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Indígenas de La Guajira atacan a sus hermanos koguis de Santa Marta
La casa ancestral, en el área de Arrecife, fue el centro de la disputa. Asimismo, la tala de un árbol sagrado donde mamos y ancianos realizaban sus pagamentos encendió los ánimos. El pueblo clama acciones de las entidades nacionales.
El ataque estaría motivado por asuntos políticos.
El pueblo Kogui del Magdalena, resguardado en el Parque Natural Tayrona, reportó un nuevo ataque por parte de sus hermanos procedentes del departamento de La Guajira. En las últimas horas un grupo de indígenas arremetieron contra la zona de Arrecife, y con motosierras en mano cortaron un árbol sagrado en señal de opresión.
Según los afectados, este ataque obedece a razones políticas dirigidas, presuntamente, por el líder Arregocés Conchacala Zalabata, el cual viene siendo señalado desde 2021 de hostigamientos sistemáticos a los asentamientos ancestrales de la Sierra Nevada.
De acuerdo con el informe de los koguis, la conducta irruptora de Conchacala es respaldada por otros indígenas del macizo montañoso, que al llegar al Tayrona les dejaron un mensaje: “Toda la región baja de Magdalena ya le pertenece a los de La Guajira, desde Dibulla hasta Río Frío, y nosotros somos las legítimas autoridades”.
En el acta de la arremetida, quedó consignado que las amenazas del supuesto grupo del cabildo Conchacala se cumplieron, lo dicho por esta escuadra durante el mes anterior, se dio a cabalidad.
Cinco personas sin mediar palabras, ni pedir permiso a los mayores de ese lugar, se dirigieron a un árbol especial para su cosmovisión y ritos, y empezaron a cortarlo. Ante esto, el mamo quedó perplejo, con mucha tristeza, sin saber qué pensar ni qué decir, porque justo esa especie es sagrada, y allí era donde hacían pagamentos a la madre naturaleza.
“También hablaron de que el Nujue (casa ancestral) que se estaba levantando, era muy pequeña, y que por orden de ellos debían hacerla más grande, que tenían que destruir lo que ya llevaban. Luego de destruir el árbol sagrado, un tal Toño nos regañó toda la noche, diciéndonos que ya debíamos salir de allí, porque esas tierras no era nuestras, que la tierra les pertenece es a la gente de Arregocés”, dice la denuncia.
Según los sometidos a esta ‘dictadura’, como la califican algunos, temen porque los enviados del cabildo prometieron volver este fin de semana para definir qué hacer con la construcción.
Por esta situación, el pueblo del Magdalena pide la intervención de las entidades nacionales, como por ejemplo, Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y el ICBF. “Que el Parque nos diga si es delito o no talar un árbol en esta área, porque los que llevamos muchos años viviendo aquí, siempre hemos respetado esas normas, pero ahora llega la gente de Arregocés con motosierra y talan un árbol como si no fuera nada y además de eso, lo más grave, a los mamos y ancianos del lugar nos han violentado nuestro espacio sagrado donde hacemos pagamentos, ¿Hasta dónde va llegar esto?”, hacen énfasis los indígenas.
La comunidad confinada en su propio territorio, asegura estar pasando grandes necesidades ante la carencia de alimentos, ya que desde que empezó la conquista de Arregocés Conchacala les fueron confiscadas las parcelas que habían trabajado, todos los cultivos y los animales domésticos.
“Hay mucha enfermedad y no nos atienden en medicamentos, no nos hacen visitas médicas. Hace unos días mandaron un personal de salud, pero eran la misma gente de Arregocés, y no nos atendieron porque dijimos que somos de la Asociación de Autoridades Tradicionales Kogui del Magdalena Munkuawiñmaku. Hay muchos niños y adultos enfermos con gripas, tos, bronquitis… También pedimos que el Instituto de Bienestar Familiar haga una visita a la comunidad para que valore a los menores”, concluye la petición del pueblo kogui atrincherado.
