Una sólida sociedad civil

La sociedad civil es un concepto de la ciencia social que designa a la diversidad de ciudadanos que general y colectivamente, actúan para tomar decisiones en el ámbito público que considera al individuo que se halla fuera de las estructuras gubernamentales. Se concibe como el espacio de vida social organizada voluntariamente autogenerada, independiente, autónoma del Estado y limitada por un orden legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudadanos actuando en común en una esfera pública para expresar intereses, pasiones, ideas e intercambiar información alcanzando objetivos comunes. Es, elemento fundamental para el fortalecimiento de las democracias y son agrupaciones u organizaciones de ciudadanos que bajo un concreto objetivo promueven sus intereses o ideologías como una fuerza ciudadana.

Las acciones de la sociedad civil no siempre responden a una necesidad de participación política. Esta distinción, de no identificación como fuerza política, responde a que las sociedades civiles históricamente se han sentido reprimidas y en algunos casos deprimidas por las fuerzas gubernamentales, siendo por tal razón que los ciudadanos hayan perdido de una u otra forma no solo la confianza en las instituciones, sino también en cualquier actor que se identifique como político; especialmente, por considerar que estamos gobernados por grupos poderosos que solo velan por sus propios beneficios. No confían los ciudadanos en la institución electoral, en el Poder Judicial, en el gobierno ni en los partidos políticos, razón por la que prefieren navegar a contracorriente y haya sentado las bases para apartarse cada vez más del poder político; convirtiéndose hoy por hoy su poder en sustancial, debido a que gobiernos y partidos políticos no han sido capaces de generar las oportunidades deseadas ni la satisfacción de necesidades concretas, y ha sido la sociedad civil desde distintos frentes la encargada de velar por justicia y bienestar.

Nos lleva a reflexionar lo cual, como bien sostienen destacados científicos sociales y eminentes politólogos, sobre la importancia de la revalorización de la política y la necesidad de construir instituciones duraderas y eficaces con presencia territorial, de manera que se encuentren cercanos a la ciudadanía para así devolverle la utilidad a la política. De igual manera, que los partidos políticos deben consolidarse como plataformas de promoción de la participación ciudadana activa que cuenten con una institucionalidad reforzada; en lo que importan reformas institucionales de hondo calado y favor colectivo, puesto que la fragmentación política solo beneficia a los poderes del Estado perjudicando a la sociedad civil.

Los actores políticos deben sin aplazamientos, articular el pluralismo de la sociedad civil, pues poner el interés ciudadano en el centro de las decisiones institucionales, nos convertirá en una sólida razón de ser democrática, ya que una sociedad civil libre, soportada en valores cívicos y políticamente activa, es esencial para alcanzar sin más aplazamientos una gran democratización. [email protected]

*Abogado*Escritor