Criminalidad cada vez está más camuflada en la sociedad

Grupo de juristas y expertos en Derecho Penal que participan en un Congreso Internacional que se cumple en Santa Marta gracias a la organización de la Universidad Sergio Arboleda a través de su Escuela de Derecho y el Departamento de Derecho Penal. /MONTINER ALVIS

 

En el evento se han dado a conocer las distintas posturas académicas y prácticas en materia penal que proporcionan criterios de orden investigativo y empírico a los futuros profesionales del Derecho.

 

 

Luchar contra la criminalidad organizada exige cada día una mejor capacitación y formación porque esta se ha camuflado en casi todas las esferas sociales y negocios lícitos. Así coincidieron los juristas y expertos en Derecho Penal que participan en un congreso internacional que se realiza en Santa Marta.

La actividad de extensión académica que se desarrolla en el auditorio del Centro Recreacional San Fernando, del Cantón Militar Batallón Córdova, reúne a reconocidos panelistas nacionales e internaciones quienes abordan la problemática de la criminalidad organizada como un asunto complejo que traspasa las fronteras de los países.

 

Doctora Laura Zúñiga, de la Universidad de Salamanca, durante su intervención se refirió a los delitos de ‘cuello blanco’ en los ámbitos económico y político. /MONTINER ALVIS

 

La Convención de Naciones Unidas sobre criminalidad organizada transnacional firmada en Palermo (Italia) en diciembre de 2000, aplica dos criterios para determinar el carácter transnacional a un delito cometido por un grupo delictivo organizado. En primer lugar, si el delito se comete en más de un Estado; y en segundo lugar si el delito se comete en un solo Estado pero la situación delictiva implica un carácter transnacional.

Según la doctora Laura Zúñiga Rodríguez, en cada país existen normas y leyes para contrarrestar la criminalidad aunque lo más importante es la aplicación con resultados. ‘‘Es valiosa la formación de los jueces, de fiscales y de policías ya que siempre se ha estudiado el derecho penal de una manera simple relacionado con homicidios o asesinatos pero hoy la criminalidad está camuflada en negocios lícitos por lo que se requiere de conocimientos financieros, tributarios, mercantiles y mucho más especializados’’, recalcó.

Agrega que la apuesta está dada a la búsqueda de técnicos especializados y apoyar equipos de investigación que puedan combatir la criminalidad con mejor efectividad. Durante su intervención Zúñiga habló de las características de los delitos de ‘cuello blanco’ en el ámbito del poder económico y político el cual es ejercido por personas con muchísima formación que solo les interesa el fin de lucro, los beneficios financieros y las ganancias. No requieren resocialización porque están totalmente adaptados, se corrompen porque tienen mucho dinero y finalmente el éxito supone tener riquezas sin importar cómo.

 

Simón Herrera Bazán, experto quien llegó de México.

 

Fue categórica al afirmar que este tipo de criminalidad no se registra casi a través de los medios de comunicación aunque existen pocas excepciones y mencionó el caso de Odebrecht que ha empañado todas las altas esferas económicas, de funcionarios y hasta de los últimos presidentes donde deja al descubierto la magnitud del daño que produce la corrupción privada y la corrupción pública.

‘‘A mí me preocupa mucho este tema porque es un claro ejemplo de la criminalidad organizada transnacional donde las ramificaciones de este pulpo son amplias. Vienen de Brasil van por Colombia, Ecuador, Perú y las consecuencias es que los estados tienen que cooperar entre todos, las Fiscalías tienen que cooperar en materia de pruebas y los jueces tendrán que analizar las pruebas que salen en otro país’’, dijo. Reconoce que lo malo de lo transnacional es que las pruebas se tienen fuera del país pero lo bueno es que se da una presión desde afuera para investigar y no es fácil ya que estos delitos son de poderosos.

La doctora Laura Zúñiga llama la atención en que no solo los malos son aquellos que están en la criminalidad organizada sino que también hay otras formas de criminalidad con efectos tangibles en la economía y en el ámbito de los negocios. ‘‘La percepción humana es vital porque una sociedad no siente ni ve el daño social que produce la corrupción cuando hay quienes dicen mientras haya obras no importa. Creo que esto realmente debe cambiar’’, recalcó la experta internacional.

 

Al auditorio del Centro Recreacional San Fernando, del Cantón Militar Batallón Córdova, asisten magistrados, jueces y estudiantes de Derecho, para analizar la problemática de la criminalidad organizada. /MONTINER ALVIS

 

A su turno el doctor Simón Herrera Bazán, quien llegó de México, ratificó la urgente necesidad que existe en la especialización de jueces y fiscales para frenar la criminalidad organizada ya que los legisladores de crimen organizado deben conocer a fondo el tema.

Advierte que la corrupción y el crimen organizado van de la mano y ha crecido de tal modo que ya no es una afectación única en un país sino que a través de los avances tecnológicos ha traído una transnacionalización que impacta a varios países. ‘‘El gran problema se centra en que los países poderosos y aquellos grupos de millonarios necesitan de las actividades del crimen organizado para hacer crecer su negocio y no puede dejarse a un lado la responsabilidad social de cada estado en la persecución y judicialización de este crimen’’, anotó.

Puntualizó diciendo que ‘‘la gama de comisión del crimen organizado no es únicamente el delito contra la salud sino que implica crímenes tan deleznables como el tráfico de órganos, la trata de personas y lo peor aún todavía que nosotros somos realmente los prisioneros del crimen organizado y no lo que el Estado pretende hacer del crimen organizado un prisionero’’.