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El director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escovar, explica las razones del por qué se avaló la restitución del pañete del bien de interés cultural que “puede ser entendido como la piel de la arquitectura y cuyo fin es asegurar la protección del inmueble”.
EL NUEVO DÍA: Se han generado cuestionamientos por el recubrimiento total de la fachada del edificio, específicamente en la segunda planta. ¿Por qué se decidió pañetar los muros exteriores del Bic?
ALBERTO ESCOVAR: En la restauración se planteaba que el Panóptico iba a quedar como la gente lo recuerda. Sin embargo, en uno de los comités de obra se mostró que ese segundo piso que la gente recuerda con el ladrillo a la vista, presenta evidencia de que había estado pañetado y que adicionalmente de que estaba expuesto a la intemperie, estaba sufriendo un proceso de meteorización (descomposición de minerales). Eso es normal cuando los ladrillos tienen un bajo nivel de cocción y adicionalmente no había sido pensado para su exposición. El pañete es fundamental para proteger el edificio de la humedad y de las afectaciones climáticas. Además, que era extraño tener un edificio que tenía pañete en el primer piso, pero no en el segundo.
E.N.D.: Algunos miembros de la academia han sugerido que cubrir la estructura hace que pierda su valor histórico y cultural…
A.E.: El valor principal que tiene un edificio es el del uso, en el caso del Panóptico una vez dejó de ser una prisión y después un proceso de restauración muy dilatado y tormentoso, ese edificio ha estado abandonado. Por consiguiente el Ministerio de Cultura celebra y apoya la decisión de la Alcaldía de darle nuevamente uso que es lo que realmente le da valor al edificio.
En cuanto al aspecto es una discusión que hemos tenido en otras partes del país, la gente se acostumbra a ver los edificios de alguna manera. En el siglo XX hubo una tendencia de quitarle el pañete a los edificios. Tenemos casos e incluso el Ministerio de Cultura tomó esa decisión con el Museo Colonial, que es un edificio del siglo XX que estuvo pañetado y a mitad de siglo se le quitó, y a pesar de que hubo una evidencia histórica de que estuvo pañetado la gente lo recordaba sin este. En este momento el edificio está pañetado, pero fue una discusión que se generó pero que quedó totalmente solventada cuando se explicó técnicamente el porqué el edificio debía estar pañetado.
E.N.D.: Los diseños actualizados de la Escuela Taller contemplaban dejar la fachada al natural, y lo que dejaría un sin sabor es si el Municipio pagó por este trabajo, por qué no se tomó la decisión desde un principio y se cambia justo cuando se ejecuta la obra.
A.E.: Cuando uno hace un proyecto de restauración toma decisiones a partir de una realidad que es la que puede ver en el edificio sin necesidad de intervenirlo. Cuando se empieza una restauración hay muchos cambios que se producen en el desarrollo de la obra. Por ejemplo, se toma la decisión que el 70% de la cubierta se va a conservar, pero en el momento en que se quita el cielo raso y se verifica que hay que cambiarla se toma la decisión de removerla.
Es perfectamente normal en el proceso de una obra de restauración tomar decisiones que quedan avaladas en el acta de obra de ese día, esta es una obra mínima. Cuando se le cambia el color al edificio o se pañeta es una obra mínima, no requiere una modificación en la resolución, mientras esté científica y técnicamente justificada. Lo importante es que es una decisión que está avalada por el Ministerio de Cultura y que considera que es una buena decisión, que tiene toda la justificación histórica, técnica y que va encaminada a asegurar que ese dinero de la Alcaldía de Ibagué no se vaya a perder a la vuelta de algunos años.
E.N.D.: Han surgido otras dudas con respecto a la sobrecubierta del Panóptico. Se ha visualizado que se está instalado un material moderno. Con respecto a lo anterior, ¿se ha tomado alguna decisión?
A.E.: No, pero en ese caso si se fuera a modificar la estructura de la cubierta sí es un cambio que quiere una resolución. Sé que la teja que se tenía por el sistema constructivo que se ha empleado tenía dificultades porque no estaba amarrada. Pero a raíz de las inquietudes con el pañete y otros temas de la obra, la ministra Carmen Vásquez ha pedido que la arquitecta Constanza Paucart, quien ha acompañado la obra desde la Dirección de Patrimonio, viaje la semana entrante a Ibagué para aclarar cualquier inquietud adicional.
E.N.D.: El ejecutor de la obra planteó la posibilidad de solicitar al Ministerio de Cultura conservar el pórtico del BIC y que se tiene previsto ser demolido. ¿Ya hay avances en el tema?
A.E.: No, no nos han hecho la solicitud, pero todos los procesos de restauración son dinámicos, en el marco del desarrollo de la obra se pueden reconsiderar las decisiones, si nos solicitan la conservación del pórtico y si hay una justificación que así lo amerite es nuestra obligación revisarlo, son este tipo de decisiones las que el Ministerio puede revisar nuevamente. Eso no tiene problema.
IBAGUÉ (EL NUEVO DÍA).