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La crisis financiera, el dolor de cabeza del Minsalud

La crisis financiera, las deudas y los incumplimientos son los temas que le quitan el sueño a Juan Pablo Uribe, ministro de Salud. 

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Las dificultades de los hospitales públicos, la crisis financiera del sector y la atención médica –sobre todo en las zonas más vulnerables del país– son los asuntos que, por ahora, no dejan dormir tranquilo al ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, aunque espera que sean problemas que tengan solución a través del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que se discute en el Congreso de la República.

Dice haber encontrado un sector dinámico y heterogéneo, pero con “marcados desequilibrios”, sobre todo en materia financiera, dado que el déficit que se tiene estimado está entre $6 y $8 billones, lo que, de una u otra manera, afecta la calidad y eficiencia en el servicio que requieren los usuarios del sistema.

El ministro, además, aclara que si bien no hay una fórmula mágica que permita definir una única estrategia para superar las dificultades, destaca que la implementación de más herramientas de sanción a la Superintendencia de Salud, el estudio de un acuerdo de punto final para definir las deudas del sistema y la atención en salud de los venezolanos que han salido de su país; son algunas de las tareas que se han cumplido, pues en el caso de los migrantes, se han desbordado las capacidades institucionales, aunque esto no solo ocurre en este sector.

De igual manera, el ministro destaca que el país atraviesa un incremento de casos de dengue que ha duplicado las cifras del año pasado, que aunque es normal cada tres años, ha llevado a su cartera a aumentar los esfuerzos de prevención y control frente a los casos pues, hasta el viernes pasado, se habían registrado 20 mil en todo el país.

EL COLOMBIANO habló con el ministro Uribe sobre la realidad del sector, en el que, destaca, le preocupa “el desempeño del hospital público y el esfuerzo sectorial en prevención de la salud y promoción de la enfermedad”.

 

¿Cuáles son los asuntos que más le preocupan?

“A todos nos quita el sueño la situación financiera, las deudas e incumplimientos; en algunas regiones, la situación de los hospitales públicos y, por supuesto, retos grandes de salud pública, en particular en zonas vulnerables y donde es necesario un mayor esfuerzo de equidad”.

 

La Superintendencia de Salud dijo hace dos semanas que la corrupción está por todos lados. ¿Qué han encontrado y cuáles son las estrategias para enfrentar ese fenómeno que ha corrompido todos los sectores?

“La preocupación por la corrupción sectorial es mayor. Por eso hicimos un esfuerzo inmediato para fortalecer las competencias de la Supersalud con el apoyo del Congreso. Requerimos acompañar y apoyar el trabajo de los órganos de control. Es muy importante hacer un mayor desarrollo en formación pública y de mejor regulación sectorial. Con más transparencia en la información podremos sumarnos como veedores y garantes de los recursos”.

 

Ya empezó la discusión del PND, ¿cuáles son las principales apuestas del gobierno en este sector?

“El capítulo de salud tiene plena alineación con el propósito superior de un pacto por la equidad. En ese sentido buscamos los instrumentos para resolver las dificultades, el acceso y financiamiento a tecnologías en salud no financiadas con la Unidad de Pago por Capitación (UPC, que es lo que cada EPS recibe anualmente por cada afiliado) y reconocimiento de su deuda, a través de lo que hemos llamado acuerdo de punto final. Planteamos desarrollos para contar con pagos atados a resultados y fortalecer el giro directo, aumentar la transparencia y crecer en solidaridad”

 

Senadores y analistas del sector han denunciado varios “micos”. Para citar dos ejemplos, está el pago a EPS para que adelanten campañas de prevención –que es su trabajo– y que los “menos pobres” también aporten en la financiación del sistema. ¿Qué responderles, teniendo en cuenta que el gobierno en sus bases habla de equidad, algo que se ve contrario con lo que se lee en el PND?

“Acá no hay micos. Estas dos propuestas son una oportunidad para el progreso sectorial, sujetas al bienvenido debate. En la primera, estamos proponiendo tomar unos recursos que hoy se asignan a las EPS para promoción y prevención y condicionarlos en su ejecución al logro de resultados ciertos para la población colombiana, esto es ejemplo de mejores prácticas y políticas sociales, no premiar el gasto, sino reconocer el resultado que le da bienestar y transforma la vida de los ciudadanos”.

 

Y en el segundo asunto…

“Hemos reiterado el compromiso de mantener y sostener los subsidios plenos en salud para más de 19 millones de colombianos pobres y vulnerables. Lo estamos planteando para familias que tienen fuentes de ingreso que les dan la capacidad para estas contribuciones parciales, ser solidarios con la población más pobre y, al mismo tiempo, entrar a la cobertura de aseguramiento. Este instrumento nos podrá ayudar a fortalecer la solidaridad e invitar a familias que hoy no pueden estar en ninguno de los dos regímenes para que entren al aseguramiento en salud”.

