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La Casa Blanca desmiente afirmaciones de exmédico
La Casa Blanca desmintió declaraciones del exmédico neoyorquino de Donald Trump según las cuales allegados al presidente le incautaron la historia clínica de su paciente el año pasado.
«Lo que sucedió fue un procedimiento normal», respondió la portavoz de la presidencia Sarah Sanders durante una rueda de prensa.
La ficha médica del presidente «estaba siendo transferida a la Unidad Médica de la Casa Blanca», dijo, e insistió en que lo que sucedió no fue un ataque.
Harold Bornstein había afirmado en una entrevista con la cadena NBC difundida este martes más temprano que el 3 de febrero de 2017, dos días después de que el The New York Times citara al médico diciendo que había recetado a Trump un medicamento para el crecimiento del cabello, tres allegados al magnate ingresaron a su consultorio e incautaron la historia médica del presidente.
«Deben haber estado aquí entre 25 y 30 minutos. Hicieron un enorme caos», declaró Bornstein a NBC, y señaló que el incidente hizo que se sintiera «violado, asustado y triste».
Identificó a dos de los hombres: un guardaespaldas personal de larga data del presidente, Keith Schiller, quien hasta septiembre de 2017 trabajó en la Casa Blanca como director de operaciones, y Alan Garten, abogado de la firma de bienes raíces de la Trump Organization.
Bornstein dijo que fue robada la copia original y única de la ficha de Trump, incluyendo exámenes de laboratorio.
El nombre de Bornstein -que atendió a Trump durante 35 años, según NBC- emergió durante la última campaña electoral.
En septiembre de 2016, el médico divulgó un comunicado en el que informaba que Trump estaba «en excelente estado de salud», al mismo tiempo que la rival demócrata del magnate republicano, Hillary Clinton, padecía de una neumonía que tardó un tiempo en revelar.
En enero pasado, el médico de la Casa Blanca Ronny Jackson emitió el mismo diagnóstico tras la primera visita que le hizo el presidente desde su llegada a principios de 2017.
Jackson estuvo la semana pasada en el centro de una fuerte polémica tras revelaciones según las cuales había realizado un excesivo consumo de medicamentos y de alcohol, que lo obligaron a renunciar a su candidatura al puesto de secretario de Veteranos de Guerra.
NUEVA YORK AFP