‘Desde hace 56 años el Hombre Caimán vive y seguirá en mí’

Édgar Rommano se ha encargado de personificar al Hombre Caimán desde hace 56 años, e ideó crearle una fiesta a esta leyenda en el municipio de Plato.

 

El Festival de la Leyenda del Hombre Caimán se institucionalizó en el año 1972 y ha continuado celebrándose en el mes de diciembre de cada año.

 

Era época de precarnavales, un 20 de enero del año 1963, cuando Édgar Rommano Moisés se colocó su primer vestido para personificar al ‘Hombre Caimán’, y mostrar esa gran leyenda que refleja la cultura del municipio de Plato, y que a lo largo de los años logró convertirse en Festival, dando a conocer al hombre con cabeza de humano y cuerpo de caimán.

Cuando tenía 13 años, Édgar Rommano Moisés venía hablando de crear una fiesta alusiva al Hombre Caimán debido a la resonancia del personaje en este municipio ribereño. “En el año 1962 comencé a decir que debíamos hacerle una fiesta a esta leyenda. Fiesta, porque antes no se denominaba festival. Así como se le hacían a los santos, ‘La Virgen del Carmen’, ‘San Judas’, entre otros”, agregó el Representante de la Leyenda.

Esta idea la propuso a los políticos y grandes personalidades de ese entonces en Plato, “planteé esta iniciativa a Luis Delio Gómez, médico que vivía en Argentina y vino al municipio en el año 1961. Del mismo modo, hablé con la familia Camargo, pero como yo era un niño no me prestaron atención. Puedo decir que comencé a escribir sobre la historia de este pueblo desde los 10 años”, manifestó Édgar Rommano.

 

Monumento del Hombre Caimán en la plaza principal de Plato, donde la comunidad se reúne durante el festival.

 

NACE EL FESTIVAL

El primer festival se hizo un 7 de diciembre del año 1972, concebido como un éxito rotundo porque trajo personas de distintos lugares del país, con un número incalculable de asistentes y regocijo popular, siendo una espléndida época de la bonanza tabacalera y el apoyo de la CÍA Antex, para el triunfo del certamen.

A su regreso de Argentina, el Doctor Luis Delio Gómez, inspirado en la leyenda del Hombre Caimán y preocupado por la suerte de su tierra natal comenzó a recopilar los recortes de periódico y manuscrito que los plateños aportaban a las revistas para empaparse de los hechos ocurridos en su ausencia.

Un día decidió reunirse con un grupo de personas y plantear la idea de crear un festival, que le trajera progreso a Plato en lo cultural y material. Cada cual aportó un nombre después de aceptar el reto, y fue Doña Consuelo Escorcia De Camargo quien propuso el nombre el Hombre Caimán, asegurando que le daba proyección al festival.

El doctor Luis Delio Gómez como presidente del Comité Organizador del Primer Festival de Hombre Caimán, cuidadosamente recopilo los escritos, dentro de los cuales se encuentra el de un pescador que comenta el siguiente episodio: hace muchos años que sucedió este hecho. Yo, al hombre caimán lo conocí personalmente, porque él también era pescador como yo, se llamaba Saúl Montenegro. Era moreno, alto, y fornido, no era feo y lucía un diente de oro.

 

Monumento de las mujeres ubicado en el barrio San Rafael, que recrea la escena de ellas bañándose y lavando en el río; mientras son observadas por el Hombre Caimán.

 

AUTOR DE LA LEYENDA

El autor de la Leyenda, Virgilio Difilippo, escribió una serie de crónicas para la prensa de la ciudad de Barranquilla, donde relataba un acontecimiento poco común, relacionado a un hombre caimán. “El autor vio en mí, la persona apta para esto. Me narró la leyenda, contó que el verdadero hombre caimán era un primo hermano de su esposa Clara, pero que cuando este se enteró que el nombre de él estaba en la historia hubo problemas, por lo que, le tocó cambiar el nombre del verdadero personaje y se lo puso totalmente diferente”, afirmó Édgar Rommano.

