Blade Runner 2049

En los dos filmes alusivos a ‘Blade Runner’ la ingeniería genética está muy a la vanguardia, como también la exploración y la colonización del espacio.

 

“Los replicantes son como cualquier otra máquina. Pueden ser un beneficio o un peligro. Si son un beneficio, no es asunto mío”. Con este texto arranca este filme que nos pone en alerta sobre el camino a seguir.

Antes de entrar en el análisis de esta película, es pertinente señalar como las salas de cine de la ciudad, se esfuerzan por traer películas que en otras latitudes son verdaderos éxitos de taquilla y de público.

De manera que bien vale la pena estar atentos a ciertas cinematografías exhibidas en Santa Marta y no pensar que no llegarán nunca a  nuestras salas de cine.

Respecto a la película que hoy nos ocupa, de pronto (digo de pronto) para disfrutar más este relato futurista (de exceso metraje), la cinefilia indica que independientemente de su diseño visual, aún es pertinente tener presente el filme de Scott que le precede ‘Blade Runner’, como para  creer  que Denis Villeneuve, uno de los cineastas más atrayentes de los últimos años (‘Enemy’, 2013), mantiene la atmósfera de la fábula, que de algún modo evoca clásicos como ‘Metropolis’, de Lang.

Y es que en el filme que le precede (y el actual), señala que en una sociedad tan desunida y espiritualmente enferma, donde considera que cada ser humano hace su vida sin relacionarse apenas con los demás; los replicantes, sin embargo hacer alarde una conducta más impersonal y social, y que de hecho, actúan como una auténtica raza.

Gonzálo Restrepo Sánchez Cineasta y escritor

 

La máxima “conócete a ti mismo” impera más en ellos, debido quizá a los intereses del espectador (y del cineasta, por supuesto) con base en algún eco trágico-helenística.

Otro aspecto a considerar en el discurso de la película que por estos días se exhibe en la ciudad, es que parece que algunos personajes fueran sacados de la tragedia griega. El director Ridley Scott juega bien con la identificación que se construye entre lo que conocen los personajes y lo que conoce el espectador.

Es curioso repasar en cómo las novelas y las películas que prevén el futuro, aciertan en muchas cosas (e incluso van más allá), anticipándose a lo que está por venir con una revelación admirable, siendo sus autores ciertamente unos soñadores.

En los dos filmes alusivos a ‘Blade Runner’ la ingeniería genética está muy a la vanguardia, como también la exploración y la colonización del espacio, amén de los vehículos voladores.

De todas formas, en lo estrictamente cinematográfico, en la película ‘Blade runner 2049’, hay algunos aspectos a considerar. Lo primero es la música Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch (para “Oscar”), que envuelve de forma perfecta este universo distópico en el que se desarrolla la trama del filme.

Otro semblante a reflexionar (en él se puede ver al blade runner encarnado por  Ryan Gosling deambulando por una gris urbe futurista y que ya conocíamos en el filme de Scott), es la fotografía de Roger Deakins, que glorifica los más furtivos parajes de los replicantes.

Y para dejar otra reflexión: Esta historia sobre las identidades, separa la subjetividad simbólica y, la experiencia cinematográfica vital la asimila el espectador como una pesadilla: algo de infortunio y crispación en sus dos tercios iniciales, y como una auténtica agonía en el último tercio (prefiero no cometer spoiler).