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El papa pide “respuesta humanitaria” para migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá
El papa Francisco urgió este domingo a la comunidad internacional a ofrecer una “respuesta humanitaria” a los miles de migrantes que se ven obligados a cruzar la peligrosa selva del Darién, entre Colombia y Panamá, en su marcha hacia Estados Unidos.
“Hoy quiero recordar a los miles de migrantes que intentan cruzar la selva del Darién entre Colombia y Panamá”, dijo el pontífice argentino, tras el rezo del Ángelus.
“A menudo se trata de familias con niños que se aventuran por caminos peligrosos, engañados por quienes les prometen falsamente una ruta corta y segura, maltratados y robados”, continuó el jesuita, que cumplió 87 años este domingo.
A continuación, Francisco urgió encontrar una “respuesta humanitaria” y pidió “un esfuerzo conjunto de los países más directamente afectados y de la comunidad internacional para evitar que esta trágica realidad pase desapercibida”.
Más de medio millón de migrantes han cruzado la inhóspita selva del Darién en lo que va de año, una cifra récord que duplica los registros de todo 2022, informó el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, a AFP a inicios de diciembre.
La frontera natural del Darién, que separa a Colombia con Panamá, mide 266 km de largo y tiene una superficie de 575.000 hectáreas.
El Tapón del Darién se ha convertido en uno de los corredores más peligrosos para los migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de América Central y México.
Además de los obstáculos naturales, los migrantes que han emprendido la travesía han denunciado robos, secuestros y violaciones.
Duro golpe a red de tráfico de migrantes
Justamente, este sábado, un día antes de las palabras del papa, se conoció que tras meses de investigaciones, se hizo un operativo conjunto entre Fiscalía y la Dijin de Colombia y la Oficina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, contra una red de tráfico de personas encargada de transportar ilegalmente desde Norte de Santander y Nariño a migrantes asiáticos, africanos y de varios países de América para llevarlos hasta Urabá con destino a las selvas del Darién.
Según la Fiscalía, la organización sería responsable de mover ciudadanos de África, Asia, así como cubanos, haitianos y venezolanos que ingresaban irregularmente al país, desde Ipiales y Cúcuta hasta Necoclí. También movían migrantes de la zona fronteriza con Venezuela hasta puntos limítrofes con Ecuador.
Las investigaciones lograron precisar que los traslados se realizaban en buses que pertenecerían a integrantes del grupo ilegal, y con el acompañamiento de motociclistas, también llamados ‘moscas’ que brindaban seguridad y alertaban sobre la presencia de las autoridades en la vía.
Las autoridades lograron documentar la responsabilidad de este grupo en el tráfico ilegal durante el último año de 229 migrantes, siete de ellos menores de edad, por lo cual se emitieron órdenes de captura contra nueve personas en seis diferentes lugares del país y deberán responder por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de migrantes.
