Tragedia en el barrio Olaya Herrera de Medellín: muro se desplomó y mató a un niño de cuatro años

Con canciones a todo volumen, los familiares de Juan Andrés Murillo Torres, de 4 años, trataban de menguar el dolor que produjo su tempranera muerte, mientras se congregaban afuera de su casa. El menor fue víctima de la falla estructural de un muro, el cual se había cimentado para evitar que las personas se subieran a una terraza vecina y el cual colapsó cuando el niño estaba bajo el cuidado de su niñera.

El accidente de Juan Andrés se registró a las 4:25 de la tarde del pasado lunes en el tercer piso de una vivienda, en la calle 58 con la carrera 103DB, en uno de los callejones de escaleras del barrio Olaya Herrera, en una zona de alto riesgo de la comuna 13 (San Javier), en el occidente de Medellín.

Los vecinos de la familia del menor no tenían claridad de lo sucedido con Juan Andrés. “No vimos bien qué fue lo que sucedió. Solo supimos que el niño estaba jugando y de un momento a otro se presentó ese accidente”, explicó uno de los residentes del sector.

De acuerdo con las autoridades, los familiares solo conocieron que Juan Andrés se encontraba jugando y le pidió a su niñera que lo llevara para tomar agua. Cuando ella se disponía a abrir la puerta, sin ninguna resistencia, el muro se desplomó y le cayó al pequeño. Sus ladrillos le provocaron múltiples lesiones en su cabeza y cuerpo.

Ante lo sucedido, la mujer que estaba cuidando al menor llamó a algunos vecinos para que le quitaran los ladrillos y el cemento que le había caído encima. Mientras informaba a los padres de lo sucedido, algunos vecinos bajaron con él inconsciente por 88 escaleras hasta llegar a un vehículo particular.

Por los angostos callejones y pidiendo a gritos que se abriera paso, Juan Andrés fue trasladado a la Unidad Intermedia de San Cristóbal, pero las múltiples contusiones sufridas ocasionaron que perdiera la vida en medio de la atención del personal médico.

Mientras se registraba la muerte del menor, algunas personas lanzaron piedras a la vivienda de la niñera, quebrando uno de los vidrios de sus ventanas. Las esquirlas estaban regadas por el matorral anexo a las escaleras, mientras que los escombros que ocasionaron la tragedia quedaron sobre la terraza que intentaba tapar el muro colapsado.

Sobre la historia de la pared que ocasionó la tragedia, los vecinos dijeron que este había sido construido hace aproximadamente seis meses, puesto que algunas personas se estarían montando a la terraza de manera inapropiada, señalaron algunos habitantes de la zona. Pero este muro no tenía ninguna estructura que lo soportara.

Los familiares, al ser consultados, prefirieron guardar silencio, en medio de las lágrimas y a la espera de darle el último adiós. Los vecinos aseguraron que Juan Andrés era un niño alegre. Incluso, uno de los residentes afirmó que era muy característico cuando pasaba por cada uno de los escalones saludándolos, por lo cual era muy querido en el barrio que en estos momentos lamenta su muerte.

/EL COLOMBIANO