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La gestión que ha hecho el expresidente Donald Trump de sus documentos oficiales estaba este jueves en el centro de múltiples investigaciones en Estados Unidos.
En las últimas semanas, el magnate ha sido acusado en varias ocasiones de haber descuidado deliberadamente algunos de sus archivos antes de su transmisión obligatoria a los Archivos Nacionales estadounidenses.
Esta agencia federal ha pedido, según varios medios, que la justicia abra una investigación después de que tuviera que recuperar en Florida 15 cajas de documentos que Donald Trump se había llevado consigo cuando salió de Washington en enero de 2021.
En estas cajas aparecen, entre otras cosas, cartas de Barack Obama y el líder norcoreano Kim Jong Un y un mapa de Estados Unidos que había sido objeto de acalorados intercambios con el servicio meteorológico.
Los Archivos Nacionales aseguran que el republicano no tenía derecho a irse con ellas: según una ley de 1978, todo presidente estadounidense debe transmitir todos sus correos electrónicos, cartas y demás documentos de trabajo a esta agencia, encargada de conservarlos.
Inodoro obstruido
Pero este jueves, los papeles de Donald Trump se encontraron en el centro de un nuevo caso. En un libro próximo a publicarse, un periodista estrella del New York Times asegura que el personal de la Casa Blanca descubría regularmente fajos de papeles que obstruían los inodoros, sospechando que el presidente quería deshacerse de documentos.
Al mismo tiempo, una comisión del Congreso encargada de supervisar a las autoridades federales, anunció la apertura de una investigación a los archivos del exinquilino de la Casa Blanca. Su presidenta, Carolyn Maloney, dijo que estaba «extremadamente preocupada» por las prácticas de Trump.
El expresidente, ya cuestionado por el manejo de sus impuestos y la forma en que habría intentado mantenerse en el poder tras su derrota electoral de noviembre de 2020, busca minimizar el asunto.
Sus intercambios con los Archivos Nacionales siempre han sido «respetuosos» y «colaborativos», dijo en un comunicado de prensa este jueves, negando de paso que pudiera haber tirado por el retrete algún documento oficial. Prometió que algunos de ellos algún día serán exhibidos en su biblioteca presidencial.
«Cacería de brujas»
La semana pasada, los Archivos Nacionales también revelaron que el exmandatario tenía la costumbre de romper algunos de sus documentos de trabajo, otra práctica contraria a la ley de 1978.
Papeles enviados a los Archivos habían sido «pegados con cinta adhesiva» por «funcionarios de gestión de registros de la Casa Blanca», otros quedaron como estaban, dijeron.
Algunos de estos documentos fueron transferidos por Archivos a una comisión parlamentaria que investiga el papel de Donald Trump en el asalto al Capitolio lanzado por sus partidarios el 6 de enero de 2021.
El multimillonario republicano, que ha calificado repetidamente la investigación como una «cacería de brujas», acusó el jueves a la comisión de intentar deliberadamente distraer la atención «de la horrible situación en la que la administración Biden ha sumido al país».
Fuente: AFP