Continuó diciendo que “lo puso pescador y de color moreno. Y el verdadero era comerciante, ojos verdes, blanco, y ganadero; sin embargo, lo amenazó de que si ponía el nombre en la leyenda, decía en Plato que el autor también iba a cogerles ‘Punta’ a las mujeres en el caño”.

La leyenda nació en el año 1945, muerta en un papel, Virgilio Difilippo manifestaba a los estudiantes que atendía doña Clara, como Cipriano Aragón, Esperanza Saumeth, Anita Saumeth, Jorge Díaz, entre otros, que no dejaran morir al hombre caimán.

“En su lecho de muerte hable con él, me mostraba un dibujo que estaba en la puerta del cuarto, que lo hizo el artista Don Pompilio Donado Lobo. Tenía la misma cara del personaje primo de doña Clara. Le dije que la leyenda no iba a morir, que yo tenía el vestuario y todo listo para personificarlo”, comentó el Representante del Personaje.

 

Consuelo Camargo, presidenta de la Fundación Festival Folclórica de la Leyenda del Hombre Caimán.

 

FIGURA DEL HOMBRE CAIMÁN

En palabras de Édgar Rommano, en esa época a los hombres corruptos y a las mujeres infieles les decían caimanes y caimanas. “Virgilio Difilippo captó esa figura de los indios barbudos e hicieron una figura de barro, representando a un hombre con cabeza humana y mitad caimán. Como le gustaba mucho la literatura griega, fundió esa cultura con la indígena, e hizo la leyenda de acuerdo a las dos culturas”, señaló el Hombre Caimán.

Durante esos tiempos, en el municipio de Plato había dos sitios para bañarse, el primero en el caño donde iban las mujeres, y el segundo en el Jabonal donde llegaban los hombres, quienes no podían pasarse, porque los ponían presos.

“Había un grupo de hombres que se cruzaban el caño, Mario Camargo, Pompilio Donado, Juan García, Juan Zambrano, entre otros, y se sentaban en una cantina para chequear a todas las muchachas y luego mandaban pasquines a los maridos, afirmando que la mujer tenía una característica en particular, por tal razón, pensaban que la mujeres habían sido infieles”, relató Édgar Romano.

 

Presidenta de la Fundación Festival Folclórica de la Leyenda del Hombre Caimán, acompañada por Édgar Rommano, el Hombre Caimán.

 

LA LEYENDA

Saúl Montenegro tuvo dos mujeres, porque para eso si era de buenas. En cierta ocasión se perdió de Plato y estuvo donde un indio en la Alta Guajira en busca de un ‘Secreto’, que le diera suerte en el amor y le permitiera transformarse en caimán para ver de cerca a las mujeres que se bañaban en el río. Dicen que trajo de allá dos botellas, una tenía la propiedad de transformarlo en caimán, y la otra lo volvía hombre nuevamente.

Un día, Saúl Montenegro le pidió a su amigo el pescador que le rociara de arriba abajo el contenido de una de las botellas y que el otro líquido se lo echara después que saliera del agua. Cuando salió del río estaba convertido en un enorme caimán con la boca abierta, y ante el susto del pescador se le deslizó la otra botella, por lo que, parte del líquido le salpicó la cabeza al caimán adquiriendo de inmediato la cara de ser humano, pero no así el resto del cuerpo.

Ya había aclarado el día cuando Saúl Montenegro, fue descubierto por un grupo de mujeres que se bañaban y lavaban en el río. El escándalo alarmó a los pescadores y empezaron a buscar al Hombre Caimán para cazarlo vivo o muerto, pero logró escapar, ante esta situación las mujeres y los hombres no volvieron a bañarse en el río.

Su madre angustiada se fue hasta la Alta Guajira a buscar al indio, al llegar al caserío le dijeron que había muerto, desesperada buscaba la ‘Contra’ con otros brujos, pero nunca la consiguió. Al cabo de tres años, regresó a Plato. Como su organismo estaba quebrantado por las enfermedades, cuando dejó la porción de comida a su hijo, su corazón no resistió y murió.

