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Inflación para febrero cedería a 7,54% anual por desempeño de alimentos y bebidas
Según investigaciones Bancolombia, la corrección en los precios de los alimentos permanecería como la principal fuente de moderación en la canasta total
Faltando poco más de una semana para que salga la inflación de enero, el mercado ya comienza a lanzar sus apuestas de lo que se viene, no solo para ese mes, sino también para febrero.
Investigaciones económicas de Bancolombia fue uno de los que ya hizo un análisis para el segundo mes del año, en el que prevén que el proceso de desinflación continuaría en febrero tras un avance mensual de 0,90%, que reduciría la inflación total a 7,54% anual.
De cumplirse esta proyección, el ritmo de avance de los precios se ubicaría en el registro más bajo desde febrero de 2022 a raíz de la evolución favorable en los bienes y la estabilidad en los alimentos, en tanto que los regulados evidenciarían menores presiones alcistas y en los servicios se mantendría la persistencia.
El análisis del banco indicó que, «la corrección en los precios de los alimentos permanecería como la principal fuente de moderación en la canasta total, pues el registro del rubro descendería hasta 1,37% anual». Lo anterior mostraría el dato anual más favorable de este rubro desde agosto de 2018.
Todo esto, se daría en un marco en el cual el segmento perecedero atraviesa un buen momento por los menores precios de los insumos, adelantamiento de algunas cosechas, y porque, por ahora, no parece
haber efectos adversos muy marcados del fenómeno de El Niño en la productividad agrícola. Los alimentos procesados permitirían también la tendencia a la baja.
Ahora, en cuanto a la inflación básica, sin alimentos, el análisis del banco estima que caería hasta 9,12% anual. «Al respecto, los precios de los bienes extenderían su evolución favorable, pues su inflación anual sería de 4,88%», señaló la entidad.
Este desempeño, implicaría la menor tasa anual desde diciembre de 2021, como resultado de la fuerte debilidad en la demanda de bienes que ha conllevado la desaceleración de la economía, sumado a los favorables niveles en la tasa de cambio recientes.
Frente a las presiones alcistas, se cree que se mantendrán en los servicios y, en menor medida, en los regulados.
Algo que detalla el banco es que, «si bien el fin de las alzas discrecionales en el precio de la gasolina propiciaría una mayor corrección, los altos costos en las tarifas de energía ante el impacto del fenómeno de El Niño mantendrían la presión en los regulados donde, aunque el retroceso sería de 0,95 pp en la anual, la inflación del rubro se mantendría elevada, en 15,46%».
Finalmente, en lo que tiene que ver con los principales riesgos que podrían ocasionar una menor caída en la inflación, se destaca, la magnitud del impacto de El Niño, la indexación y la falta de claridad respecto al proceso de ajuste del precio del Acpm.