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¿Saludo a la ‘bandera’?

Según los expertos, es posible que, ante la discusión que se ha generado sobre todo en las redes sociales en torno a la utilidad del voto en blanco para la segunda vuelta presidencial, es probable que el 17 de junio aumente el número de sufragios nulos.

Pese a que la Registraduría Nacional ya dio a conocer el diseño del tarjetón que usarán los ciudadanos que participen en la segunda vuelta de las presidenciales, no cesa la polémica sobre si este debe incluir una casilla para el voto en blanco o no.

 

Como se sabe, tras conocerse los resultados de los comicios del pasado domingo, que dejaron en el partidor electoral a Iván Duque y Gustavo Petro, en las redes sociales empezó a tomar fuerza la propuesta de que quienes no quisieran apoyar a ninguna de esas dos opciones votaran en blanco el próximo 17 de junio.

A ello se sumó que el pasado miércoles los excandidatos Sergio Fajardo y Humberto De la Calle anunciaron que justamente ese sería ese proceder, dado que no se identifican ni con la propuesta de gobierno del candidato del Centro Democrático ni con la del aspirante de Colombia Humana.

Pero ese mismo día, el magistrado del Consejo Nacional Electoral, CNE, Armando Novoa le envió una carta al registrador Nacional, Juan Carlos Galindo, solicitándole que excluya la casilla del voto en blanco para segunda vuelta presidencial.

Entre los argumentos que expone está el contenido del Artículo 190 de la Constitución Nacional, según el cual “cuando en primera vuelta ninguno de los candidatos inscritos saca la mitad más uno, es decir, la mayoría absoluta de los votos depositados válidamente, debe haber una segunda vuelta solo con los dos candidatos que obtuvieron las mayores votaciones”.

También indica que para los comicios del 27 de mayo, el voto en blanco, de acuerdo con la Ley 1475, tuvo el mismo tratamiento de cualquier candidato en el tarjetón, incluso apareciendo dos veces, pero que al final no estuvo entre las dos opciones más votadas, por lo que no se ‘ganó’ el derecho de pasar a la segunda vuelta.

En tercer lugar, Novoa dice que mantener la casilla en blanco atenta contra la legitimidad democrática que debe tener la Primera Magistratura.

“Supongamos que el voto en blanco gana en segunda vuelta, ¿qué ocurriría? Tendría que posesionarse el candidato que obtuvo la mayor votación, es decir la segunda, pero llegaría antecedido de una enorme ilegitimidad democrática, porque su votación no fue la primera, y esa solución no está contemplada en la Constitución”, plantea Novoa.

Ello porque, como añade el magistrado, el Artículo 258 de la Carta Magna establece que el voto en blanco solo produce efectos jurídicos en la primera vuelta y no en la segunda.

Sin embargo, el miembro del CNE reconoció que su propuesta ya no tendrá ninguna viabilidad de cara a las elecciones programadas para el 17 de junio, puesto que ayer, en la cuenta de Twitter de la Registraduría, se publicó el diseño de la tarjeta electoral que se utilizará ese día, incluyendo las dos fórmulas presidenciales que ganaron el domingo y también la casilla del voto en blanco.

A su vez, la Misión de Observación Electoral, MOE, dijo que si bien se trata de un debate “interesante”, “a un par de semanas de la segunda vuelta presidencial es inconveniente retirar esta casilla”, toda vez que todos los procesos electorales anteriores, incluyendo los de segunda vuelta desde 1994, han contado con voto en blanco”.

Ante ello, Novoa señaló que lo dicho por esa entidad “es inoportuno” y que “la costumbre en la teoría constitucional no genera leyes”, porque “lo que está mal hecho no significa que sigamos haciéndolo, ignorando el alcance del texto del Artículo 190 de la Constitución”.

“Yo los invito a que presenten argumentos de orden constitucional y legal, no de conveniencia, tema en el cual no puedo entrar porque yo soy miembro del Consejo Nacional Electoral y no puedo recurrir a argumentos ni de los candidatos ni de organizaciones sociales que están reaccionando a veces con emociones, no con razones de orden jurídico”, añadió.

No obstante, Adelina Covos, quien fuera presidenta del CNE, indicó que “independientemente de que haya personas que quieran acabar su vida política en este momento, el voto en blanco debe mantenerse. No tiene discusión, desde el punto de vista jurídico, siempre debe haber esa opción”.

AUMENTARÍAN LOS VOTOS NULOS

Según los expertos, es posible que, ante la discusión que se ha generado sobre todo en las redes sociales en torno a la utilidad del voto en blanco para la segunda vuelta presidencial, es probable que el 17 de junio aumente el número de sufragios nulos.