 

La migración ha desbordado las capacidades del Estado en todos los sectores, ¿cómo está la situación en el sector salud?

“Hemos articulado una respuesta en tres dimensiones. La primera, contención de riesgos en salud pública. Por ejemplo, en enfermedades infectocontagiosas, hemos aplicado cerca de un millón de dosis adicionales de biológicos para la protección epidemiológica. La segunda, acompañamiento a la red hospitalaria pública en la que muchos están haciendo un gran esfuerzo para atender en especial, urgencias y requerimientos materno infantiles de la población migrante ya que muchas veces van más allá en su esfuerzo asistencial. Para ellos hemos podido movilizar $40 mil millones y tenemos el desafío de conseguir más recursos para acompañar esta respuesta solidaria frente a los migrantes. Y la tercera, la incorporación de los migrantes que han regularizado su condición a los regímenes contributivo y subsidiado. Este esfuerzo debe ser sostenido y esperamos poder acelerarlo”.

 

Hace dos semanas se conoció la orden de un juez de la República enfocada en la erradicación y restitución del asbesto, ¿cuál es su posición…?

“Acatar y cumplir la orden judicial, que va en el sentido de esfuerzos legislativos previos, para lograr la eliminación del asbesto, con un periodo de transición”.

 

En Colombia siguen muriendo mujeres en quirófanos por malas prácticas estéticas, ¿qué ha hecho el gobierno para enfrentar este fenómeno y evitar que falsos profesionales practiquen cirugías sin tener las capacidades para esto?

“Este es un dolor recurrente que vemos en varias ciudades. Quiero trabajar de la mano con las asociaciones médicas para reducir este tipo de riesgos. Hemos vuelto obligatorio el registro de especialistas en la base de profesionales de la salud, avanzamos en ese sentido. Necesitamos más capacidad y fortaleza en las funciones de inspección, vigilancia y control de los entes territoriales, un debate necesario en el PND. Aprovecho la oportunidad para hacer un llamado a los ciudadanos para que siempre revisen con quién y dónde se van a hacer las cirugías. Ese control ayudará”.

 

Una de las principales promesas del presidente Duque siendo candidato fue definir el acuerdo de punto final, para identificar las deudas reales y el déficit en el sistema de salud. ¿En qué va?

“Nuestro compromiso es con un acuerdo de punto final y estamos recogiéndolo en el PND. Este acuerdo parte de auditar y luego conciliar las cuentas que se han acumulado y se deben, en ambos regímenes, por servicios y tecnologías no financiadas por la UPC. Una vez conciliada la cifra, el Gobierno Nacional reconocerá esa deuda y financiará su cubrimiento, buscando que los recursos lleguen hasta el final de la cadena de servicios, donde están prestadores, proveedores y talento humano. Todo esto debe estar encaminado a devolverle confianza y credibilidad al sector, a mejorar el estado financiero de las instituciones y, sobre todo, mejorar la calidad de la atención”.

 

Las urgencias de Colombia siguen siendo un punto débil en la atención médica del país, sobre todo en las regiones pequeñas. ¿Cuál es su estrategia para que los colombianos no sigan muriendo por falta de atención?

“Quiero resaltar el inmenso esfuerzo que hacen los servicios de urgencia. Los he recorrido y tengo inmenso orgullo por los esfuerzos que hacen los profesionales de la salud en las urgencias colombianas. Necesitamos fortalecerlas y por eso el Ministerio está desarrollando proyectos para elevar la capacidad de los Centros Reguladores de Urgencias y Emergencias (Crue) y también necesitamos fortalecer las redes asistenciales de las EPS, para que las urgencias no colapsen con pacientes que realmente no tienen una urgencia, sino la necesidad de la autorización oportuna de una cita”.

 

¿Qué se hará para enfrentar las muertes por desnutrición, sobre todo en regiones como La Guajira o Chocó, que son las más afectadas?

“Estamos implementando un plan específico de trabajo intersectorial para fortalecer la seguridad alimentaria y atacar la desnutrición, con liderazgo desde el más alto nivel de gobierno y participación de todos los sectores como agua, medio ambiente, agricultura, educación, Bienestar Familiar, Prosperidad Social y por supuesto salud. Este es un reto de todo el Estado y la coordinación de las acciones específicas de promoción, de alimentación, prevención de la inseguridad alimentaria y detección oportuna de la desnutrición. Este reto exige el concurso de todos los niveles, especialmente en las zonas afectadas”.

El Colombiano

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