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Aunque en la primera vuelta electoral se rompió el índice histórico de abstención que rondaba el 60 %, se teme que el próximo domingo muchos votantes se queden en casa.
Una de las principales noticias que dejaron las elecciones presidenciales en la primera vuelta, el pasado 27 de mayo, fue el aumento histórico de la participación ciudadana.
De acuerdo con la Registraduría Nacional, 19.636.714 colombianos ejercieron el derecho al voto de los 36.783.940 ciudadanos habilitados para hacerlo, lo que equivale al 53,38 % del potencial electoral del país.
Dicha marca histórica en la democracia colombiana fue celebrada por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, las autoridades electorales y los organismos internacionales. Este aumento de la participación, según expertos y autoridades, se debió a la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, los diálogos de paz con el ELN y la polarización política en la que está sumido el país.
Sin embargo, diferentes voces advierten que esta cifra de participación democrática podría disminuir en la segunda vuelta. Por un lado, debido a los resultados de las votaciones iniciales, que dejaron enfrentándose a los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro, dos aspirantes que generan rechazo en diferentes segmentos del electorado. Por otro lado, se suma el hecho de que el 17 de junio, día de las elecciones, se realizarán tres partidos del Mundial de Fútbol de Rusia. Además, está la creciente tendencia de promoción al voto en blanco.
En las elecciones del 2014, durante la primera vuelta presidencial, sufragaron 13.222.354 personas, el equivalente al 40,09 % del total del censo electoral, según la Registraduría. Durante la segunda vuelta entre los candidatos del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, y del Partido de la Unidad Nacional, Juan Manuel Santos, la participación aumentó a 15.818.214 votos, equivalentes al 47,97 % del censo. Esto, debido a la coyuntura política alrededor de la continuidad del proceso de paz con las Farc, que abanderaba Santos.
Lo contrario ocurrió en las elecciones del 2010, cuando en primera vuelta electoral se registró una votación de 14.781.020 votos, equivalente al 49,29 % del censo electoral, pero en segunda vuelta la cantidad de votantes descendió a 13.296.924, que representaron el 44,34 %. En esa ocasión se enfrentaron Juan Manuel Santos y Antanas Mockus.
De esta manera, pese a que se saben cuáles son los factores que podrían influir en el aumento del abstencionismo en relación a la primera vuelta, será el día de las elecciones cuando se conozca el comportamiento electoral de la ciudadanía, teniendo en cuenta que habrá partidos del Mundial de Fútbol a las 7:00 a. m., a las 10:00 a.m. y a la 1:00 de la tarde. En los tres habrá equipos latinoamericanos participando.
Patricia Muñoz, experta en política y docente de la Universidad Javeriana, considera que la votación obtenida el pasado 27 de mayo puede disminuir porque cambian las condiciones en relación a la segunda vuelta.
Según Muñoz, en la primera vuelta había cinco fórmulas presidenciales que les ofrecía a los ciudadanos mayores opciones en términos ideológicos y programáticos, sumado al hecho de que había mayores expectativas con el escenario de polarización que atraviesa el país y sobre quiénes iban a pasar a segunda vuelta.
“Esta expectativa contribuyó a que aumentara la participación de la ciudadanía en la primera vuelta. En la segunda vuelta cambian las condiciones porque no solo tenemos dos fórmulas presidenciales, sino que estas son de los extremos ideológicos del país, desapareciendo tres fórmulas que habían llevado a las urnas cierto número de votantes”, agrega Patricia Muñoz.
Para la experta, habrá un buen grupo de “votantes duros” que tenían como candidatos de su preferencia a los que fueron eliminados y que no saldrán a votar porque ninguno de los dos escenarios los convence.
“Estos ciudadanos no consideran una opción diferente en segunda vuelta, si no la que se plantearon de manera inicial y posiblemente no salgan a las urnas”.
La experta señala que la no vinculación jurídica del voto en blanco puede provocar que muchos de los electores de centro que apoyaron a Humberto De la Calle y Sergio Fajardo en primera vuelta, prefieran la abstención, pero la verán como un modo de protesta y no será una abstención por pereza.
Una de las opciones que plantea la analista para que ambas campañas jalen votantes ese día es que sigan conquistando el electorado de centro, el indeciso.
Por su parte, Víctor de Currea, analista político y docente de la Universidad Nacional, manifiesta que es posible que el país continúe con la tendencia participativa que se vio en primera vuelta y agrega que los movimientos del voto en blanco pueden generar un aumento de este, en relación a jornadas pasadas.
Diego Cediel, experto en política y profesor de la Universidad del Rosario, dice que los índices históricos de abstención pueden mantenerse por ciertos criterios que polarizan entre los candidatos en cuanto al manejo de la economía, de la salud, de las regalías, muchos criterios diferenciadores que pueden polarizar.
Asegura que las alianzas con ciertos partidos políticos que se han alineado a los dos candidatos generan mas rechazo y no logran cautivar ese centro como lo estaban esperando. Por ello, “va a mantenerse y no elevarse de manera dramática al abstención. Tampoco el voto en blanco va a tener una votación histórica y arrolladora como muchos dicen”.