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Baños públicos y 8 luminarias no funcionan en el Camellón

Con estas falencias se afecta la buena imagen de Santa Marta, pero además el destino pierde competitividad toda vez que el sector turístico se afianza brindando experiencias inolvidables.

Increíble pero cierto. Los baños públicos que están ubicados en el Camellón de la Bahía al igual que ocho postes de alumbrado público, están fuera de servicio, en detrimento de la buena imagen de Santa Marta.

Los distintos prestadores de servicios lamentaron la situación y afirmaron tener vergüenza con los cientos de visitantes que acuden a recorrer el emblemático malecón frente a la bahía.

Neyer Almazo, integrante de Confeturismo Santa Marta, alzó su voz para solicitar respetuosamente a las autoridades encargadas que acudan lo más pronto y gestionen el funcionamiento de los baños públicos ya que los turistas se están viendo obligados a realizar sus necesidades fisiológicas en el mar.

Lo más triste es que los artesanos y emprendedores que tiene módulos comerciales a lo largo del Camellón Rodrigo de Bastidas cada mañana les toca lavar y desinfectar las estructuras metálicas que se han convertido en letrinas públicas. Algunas bases de los módulos están oxidadas por cuenta de la corrosión alcalina propia de los orines.

De otro lado, el prestador de servicios turísticos también lamentó la poca iluminación nocturna que tiene un amplio sector del Camellón debido a un daño en el cableado eléctrico ocurrido hace casi dos meses después de la arremetida de un mar de leva.

Comentó que cuando cae la noche hay un sector bastante oscuro que se asemeja a una cueva de lobos, el cual es aprovechado por algunas personas inescrupulosas para realizar conductas inapropiadas. “Creemos que se hace necesario el arreglo del alumbrado público ya que el Camellón de la bahía se ha convertido en uno de los sitios más visitados por los turistas y los samarios en general”, indicó Almazo.

No cabe duda de que con las falencias antes descritas se afecta la buena imagen de Santa Marta, una ciudad que pronto celebrará su efeméride de los 500 años de fundación, pero además el destino pierde competitividad toda vez que el sector turístico se afianza brindando experiencias inolvidables.

Imaginemos el caso hipotético de una persona adulta recorriendo el Camellón de la bahía junto a sus familiares y de repente le entran ganas de miccionar y pregunta dónde hay un baño, pero al llegar al mismo está cerrado. Es el momento crucial en donde uno debe ser recursivo: cruzar la avenida hacia algún negocio y alquilar el baño o si la persona sufre de incontinencia no le queda otra alternativa que meterse al mar.

 

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