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En la democracia hay dos aprendizajes claves. Quizás el más importante es el de aprender a perder. Así lo afirma el distinguido profesor de Harvard, en su nuevo libro ‘La Tiranía de las Minorías’. El otro es aprender a ganar.
La democracia colombiana se había consolidado a la luz de estos dos aprendizajes fundamentales. La elección presidencial en 2022 del primer gobierno de izquierda así lo mostró. Todo fue impecable. Incluyendo el día de la transmisión del mando.
El 29 de octubre fue la primera oportunidad para verificar el comportamiento del partido de gobierno frente a lo que, en general, se consideró una derrota para el gobierno de izquierda. Particularmente notorio el caso de Bogotá, por lo que la interferencia indebida del Presidente fue bien evidente. Curioso, el comportamiento de su candidato fue correcto. Reconoció la derrota y la explicó como un voto castigo. Infortunadamente, no ha sido así en otros casos en los cuales dirigentes connotados se han colocado en la situación de negación.
En mi perspectiva, creo que así como es muy importante que se reconozca la derrota, no deja de ser muy conveniente que esta no se mire como definitiva, como el entierro de una alternativa política. Es que, como lo recuerda el autor, la democracia consiste en eso, en perder elecciones y en guardar la ilusión de volver a ganarlas alguna vez. Es el tema de la alternación que es de la esencia del juego democrático. ¿Y qué sentido tendría que el mismo partido gane siempre? La Constitución de 1991, mérito de Barco y Gaviria, abrió el juego a quienes se denominan ahora alternativos.
Contribuye a la estabilidad democrática que el perdedor no considere que perdió todo y para siempre. El juego de la competencia democrática debe continuar y la nuestra evolucionó hacia una democracia multipartidista. La exclusión total en la vida política no ayuda. Buena parte de la lucha democrática es en favor de la inclusión. La de la población negra en los Estados Unidos, y hace pocos lustros en Suráfrica. Y no solamente para que vote en igualdad de condiciones, sino en todos los ámbitos de la vida en sociedad. El tema religioso no ha sido ajeno a esta lucha. La expansión del sufragio a mujeres, jóvenes, etc., forma parte de ese mismo ideal de inclusión.
Sistemas electorales que mantienen privilegios minoritarios han sido la fuente de graves crisis.
Los procedimientos y marrullas que buscan alterar el voto, su realidad, están en el ojo de quienes defienden la auténtica naturaleza de la democracia.
No pasemos por alto la brutal manera como Trump, Presidente de los Estados Unidos, ha puesto en crisis esa democracia con su desconocimiento de los resultados electorales que llevaron a la Presidencia a Biden. Que la verdad sobre los resultados dependa de un organismo neutral y creíble es crucial. Y más crucial que esa verdad se respete.
No conviene esta confusión que se ha venido instalando en Colombia en el conocimiento de los resultados electorales por razón de la diversidad y multiplicidad de las coaliciones. Es hora de que se haga una presentación verdadera, creíble y ojalá aceptada por todos. Trump rompió una tradición que creíamos más que consolidada. La ambición no conoce límites. Ojalá estas reflexiones inspiren el nombramiento del nuevo Registrador, su desempeño y el del Consejo Nacional Electoral.s electorales que mantienen privilegios minoritarios han sido la fuente de graves crisis.
Los procedimientos y marrullas que buscan alterar el voto, su realidad, están en el ojo de quienes defienden la auténtica naturaleza de la democracia.
No pasemos por alto la brutal manera como Trump, Presidente de los Estados Unidos, ha puesto en crisis esa democracia con su desconocimiento de los resultados electorales que llevaron a la Presidencia a Biden. Que la verdad sobre los resultados dependa de un organismo neutral y creíble es crucial. Y más crucial que esa verdad se respete.
No conviene esta confusión que se ha venido instalando en Colombia en el conocimiento de los resultados electorales por razón de la diversidad y multiplicidad de las coaliciones. Es hora de que se haga una presentación verdadera, creíble y ojalá aceptada por todos. Trump rompió una tradición que creíamos más que consolidada. La ambición no conoce límites. Ojalá estas reflexiones inspiren el nombramiento del nuevo Registrador, su desempeño y el del Consejo Nacional Electoral.
*Exministro de Estado