Ello en razón a que los ciudadanos inconformes buscarán formas de expresarse distintas a esa opción que, para algunos, podría resultar beneficiosa para uno de los candidatos que quedaron en la contienda por la Presidencia de la República.

“Eventualmente, si se quitara el voto en blanco, las personas van a buscar una alternativa distinta a la abstención, porque dentro del mar de la abstención es imposible identificar quien se abstuvo por protesta y quien por apatía”, sostiene Juan Pablo Milanese, politólogo de la Universidad Icesi.

El analista recuerda que en ocasiones anteriores ya se han registrado distintas expresiones de inconformidad en términos electorales.

SE AVIVA LA POLÉMICA

A pesar de que el voto en blanco no tiene ningún efecto en el resultado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales pues así lo establece la ley, esta opción ha ganado protagonismo en los últimos días como consecuencia de que varios líderes políticos anunciaron que así sufragarán en los comicios del 17 de este mes, cuando Iván Duque y Gustavo Petro definirán quién de ellos llega a la presidencia de la República.

Los excandidatos presidenciales Sergio Fajardo y Humberto de la Calle hicieron público que votarán en blanco en la segunda vuelta, así como el senador Jorge Robledo. En tanto que el partido Alianza Verde determinó que no votará por Duque y su militancia podrá escoger sufragar en blanco o por Petro.

Por su parte el senador Jorge Enrique Robledo, quien anunció que votará en blanco a pesar de que su partido el Polo Democrático determinó apoyar a Petro en segunda vuelta,  dijo que no comparte la solicitud de Novoa “porque aun cuando no tenga efectos jurídicos, tiene efectos políticos que son de una inmensa importancia”.

Además, agregó Robledo, “no se cambian las reglas del juego en la mitad de unas elecciones porque la presencia de esa casilla en el tarjetón es parte de las reglas de juego del tarjetón, que es parte medular del sistema electoral”, y “eso sería un maltrato al voto en blanco, que es tan respetable como cualquiera otro”.

¿POR QUÉ EN NO HAY VOTO ELECTRÓNICO?

Las denuncias que se hicieron en las elecciones legislativas en marzo pasado sobre presuntas irregularidades y que también hubo en la jornada de las presidenciales el pasado domingo han hecho que muchos pregunten por qué se sigue posponiendo la implementación del voto electrónico a pesar de que según la Ley 892 de 2004 debió instaurarse en el país antes del 2009 y adicionalmente la Ley 1475 de 2011 reitera dicha obligación y dispone que “en ningún caso el término excederá su plena implementación más allá de las elecciones para Congreso que se realizarán en el año 2014”.

No obstante la realidad es que al día de hoy casi nada se ha avanzado para implementar el voto electrónico: no se ha escogido el tipo de tecnología que mejor calza a las necesidades del país, no se ha definido si remplazará al sistema manual o será mixto y, lo más preocupante, no hay una meta con la fecha para que entre parcial o totalmente en operación.

Pocos días antes de la primera vuelta para jefatura de Estado el candidato Gustavo Petro alertó que podría presentarse fraude porque según dijo el software que usa la Registraduría podría sufrir “alteraciones” en sus algoritmos que no fueron revisados por las autoridades colombianas ni por una comisión de expertos de la Unión Europea que estaba lista para llevar a cabo el procedimiento.

Frente a lo cual la Registraduría explicó en esa oportunidad que la misión de expertos electorales de la Unión Europea se encontraba trabajando en Colombia desde el pasado 4 de mayo, “fecha a partir de la cual sostuvo jornadas de trabajo con el Registrador Nacional del Estado Civil y con las áreas técnicas de electoral e informática de la entidad”.

Explicó el organismo también que la delegación de expertos de la Unión Europea participó en las pruebas hechas al software de preconteo, junto con los auditores de sistemas de todos los partidos y movimientos políticos que aspiran a la presidencia así como ingenieros de sistemas de la Procuraduría y de la MOE.

Las afirmaciones de Petro le trajeron críticas de los demás candidatos y del propio presidente Juan Manuel Santos, quien trinó “la extrema izquierda está como la extrema derecha: inventan fraudes donde no existen. Estas serán las elecciones presidenciales más seguras, más transparentes y con mayores garantías de la historia de Colombia”.

No obstante el pasado domingo, tras Petro conocer que alcanzó la segunda votación, y que por ello estará en segunda vuelta con Duque, dijo en un discurso que “llegamos al final con unos resultados concretos que coinciden con los de la Registraduría y los datos de la auditoría”.

