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FOTOS: Indignación y rechazo durante el sepelio de la joven Taliana Lozano
Escenas de dolor, protesta, reclamos y desmayos se registraron durante el sepelio de la joven Taliana Lozano Méndez, quien murió el pasado lunes por una bala perdida cuando cerca de su casa en el barrio Manzanares, se realizaba un dispositivo de la Policía contra varias personas que, al parecer habían infringido la ley.
El féretro cargado por jóvenes menores de ambos sexos, fue traído en hombros desde su casa en la calle 34 con carrera 5, del sector de ‘Rincón Guapo’, en el barrio Manzanares, hasta el cementerio San Miguel donde fue sepultada en medio de llanto por parte de familiares y amigos de barriada.
Antes de llegar a su última morada, quienes en vida la quisieron, decidieron llevar el féretro hasta el Comando del Departamento de Policía Magdalena ubicado en la Avenida Santa Rita con carrera 2, donde lanzaron consigna por la irresponsabilidad de las autoridades durante el cumplimiento de un dispositivo.
Alguien que hacía parte de la comitiva de acompañamiento, les hizo saber que la Policía Magdalena, nada tienen que ver con la seguridad de la ciudad, porque ellos responden desde la Ye de Ciénaga hacia el resto del Magdalena, los responsables de la seguridad en Santa Marta, Ciénaga, Puebloviejo y Sitionuevo, le corresponde a la Policía Metropolitana de Santa Marta, cuya sede queda en Bureche.
EL COMANDO DE POLICÍA
Siguiendo con el protocolo establecido por los deudos de Taliana, de allí, bajos los acordes de la música champeta, que tanto le gustaba, salieron por la calle 22, luego tomaron la carrera 5 hasta la calle 21 donde siguieron derecho hasta el Cementerio San Miguel.
Antes de llegar a la bóveda que sería su última morada, el féretro fue ingresado a la Capilla San Miguel donde se cumplió un acto social y religioso por parte de la comunidad del barrio Manzanares que se hizo presente.
Allí el líder comunal Harold Hernández, más conocido como ‘La Cobra’, dijo un discurso póstumo que hizo llorar a los asistentes, registrándose varios desmayados por el intenso dolor y por las altas temperatura.
El líder social recordó que Taliana, una agraciada joven con toda una vida por delante era muy querida en el sector por su don de gente y por su carisma de joven servicial y agradecida con lo que Dios le había dado hasta ese momento en que si vida fue truncada por una bala perdida.
Sus compañeras de barrio y de colegio también hicieron uso de la palabra por momentos breves, en los cuales exaltaron su vida, su compañerismo y su don de gente que siempre estaba dispuesta para brindar ayuda al que necesitará de su servicio.
“La recuerdo como esa gran amiga, que todos los días, nos inculcaba el amor por el estudio, no hacía recomendaciones para que no cayéramos en situaciones donde nuestras vidas corrieran peligro, ni nuestra reputación se desmejorara”, dijo una de las jóvenes que cargaban el féretro.
Durante el acto religioso a cargo del padre Fajib Yacub en la iglesia San Miguel, su discurso u homilía de la palabra conmovió a muchos, Habló de los valores que se inculcan desde jóvenes. También dijo lo importante que son las buenas costumbres en la crianza de las personas y destacó el compañerismo de quienes estuvieron con ella en todo momento.
“Hoy esta alma truncada en todo el esplendor de su vida, cuando apenas le sonreía a la vida, nos abandona de este mundo terrenal, pero será recibida por Dios donde seguramente seguirá su legado”, puntualizó el padre Fajib.
MOMENTOS FINALES
Fueron las escenas de dolores más conmovedoras que he visto, dijo uno de los sepultureros del San Miguel, cuando le tocó alzar el féretro para introducirlo a la bóveda donde permanecerá por siempre ante los ojos de Dios y su familia.
Fueron muchas las personas desmayadas, quienes le profesaron amor y lealtad a Taliana, hasta ese momento fatídico en que una bala perdida esa madrugada del lunes 25 de marzo, le arrebató la vida.
Para Diana Méndez Viloria, madre de Taliana Lozano Méndez, era la segunda prueba que Dio le mandaba. Hace 11 años su otra hija Wendy Pérez Méndez, de 12 años, para la época, una bala perdida también le arrebató la vida.
Hoy con el consuelo de sus otros hijos, el de su familia y la comunidad de ‘Rincón Guapo’, en el barrio Manzanares, Diana Méndez Viloria sintiendo el vacío que le deja Taliana y el que había dejado Wendy, aferrada a la vida seguirá adelante tal como se lo prometió a su hija, momentos ante de morir.