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El Magdalena ‘pone’ un alto al reclutamiento forzado de menores
Con sus manos rojas plasmadas en un lienzo, la población magdalenense también se une a la campaña que rechaza el reclutamiento de niños para la guerra.
Se lanza campaña departamental: “NUNCA MÁS niñas, niños y adolescentes en la guerra” en conmemoración del día internacional contra el reclutamiento infantil ´Manos Rojas´.
En el departamento del Magdalena diferentes sectores, organizaciones sociales, entidades de orden nacional, cooperantes, medios de comunicación e instituciones educativas, se unen para generar un espacio pedagógico y de sensibilización sobre la garantía y protección de los derechos para las niñas, niños y adolescentes, haciendo énfasis en la prevención de uso, utilización, vinculación y reclutamiento forzado.
Se trata de la conmemoración del día internacional contra el reclutamiento forzado ´Manos Rojas´ que se realiza todos los 12 de febrero y en el Magdalena para este 2024 se realizará el próximo 27 de febrero, dado que coincide con las festividades de carnaval, Sin embargo, se está promoviendo una masiva participación por las redes sociales con uso del hashtag #DíadelasManosRojas para apoyar la conmemoración nacional.
La conmemoración de esta fecha se origina en el año 2002 cuando entró en vigencia el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados que desde ese año muchas instituciones y comunidades han venido articulando un trabajo que permita contrarrestar este flagelo.
Una de las actividades más representativa y que puede interesar significativamente a los niños niñas y adolescentes es la de dibujar la mano roja más grande, un concurso liderado por la Unidad para las Víctimas del Magdalena en cabeza de la directora Audes Jiménez González; y que será acompañada metodológicamente por psicólogos expertos, en la que estarán participando muchos colegios del departamento.
La premiación de la mano más grande será una pasantía en un hotel de la Santa Marta como un reconocimiento del gremio hotelero a la infancia y adolescencia en su compromiso en la re-significación de escenarios de guerra con miras a la construcción de la Paz en el país y el departamento donde hay en total 365 mil personas víctimas del conflicto armado, 65 mil entre niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento forzado.
La campaña de sensibilización y prevención que lidera la Unidad Para las víctimas y en la que se ha sumado la Consejería para la Paz y el Postconflicto de la Alcaldía de Santa Marta, el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, la Secretaría de Gobierno de la Gobernación del Magdalena y la Agencia de Reincorporación y Normalización tiene como objetivo posicionar el tema no solo en febrero sino durante todo el año.
Y por ello ha propuesto a las universidades vincular en sus líneas de investigación el reclutamiento forzado para ayudar a responder inquietudes como: ¿por qué es atractivo participar en la guerra para los niños, niñas y adolescentes? ¿Cómo resignificar espacios como la Sierra Nevada, Guachaca otras veredas y municipios, dónde los niños tengan una relación diferente con su entorno y con la construcción de su propia historia, para desnaturalizar la guerra? Abriendo la discusión departamental sobre este hecho.
Según el Informe “No es un mal menor” de la Comisión de la Verdad, las niñas, niños y adolescentes al interior de las filas eran acondicionados físicamente, entrenados en armas y sus funcionamientos, y en estrategias militares de combate. En ese proceso eran tratados y tratadas como adultos dispuestos a la guerra.
DELITO INVISIBILIZADO
Para el investigador- docente Lerber Dimas Vásquez, el reclutamiento forzado es uno de los delitos más invisibilizados en el Departamento del Magdalena y en particular en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Aseguró que el Observatorio de Memoria y Conflicto, reportó que entre 1995 y 2012, hubo en el Magdalena, 325 casos. De esos, 177 fueron en Santa Marta y 37 en Ciénaga. Sin embargo, se registran dos episodios de tiempo. El primero de ellos, tiene que ver con la organización de los primeros grupos paramilitares en 1973; la llegada de las guerrillas en 1980 hasta 1995 y posterior al 2012, ha existido un reorganización de grupos paramilitares que se sostiene en la actualidad.
