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En medio de la indignación, el estupor y la solidaridad avanzó la caravana con el féretro hacia el cementerio en donde le dieron sepultura a la niña de 10 años asesinada el pasado fin de semana. /MONTYNER ALVIS.
El sepelio de la menor se realizó en horas de la tarde de ayer en el cementerio San Jacinto de Gaira. Mientras que sus familiares le daban el último adiós, el hombre al que la Policía sindica de ser el presunto responsable, Gilberto Luna Parra, de 45 años de edad, era presentado ante un Juez de la República el cual anoche lo envió a la cárcel.
En medio de una impresionante manifestación de solidaridad, con banderines, globos blancos y cánticos en los cuales se exigía justicia, se cumplió el sepelio de la menor asesinada a puñaladas, Nataly Paola Pérez Velásquez en el cementerio San Jacinto del corregimiento de Gaira.
Una multitudinaria marcha entre la que participaron familiares, amigos y habitantes del barrio Zarabanda, estuvieron unidos en oración por este horrendo hecho que estremeció a toda Colombia.
Al sepelio concurrió la gobernadora del departamento del Magdalena, Rosa Cotes de Zúñiga y el comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Gustavo Berdugo Garavito y otras autoridades, quienes estuvieron en el acto religioso acompañando a los padres de Nataly en estos momentos de dolor.
Lo que ayer vivió Gaira fue algo verdaderamente doloroso. Así se observaban los rostros de los progenitores de la pequeña, de sus tíos, primos y amigos, donde el llanto fue inevitable mientras más se acercaba el momento de cumplirse las exequias.
“No hay palabras para explicar este dolor tan grande. Solo pido a Dios fortaleza de lo que imagino nunca nos repondremos. Quiero que sea un mal sueño, no hay cómo despertarse. Pero anhelo en este momento justicia terrenal y divina”, relató María García Pérez, allegada a la víctima.
CRIMEN CON SEVICIA
El horrendo crimen de la niña de 10 años ha estremecido a toda la ciudad por la sevicia con la que actuó el asesino, quien la apuñaló 11 veces, nueve de ellas en su cuerpo y dos en el cuello, indicó el reporte médico.
Es de anotar que las autoridades reportaron doce horas después del crimen la captura con orden judicial de Gilberto Luna Parra, de 45 años de edad, a quien señalaron por los hechos y elementos de prueba del asesinato. Sin embargo, su esposa negó tales acusaciones.
Este fue llevado fuertemente escoltado por uniformados de la Policía hasta la sede de los juzgados en el edificio Galaxia, en donde fue presentado ante un juez quien le definirá su situación judicial.
ASÍ TRANCURRIÓ EL SEPELIO
Los restos de la menor Nataly Paola Pérez Velásquez estuvieron en la funeraria desde las 3:00 de la tarde y al acto religioso asistieron centenares de personas que en medio del llanto, ira y dolor, exigieron justicia.
Con el pasar de las horas, los últimos detalles del sepelio dolían a cada uno de sus allegados. “Ver a todos reunidos aquí la verdad que nos conmueve a todos. En este momento yo aún no asimilo el tema. No entiendo por qué se llevaron a un angelito, porque sí que lo era; fue una niña muy educada y entregada a su familia”, comentó Ximena López González, vecina de los progenitores de la niña.
A las 5:15 de la tarde, aproximadamente, después de una oración cristiana presidida por el pastor de la Iglesia cristiana a la cual concurría Nataly conm sus padres, el féretro con los despojos mortales de la menor llegó hasta el cementerio de Gaira, en donde con cánticos y voces de justicia le dieron el último adiós.
Sus familiares protagonizaron escenas de dolor y todo el pueblo lloró con ellos su partida, y la llamaron ‘El angelito de Gaira’.
‘TODOS SOMOS NATALY’
En redes sociales fueron muchos los que se solidarizaron con los allegados de la pequeña y con las frases ‘Todos somos Nataly’ y ‘Ni una más’, expresaron su clamor para que haya justicia en el caso.
“Hoy queremos demostrar que esas familias no están solas, que no son minorías y que toda Santa Marta los apoya. A las autoridades pedimos que el crimen no quede impune, al Juez que tome la mejor decisión y castigue a quien tenga que castigar”, sostuvo Ingrid Navarro.
UN BARRIO ADOLORIDO
El crimen de Nataly ha logrado horrorizar y conmover a toda la ciudad pero más a sus vecinos y residentes del corregimiento de Gaira. En el barrio Zarabanda, exactamente en la zona donde vivía la niña; un inmueble humilde y que a simple vista se nota que fue construido con el sacrificio de la familia, sus amigos dicen que “este suceso dejó cicatrices en sus corazones”.
“A todos nos duele. Estos casos que suelen permanecer indiferente ante las muchas formas de violencia de género, hoy nos están pellizcando para que hagamos algo, pero rápido. Es importante que estas zonas y sobre todo las más afectadas sean visitadas por las autoridades. No podemos permitir que casos como el de Nataly se repitan”, expresó Anina Luz Gómez, residente de Gaira.
‘NATALY ERA ALEGRE Y BUENA COMPAÑERA’
Nataly Paola Pérez Velásquez, cursaba quinto grado de primaria en la institución Educativa Distrital ‘Isabel Pérez de Fernández’; era la mayor de dos hermanos de la unión de sus padres, Sindy Velásquez y Samir Pérez.
De lo que se sabe, por lo que dicen sus parientes, era una niña muy dinámica, alegre y solidaria con sus compañeros de estudios. Inquieta pero obediente, era líder entre los pequeños y responsable con las tareas encomendadas a su corta edad.
Era la primogénita, razón por la cual ayudaba además a cuidar a sus hermanitos. “Ejemplar y muy ordenada. Siempre quiso ser ejemplo a sus hermanos y lo logró. En clases siempre era destacada, le gustaba liderar y eso la diferenciaba del resto de pequeños”, aseguró una docente de la institución.