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Cuando empezó en el deporte pesaba 33 kilogramos. Con 9 años de edad levantó sus primeras pesas y desde que lo hizo sabía que podía ser el mejor de Colombia y del mundo. Once años después, pesa 95 kilogramos y ya es el número uno del país en categoría mayores y es campeón mundial juvenil.
En sus 11 años como deportista de alto rendimiento, pasó por todas las categorías y ganó en todas. Nació para ser campeón y esta semana lo quiere ratificar en el Campeonato Panamericano Juvenil que se cumple en Manizales, donde es el principal referente de Colombia y de toda América.
Pero cuando inició no fue fácil. Nació en Cartago porque en el municipio de El Águila, donde vivía su familia, al norte del Valle del Cauca, no había hospital para atender partos, así que doña Clara Elisa Mosquera tuvo que ir a Cartago para dar a luz a Jonathan, el cuarto de los 7 hijos que tuvo con don Luciano Rivas, en una familia del campo colombiano.
Cuando Jonathan cumplió 8 años, sus padres se separaron y doña Clara Elisa decidió irse con sus hijos para Cartago y abandonar a don Luciano, quien tres meses después también se fue para Cartago, arregló la situación y volvieron a ser una familia, en la que estaba el mejor amigo de Jonathan, su hermano mayor, Nelson.
Un día corriente, Jonathan y Nelson caminaban por las calles de Cartago, cuando pasaron por un coliseo, del que salía un sonido particular, como el de un gimnasio, pero con golpes más fuertes de las pesas contra el piso, era un club de levantamiento de pesas. La curiosidad los hizo entrar. Días después nadie los podía sacar de allí y bajo las órdenes del entrenador Fernando Aponte emprendieron el camino del deporte, que también llevó a una de sus hermanas menores, Valeria.
Fue una adicción, la mejor adicción de sus vidas, porque desde ese día se dedicaron de lleno al deporte, encontraron un estilo de vida, un motivo para luchar y salir adelante, pues no sólo empezaron a practicar, resultó que el biotipo de sus cuerpos era el ideal, eran talentos, diamantes para pulir.
Sin embargo, cuando Jonathan cumplió 13 años y Nelson tenía 15, un dengue puso a sufrir a Nelson, quien luchó y batalló, pero no pudo, falleció y dejó un vacío en Jonathan, quien tiene claro que hoy “Nelson sería campeón mundial y con firme proyección de ser campeón olímpico, porque era mejor que yo”.
Ese golpe fue duro, porque ir solo al gimnasio para entrenar no era lo mismo, pero a la vez sirvió de motivación para seguir luchando, para seguir levantando pesas, pero ya no por sigo mismo, sino por los dos, ahora empezaba un sueño doble, porque quería conquistar sus sueños y los de Nelson.
Y así fue, rápidamente llegó a la prestigiosa Selección Colombia, para entrenar con su máximo referente, Óscar Figueroa, el medallista olímpico, a quien veía en el gimnasio y lo admiraba cada vez más, como lo sigue haciendo, aunque ahora más próximo y con la idea de ser mejor que él.
Su primera salida internacional fue a Lima en el 2015, para un Mundial de la categoría menores y conquistó una medalla de oro y dos de plata, que le ratificaron que estaba para grandes cosas, como la del reciente Mundial de Uzbekistán, donde ganó oro en el arranque y plata en envión y total.
Con 20 años de edad, Jonathan ya tiene las mejores marcas de la división de los +95 kilogramos en la categoría mayores de Colombia, es medallista mundial juvenil de arranque, es doble campeón de los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla-2018 y sigue soñando, porque en su proyección está ser campeón mundial de mayores y campeón olímpico. Su mirada está en Tokio-2020 y este lunes compite en el Panamericano Juvenil de Manizales.
“Colombia es potencia a nivel de América y lo hemos demostrado en estas primeras pruebas de este Panamericano y mi idea es pelear por las tres medallas de oro que tengo en disputa”, aseguró Jonathan, quien este lunes compite en el segundo turno de la agenda del día.
Pero el Panamericano es sólo un escalón en su promisoria carrera deportiva, pues la próxima gran cita será el Campeonato Mundial de Asjabad (Turkmenistán), que se cumplirá entre el 1 y 10 de noviembre de este año y allí inicia la clasificación oficial para los Juegos Olímpicos Tokio-2020, su gran sueño.
“A Tokio voy por una medalla”, dice con seguridad Jonathan, quien también se mostró sorprendido por la sede que tendrá Colombia del último Grand Prix Internacional clasificatorio para Tokio, en el 2020, sin embargo, para esa fecha tiene claro que ya “podré tener la clasificación”, porque la puede lograr con anticipación.
BOGOTÁ (Colprensa).