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CTI y la Policía busca a dos venezolanos que mataron a madre e hijo
YA HAY PISTAS
Ninfa Esther Agámez Trujillo, de 80 años de edad, y su hijo Alfredo de Jesús Sarmiento Agámez, de 56 años, fueron asesinados a puñaladas a manos de dos ciudadanos de nacionalidad venezolana.
Los asesinos habrían intentado limpiar la escena del crimen pero prefirieron dejar los cuerpos en los charcos de sangre y escapar.
Las autoridades saben que el tiempo corre en su contra por cuanto les dieron el ´pitazo´ que los dos venezolanos que mataron a una adulta mayor y su hijo, podrían escaparse hacia su país. Por ello, el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal – CTI – de la Fiscalía General de la Nación en articulación con la Seccional de Investigación Criminal – Sijín – del comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta, lidera la pesquisas minuciosas que se están llevando a cabo entorno al doble homicidio de madre e hijo, perpetrado al interior de una vivienda en el oriente de esta capital.
Los investigadores especializados asignados para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar, están llevando a cabo labores de campo que consisten en la recopilación de información con vecinos y familiares de las víctimas, así mismo revisión de cámaras de seguridad de la zona y entrevistas anónimas en sectores aledaños con el fin de individualizar a los responsables de este caso.
“Es una investigación que va a tardar por la magnitud del hecho de sangre, sin embargo el ‘rompecabezas’ ya se empezó a armar con el material probatorio que se recopiló en la escena del crimen. Allí, los peritos judiciales utilizaron equipos avanzados y especializados para recopilar cada detalle. Ahora, la tarea es encontrar a los responsables”, manifestó una fuente judicial.
En cuanto al trabajo del comando de la Policía Metropolitana, se supo que la institución a través de la Seccional de Investigación Criminal – Sijín – y la Dirección de Inteligencia – Sipol – está llevando a cabo operativos de seguimiento y búsqueda en los sectores aledaños. “Tenemos información de que las personas que estaban trabajando en la casa de las víctimas residían en un barrio aledaño”, agregó la fuente judicial.
INTENTARON LIMPIAR LA ESCENA DEL CRIMEN
Con equipos tecnológicos especializados, los investigadores adelantaron durante más de dos horas la inspección técnica de los cadáveres y recopilaron todo el material probatorio suficiente que les permitirá, en primera instancia, establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar. Además, la identificación de los señalados asesinos, quienes serían de nacionalidad venezolana.
En una imagen que conoció en exclusiva esta casa periodística se aprecia que los homicidas habrían intentado limpiar la escena del crimen con un trapero, pero, al parecer, prefirieron abandonar el inmueble y dejar los cuerpos sumergidos en un charco de sangre.
Los cadáveres de la señora Agámez Trujillo y Sarmiento Agámez quedaron en el piso de una de las habitaciones. El hombre de 56 años de edad, estaba boca arriba, sin camisa y con su rostro cubierto con sábanas color blanco, mientras su madre, estaba a otro costado. La cama que se observa en la foto, también tenía manchas de sangre.
EL DOBLE HOMICIDIO
Como se dio a conocer en la edición impresa de ayer, el doble homicidio se perpetró en la manzana W casa 9 de la urbanización Villa Dania, en el oriente de esta capital, luego de que los presuntos asesinos tardaran toda la tarde realizando trabajo de pintura en el inmueble.
La coronel Adriana Paz, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que al caer la noche los presuntos homicidas y las víctimas se quedaron departiendo e ingiriendo bebidas alcohólicas.
Después de tanto trago, lo peor llegó. Al parecer, y de acuerdo a las hipótesis armadas de manera preliminar por peritos judiciales, los asesinos esperaron que la adulta mayor se acostara a descansar para iniciar con su ‘armado plan’.
Al evidenciar que todos los vecinos estaban con la puerta cerrada y nadie los podía detener, los homicidas procedieron a perpetrar el doble asesinato. Según las hipótesis, la primera persona que fue atacada con arma blanca, tipo cuchillo, fue Alfredo Agamez, luego, los desconocidos procedieron a acabar con la vida de la señora Ninfa Agamez.
Logrado su cometido, según los investigadores judiciales, los individuos ‘revolvieron’ todo el inmueble y se llevaron objetos de valor en diferentes bolsos, los cuales dejaron abandonados en el barrio Timayuí, sector aledaño a la urbanización Villa Dania.
Un bolso fue pieza clave para encontrar los dos cuerpos sin vida de madre e hijo al interior de una vivienda ubicada en el barrio Villa Dania, en el oriente de la capital del Magdalena.
De acuerdo con los detalles que reveló la coronel Adriana Gisela Paz Fernández, vigilantes informales encontraron el morral en inmediaciones del barrio Timayuí y de inmediato dieron aviso a las unidades de vigilancia por cuadrantes.
Se supo que el maletín fue inspeccionado y al encontrar un papel con la dirección de un inmueble, los agentes se dirigieron hasta allí con la intención de devolverlo.
Sin embargo, después de tocar por más de 30 minutos y al no encontrar respuesta alguna, teniendo en cuenta que los vecinos manifestaban que las víctimas se encontraban allí, procedieron a forzar la puerta principal, topándose con la dantesca escena de los cuerpos que yacían en el piso con heridas producidas con arma blanca.
