Pájaros sembradores de bosques y paz

El canto de las aves, su aleteo y colorido hacen parte de la aventura, que al amanecer de cada sábado un grupo de amantes de la avifauna se toma la Quinta de San Pedro Alejandrino, para disfrutar del programa ‘Pájaros sembradores de bosques, Aves de La Quinta’.

La Asociación de Observadores de Aves de Santa Marta y la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo  a través de la iniciativa ‘Aves de La Quinta’, busca generar espacios de valoración de nuestra biodiversidad y en especial nuestra avifauna.

Así lo explicó su coordinador, Luis Delgado, quien ideó esta actividad con el apoyo del experto y biólogo Carlos Villa, que cuenta con el acompañamiento de los investigadores Francisco Troncoso y Walberto Naranjo, quienes cada quince días, todos los sábados, comparten su experiencia y aportes en los recorridos de avistamiento.

 Gracias a las jornadas de avistamiento de ‘Aves de La Quinta’, nació la Asociación de Observadores de Aves de Santa Marta y el Caribe, que logró su  Personería Jurídica el 4 de julio 2019, consolidándose como uno de los grupos de observadores de aves más activos de la región Caribe colombiana.

La iniciativa ‘Pájaros sembradores de bosques, Aves de La Quinta’ integra la programación cultural 2019  del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, proyecto apoyado por el Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura y la Alcaldía Distrital de Santa Marta.

El biólogo Carlos Villa explica  que  una de las principales ventajas para el país es el acceso a zonas naturales anteriormente vedadas o consideradas peligrosas para visitar, lo cual es una gran oportunidad para desarrollar proyectos de investigación científica o emprendimientos comunitarios de ecoturismo, un renglón económico que hasta hace poco solo podía desarrollarse en algunas regiones.

“En ese contexto el ‘aviturismo’, como la acción de visitar algún lugar con el fin de observar aves en su entorno natural, es una de las potenciales promesas de la economía nacional. Con más de 1.900 especies, Colombia posee la mayor diversidad de aves del mundo, por esto es uno de los lugares preferidos para visitar por aficionados a la observación de aves”, expresó el experto en la materia.

Se proyecta que alrededor de 15.000 observadores de aves podrían llegar al país, lo que representaría ingresos de alrededor de US$9 millones. Es por eso que algunas regiones se están organizando a fin de recibir esta ola de turistas.

El Caribe colombiano es de particular interés, sitios como la Ciénaga Grande de Santa Marta, SFF Los Flamencos, la Serranía del Perijá, la Sierra Nevada de Santa Marta, manglares en Córdoba, o el ecosistema de bosques secos tropicales ofrecen una gran diversidad de avifauna.  Solo en la Sierra Nevada de Santa Marta se encuentran más de 25 especies endémicas, que no están en ningún otro lugar del mundo, y son lugares en las listas de todo aquel que se precie de ser un pajarero profesional.

Dice Carlos Villa que para poder atender satisfactoriamente a todos estos visitantes extranjeros y nacionales “es necesario generar una cadena de valores, incluyendo sitios de hospedaje, transportistas, guías de observación, etc., siendo estos últimos una de las principales falencias para esta economía en crecimiento, ya que en muchos lugares, como parques naturales, aún no se cuenta con personal capacitado”.

Ha sido una experiencia maravillosa la iniciativa ‘Aves de La Quinta’, así lo expresa Luis Delgado, coordinador de esta actividad, quien dice que el interés por las aves va más allá, “porque hemos creado una red alrededor de la protección de nuestras especies; contamos con no solo expertos, sino un grupo de verdaderos apasionados por la conservación de la avifauna”. Durante el 2019 han contado con más de 600 participantes en 19 jornadas, todas variadas y especializadas con niños, nocturnas, para guías de turismo.

Luis Delgado, coordinador de ‘Aves de La Quinta’, aseguró que “recientemente se realizó una jornada dedicada exclusivamente a guías de turismo en formación o profesionales que quieran conocer más sobre esta actividad, la responsabilidad que conlleva el desarrollo de la misma tanto con los turistas como con nuestras aves, compartir buenas prácticas de aviturismo y cuidado del medio ambiente”.