANO

Tras las alarmas que encendieron las autoridades ambientales  por la propagación del caracol africano en algunos municipios del departamento, y su llegada a barrios de la ciudad, se multiplicaron también las dudas ciudadanas sobre los efectos que produce entrar en contacto con este molusco y el modo de controlarlo.

Para resolver las preguntas más comunes, consultamos con Víctor Vélez Bedoya. Esta especie había sido detectada hace varios años en Colombia, pero fue a partir de 2011 cuando se ordenó tomar medidas de control para frenar la invasión de esta plaga.

Los perjuicios en la agricultura son notables, porque los caracoles arrasan con cultivos y ecosistemas completos.

En la salud humana y de mascotas, el caracol gigante africano afecta el sistema digestivo, respiratorio y nervioso. «El molusco se alimenta de todo lo que se le atraviese. Entonces si el ser humano toca su baba, se puede contaminar el sistema digestivo y generar enfermedades», enfatiza Víctor.

Sin embargo, esta no es una especie tan peligrosa como para causarle la muerte a alguien que entre en contacto con ella o, al menos, no se ha conocido algún caso similar.

«Hay que lavar muy bien, con agua y jabón, la parte que tocó el animal. Adicional a esto aplicar algún gel desinfectante», explica Víctor.

No todos los caracoles están contaminados. Lo importante es hacer un buen manejo de las basuras, escombros y recoger los excrementos de los animales, esto con el fin de evitar la propagación de bacterias y del mismo animal. También, evitar tratarlos como mascotas, puesto que su apariencia es atractiva

 

El caracol africano llegó al Magdalena

El caracol africano es considerado una plaga por el tipo de parásitos que pueden causar enfermedades.

 

 

 

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