HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Reinventarnos

Es claro y evidente por demás que vamos por caminos que no corresponden a los que deben trasegar las buenas administraciones públicas, lo que nos lleva a decir con el pensador norteamericano David Osborne, que es y será siempre necesario reinventar los gobiernos, reducir y haciendo mayormente eficiente la burocracia e incurrir en menos gasto, pero sin que disminuya la calidad de los servicios, creando sistemas y organizaciones más flexibles, creativos y emprendedores; lo que equivale a hacer un radical cambio en el ADN de los organismos públicos y de los gobiernos mismos, un sistema que se renueve a sí mismo y de manera permanentemente buscando calidad, innovación y eficiencia, lo que sin duda no pasa entre nosotros, al ir presurosos por caminos equivocados, siendo la tendencia aumentar ilimitadamente el gasto público sin control efectivo de su inversión, de los costos y de su rendimiento, con una avalancha normativa que pretenden regular y constreñirlo todo.

Se ha olvidado de plano que el Gobierno debe ser comunitario, capacitar, ser emprendedor y competitivo, estar inspirado en la consecución de objetivos más que en el seguimiento de normas, atender las necesidades de los ciudadanos y no las de la burocracia, priorizar la prevención frente a la curación, descentralizar su actividad, orientarse hacia el mercado y conseguir el cambio por la influencia del mercado, en la certeza que las crisis deben obligar a los gobiernos a poner en marcha políticas solidarias, acertadas, para que nadie se quede atrás y no se aumenten las diferencias entre los pocos ricos y los cada vez más pobres, sin que lo cual signifique reducir a su antojo las libertades, potenciar los controles jurídicos sobre todo y sobre todos; y,  para buscar el rédito personal o de partido en lugar de gobernar para todos los ciudadanos.

Definitivamente toca reinventarse como gobierno, pasar atender efectivamente la separación de poderes, garantía principal de un Estado de Derecho, por la constatación efectiva que el poder judicial puede controlar a los poderes públicos. Una fiscalía independiente del gobierno de turno y no sometida a mensajes; y, una Administración eficiente. En nada de ello se ha avanzado, no vemos un proyecto adecuado de país y menos de Estado. Tampoco en aspectos clave como la educación, para solo citar uno, en permanente devaluación y sometida a leyes no debatidas con los profesionales ni consensuadas con la oposición, más sí aplicadas sin la adecuada preparación y ni con los medios necesarios.

Para esto y todo lo demás que reviste importancia y urgencia, hace falta que se convoque a todos los actores a hablar, pactar,  negociar, llegar a acuerdos; pues no es de recibo que, frente a las situaciones que vivimos siga imperando demagogia, populismo, autoritarismo, arbitrariedad, incumplimientos, clientelismo político, deterioro de la seguridad jurídica, sentencias que no se cumplen y sí se burlan; siendo peor que no se aborden los problemas de fondo que afectan a los ciudadanos, lo que hace más que urgente e indispensable, reinventar la gobernanza, que se nos expone como la forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un crecimiento económico importante y un desarrollo humano, social e institucional estable. *Jurista 

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