Con la pérdida de su madre se perdieron las esperanzas de recuperar su forma humana, por lo que, emprendió viaje hacia Barranquilla, pero la algarabía de la muchedumbre lo asusto y regresó a Plato a refugiarse en la laguna de los playones plateños.

 

HOMENAJE A LA LEYENDA

Antonio María Peñaranda, compositor oriundo del corregimiento de Santa Rosa de Lima, jurisdicción de Fundación, hizo un homenaje a esta leyenda inspirándose en los siguientes versos, que llevados el celuloide, han recorrido todo el mundo.

Voy a contar mi relato
Con alegría y con afán
Que en la población de Plato
Se volvió un hombre caimán

(Coro)
Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla

Ayer me fui a bañar
Por la mañana temprano
Me encontré con un caimán
Con cara de ser humano

Lo que hace este caimán
Es digno de admiración
Come queso y come pan
Y toma tragos de ron

 

ÉDGAR, UN HOMBRE HECHO CAIMÁN

Édgar Rommano licenciado en Ciencias Sociales en la Universidad de la Guajira, cargo del cual ya se retiró, sigue siendo un hombre hecho caimán, al cual lo siguen llamando de colegios y universidades para que dicte conferencias y charlas sobre este personaje plateño.

En los 56 años que lleva personificando al Hombre Caimán, no ha recibido absolutamente nada a nivel Nacional. “Los políticos hablan de la leyenda y no le dan identidad y pertenencia. Muchos preguntan que a quién voy a dejar de heredero, pero no se preguntan cómo estoy yo. El hombre caimán no es bailar como loco, se trata de tener cultura y conocer de plato”, indicó Édgar Romano.

 

‘CONSTRUÍ Y CREÉ  A ESE HOMBRE’

De acuerdo a las palabras de Édgar Rommano, no sabe hasta cuándo seguirá representando al hombre caimán. “Eso no lo sabe uno, cuando uno lo construye y se crea, se pega tanto al personaje, que hasta inválido salgo a personificarlo”, sostuvo el Representante de la Leyenda.

 

FUNDAR UNA ESCUELA

“Quiero y deseo dejar una escuela o fundación donde se enseñe a todos los jóvenes la leyenda y cultura de Plato. Que sean varias personas que representen al personaje y de esta forma puedan distribuirse en los diferentes eventos. Ya esto lo he manifestado a la Fundación del Hombre Caimán”, comunicó Édgar Rommano.

Lo anterior fue expuesto por el Representante del Personaje, teniendo en cuenta, que todas las tradiciones murieron porque no dejaron semilleros. “Barranquilla se tragó toda esa cultura del río, los aprovechó, brindó apoyo, y los exponentes de esta cultura son de la orilla del río. El primer carnaval fue en Riohacha, segundo en Cartagena, tercero en Santa Marta, cuarto en Plato, y quinto en Barranquilla”.

 

VERSIÓN 2017

En palabras de Consuelo Camargo Escorcia, presidenta de la Fundación Festival Folclórica de la Leyenda del Hombre Caimán, este año en la versión 23 del Festival del Hombre Caimán, cuentan con todo el apoyo del alcalde de Plato, Jairo Molina de Arco, para la realización de este evento cultural que genera progreso en la municipalidad.

Acerca de la colaboración de la Administración Municipal, la Presidenta Consuelo Camargo expresó que, “estamos felices por contar con la colaboración del Alcalde Municipal, buscando rescatar la cultura anfibia de Plato. Las fiestas durante toda su época han llenado las expectativas de quienes nos visitan”.

Cuenta la Presidenta de la Fundación, que en esta versión van a revivir el Festival con el reinado intermunicipal, el concurso de acordeoneros aficionados, concurso de canción inédita, canción infantil, y juvenil, esta última incluida aprovechando que se está despertando ese semillero de la juventud para el vallenato.

“Esta versión se realizará del 14 al 17 de diciembre, va en honor a Rodolfo Rocha y José Escobar, fundadores del festival, y del mismo modo, un homenaje a Roque Saballeth y Álvaro Lemon”, dijo Édgar Rommano.