HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Alcaldes y diputados se dividen entre Aníbal Gaviria y Daniel Quintero

La aplanadora del gobernador Aníbal Gaviria en la Asamblea de Antioquia, que se ha mantenido casi intacta desde el inicio de su mandato hace dos años y medio, empezó a sentir los embates de los sectores políticos aliados del quinterismo por figurar ante el gobierno del electo Gustavo Petro.

La que hasta hace algunos meses se mostraba como una coalición de gobierno sólida, que había logrado mantener en su bolsillo a conservadores, liberales, verdes y otros partidos, empezó a resquebrajarse, esta vez, por cuenta de las fricciones entre el gobernador y el grupo político del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, que hoy encabeza el comité de empalme del gobierno Petro en Antioquia.

Una carta publicada a nombre de la Asamblea la semana pasada, en la que la corporación salió a respaldar al gobernador en su desautorización a ese último comité, se convirtió en la manzana de la discordia.

El cruce de mensajes en un chat interno que manejan los diputados dejó en evidencia que varias cabezas de las bancadas liberal y conservadora, dos piedras fundamentales en la mayoría labrada por Gaviria, no están dispuestas a comprarle su enfrentamiento con el quinterismo.

Aunque todavía es muy pronto para prever si ese distanciamiento se traducirá en trabas a los proyectos que la Gobernación tiene en fila para tramitar ante la duma, al interior de la corporación cada vez son más los ojos que ven en la pelea un riesgo de que la coalición termine dinamitándose.

Entre la espada y la pared

Aunque a inicios de 2020 la relación entre Gaviria y Quintero se mostraba en un tono conciliador, durante los últimos dos años debates como el de Hidroituango y los choques entre el alcalde de Medellín con el sector privado local han tensado las fuerzas entre ambos.

La fricción más reciente se produjo la semana pasada cuando el exsecretario de Gobierno de Medellín, Esteban Restrepo, quien dejó su cargo para aterrizar en la campaña de Petro, anunció la creación de un comité para liderar el empalme del gobierno entrante para los temas regionales.

Dividido en 13 ejes principales, entre los que se destaca Hidroituango, el Metro de la 80, inclusión, entre otros, el equipo quedó conformado por varios alfiles de Quintero, como Juan Pablo Ramírez, exsecretario de Inclusión Social; y Juliana Colorado, exsecretaria de Medio Ambiente, entre otros.

Pese a que a través de varios espacios ese grupo ya ha sostenido reuniones con alcaldes y líderes políticos del Valle de Aburrá, el gobernador Gaviria decidió desautorizar su intermediación y pidió al electo presidente un canal directo entre la Nación y el Departamento, que ya habían acordado.

“Desconozco, no autorizo grupo de supuesto empalme con el departamento de Antioquia. Me atengo a la conversación con Gustavo Petro donde acordamos relación directa”, expresó Gaviria el 5 de julio.

Bajo ese contexto, al día siguiente, se produjo la carta de la Asamblea, que desató controversia sobre todo por su último párrafo: “Creemos que es importante para todo el pueblo antioqueño instalar una mesa de trabajo con una conversación presencial y directa con usted, tal como así lo ha manifestado el señor gobernador Aníbal Gaviria, propuesta que apoyamos y respaldamos totalmente”.

Desde la misma sesión en la que se discutió el pronunciamiento, la mayor ola de inconformidad se generó en las bancadas liberal y conservadora, en las que si bien se apoyaba que la Asamblea participara del empalme con el gobierno entrante, no cayó bien la expresión de apoyo directo al gobernador.

Tal como quedó registrado en un chat interno conformado por los diputados, para corporados como Jaime Cano, quien el año pasado fue el presidente de la Asamblea, o los diputados liberales Rubén Darío Callejas y Andrés Mesa Valencia, la frase fue vista como una espaldarazo a las fricciones entre el gobernador y el comité de empalme.

Para ambos sectores, según coincidieron varios diputados consultados, la comunicación debió haber sido firmada por los 26 diputados y no haber tomado partido en la disputa del gobernador con el quinterismo.

En contraste, desde la bancada del Centro Democrático, no cayó bien que el bloque de gobierno no saliera en pleno a defender al gobernador.

Durante la jornada de ayer, otra reacción que generó el enfrentamiento se produjo de la mano de varios alcaldes del Suroeste antioqueño, quienes hasta altas horas de la noche preparaban un pronunciamiento en respaldo del gobernador, en el que anunciarían su ausencia para una reunión convocada por el comité mañana.

Volviendo a la Asamblea, aunque hasta ahora ese choque no ha trascendido a más diferencias, desde ambas orillas políticos se ve con recelo que no haya unidad frente al tema. Mientras para el uribismo y otras bancadas la corporación debe ejercer un control más estricto a la Alcaldía de Medellín, los liberales y los conservadores cuestionan que sean obligados a tomar una postura con la que no se sienten cómodos.

En el caso de estos dos últimos grupos, cabe recordar que la dirección nacional de ambos partidos se muestra más cercana al gobierno Petro, tal como quedó en evidencia con la reunión con el senador conservador Carlos Trujillo (hoy presidente del Partido), y con el expresidente liberal César Gaviria.

Así las cosas, al menos en el choque entre el gobernador Gaviria y el comité de empalme, los papeles parecieran haberse invertido, ya que mientras los partidos que ayudaron a elegirlo en 2019 se muestran reacios a sumarse al enfrentamiento, el uribismo, su contendor directo en la campaña, cierra filas para respaldarlo.

En el aire, plantearon varios diputados consultados, queda también la sensación de que los cálculos de las bancadas ya están puestos en la pelea por el poder local en 2023, en la que todas las orillas políticas ya están moviendo sus fichas.

/Colprensa

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