El fantasma de la supuesta manipulación de los resultados volvió a aparecer esta semana tras los comicios presidenciales del pasado domingo, por las denuncias de ciudadanos en las redes sociales acompañadas de fotografías de formularios E-14 (acta del conteo de mesa) donde se ven tachones y enmendaduras en la votación registrada de los candidatos.

Sobre el particular el registrador Juan Carlos Galindo explicó que se trató de errores de los jurados de mesa y que ello no se puede interpretar como fraude. “¿Una equivocación de un jurado es fraude? No. Puede haber tachaduras y enmendaduras porque ellos se pueden equivocar al hacer el conteo”, dijo.

El pasado jueves la Misión de Observación Electoral presentó su balance final sobre lo observado en la primera vuelta presidencial y sobre el proceso de revisión de escrutinios. Detectó anomalías en las cifras de votación de 363 Formularios de Delegados E-14, equivalentes al 2,8 por ciento de los 13.135 formularios analizados (13 por ciento del total de mesas de votación).

Esta ONG concluyó en su informe que “la muestra de 13.135 formularios E-14 contempla una votación de 3.618.772 sufragios registrados el pasado 27 de mayo. Es decir que las 12.522 aparentes variaciones anómalas representan el 0,35 por ciento de los votos. Si se considera que la muestra es representativa, esto significa que tras observar los Formularios E14 de Delegados, en la votación de 19,6 millones de sufragios registrada el pasado domingo podría haber anomalías equivalentes a casi 70.000 votos”.

En tanto que el mismo jueves el fiscal Néstor Martínez dijo, haciendo referencia a la fábrica de compra de votos que encontraron en Barranquilla en la sede política de la senadora electa Aida Merlano, en prisión investigada por estos hechos, que “el país va a quedar escandalizado cuando se conozca y no lo haré sino después de segunda vuelta, para que no digan que estoy interviniendo en política. La dimensión de la corrupción electoral es nauseabunda”.

QUÉ SE HA HECHO

Con el propósito de materializar el voto electrónico en Colombia la Ley 1475 estableció que “el Gobierno priorizará a través de los mecanismos presupuestales que corresponda la destinación de los recursos necesarios para el cumplimiento”.

Incluso esta norma creó la Comisión Asesora para la Incorporación del Voto Electrónico, la cual está integrada por el Registrador Nacional del Estado Civil, el Ministro del Interior, el Ministro de Hacienda y Crédito Público, el Ministro de las Tecnologías de la Información, el Director del Departamento Administrativo Nacional de Planeación, dos magistrados del Consejo Nacional Electoral y un delegado de cada partido o movimiento político con personería jurídica.

El 14 de marzo de 2012 dicha Comisión se reunió por primera vez y de ahí en adelante se ha seguido convocando, aunque no con la periodicidad que la ley establece, cuando menos dos veces al mes.

En estos seis años las discusiones se han venido dando sobre la tecnología más adecuada para el país, incluso se han recibido propuestas de firmas internacionales especializadas en voto electrónico; también se ha comparado las experiencias que han tenido otros países con este sistema y se han diseñado pruebas piloto, las cuales se han quedado en el papel por falta de presupuesto.

En enero pasado, el registrador Galindo Vácha dijo que “recordemos que si bien la ley definió que debía implantarse para el año 2014 el voto electrónico, hemos venido trabajando en el diseño de un plan piloto para seleccionar tecnologías en ese propósito. Eso lo diseñamos para el 2016 e implementarse a partir de ese momento, pero no contamos con los recursos del Ministerio de Hacienda, que ascendían en ese momento a 36.000 millones de pesos. Como no contamos con ese dinero, no pudimos llevar a cabo esos planes pilotos para definir los diferentes tipos de tecnología y, obviamente, eso no se va a ver reflejado en el 2018”.

QUE SEA GRADUAL

El magistrado del Consejo Nacional Electoral, Armando Novoa, dijo que la Comisión Asesora para la Incorporación del Voto Electrónico “se ha reunido pero rutinariamente, porque llegamos a un punto en donde las decisiones son presupuestales, no se ha podido  hacer el quórum, de tal manera que desafortunadamente no ha avanzado mucho en la Organización Electoral. El Registrador pues tiene una posición contraria al  voto electrónico”.

El magistrado considera que “no hay voluntad política para implementar el voto electrónico. Creo que el tema de los recursos se podría resolver si se implementa ese sistema de forma gradual”.

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