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Las razones principales, según la firma, son el modesto crecimiento económico y las crecientes tensiones sociales registradas que podrían complicar el hecho de gestar políticas encaminadas a reforzar la consolidación fiscal en la región.
No obstante, en el caso específico de Colombia, el informe reconoce que la fuerte demanda interna, particularmente en inversión, respaldará un crecimiento de más de 3% para este año. Además, destaca que Colombia y Uruguay vieron grandes aumentos en sus cargas de deuda «mientras que la capacidad de pago de la deuda sigue siendo lo suficientemente alta».
Por otro lado, subrayó que los ‘no residentes’ aumentaron significativamente sus tenencias de deuda interna en Colombia, como también se ha registrado en Chile y México.
Lo cual, «a pesar de que una mayor proporción de las participaciones no residentes expone sus mercados internos a los posibles episodios de volatilidad financiera mundial, esto también les ha permitido extender el vencimiento promedio de deuda interna y bajar los costos de endeudamiento interno. Por lo tanto, si bien las cargas de la deuda ahora son más altas, los riesgos crediticios aún están relativamente contenidos debido a las estructuras de deuda mejoradas».
Así mismo, indicaron que en Colombia la recuperación de la actividad económica y los esfuerzos de consolidación fiscal por parte del gobierno, probablemente estabilizarán la carga de la deuda pública.
Visión sobre la región
Aunque se prevé que la mayoría de las economías de América Latina crecerán a tasas más altas que en 2019, registrando un incremento real anual del PIB en el rango de 2,5% y 3,5%, según Renzo Merino, assistant vicepresident de Moody’s, «el creciente riesgo político en la región, aunado a los vientos externos en contra, representan importantes riesgos a la baja para la perspectiva de crecimiento».
Adicionalmente, la entidad señala que en el futuro previsible el crecimiento de tendencia se mantendrá por debajo de los niveles vistos en los últimos 20 años y ese bajo crecimiento complicará la gestión fiscal para la mayoría de los soberanos de la región.
No obstante, se prevé que la mayoría de los gobiernos de América Latina disminuirán su déficit fiscal o lo mantendrán en niveles similares a los de 2019. Sin embargo, debido a que solo algunos soberanos reportarán balances primarios suficientes para estabilizar sus indicadores de deuda en 2020, Moody’s no espera que los gobiernos reconstruyan el espacio fiscal que perdieron en años recientes.
«Consecuentemente, la mayoría de los soberanos de América Latina tendrá capacidad limitada para implementar políticas contracíclicas para responder ante choques potenciales», señalaron en el documento.
Por esa razón, considera que las mejores estructuras de deuda y los perfiles de vencimiento extendidos a más largo plazo ayudarán a mitigar los riesgos crediticios asociados con niveles de deuda gubernamental más elevados. Además, las condiciones favorables de financiamiento en 2020 ayudarán a contener los costos de la deuda en varios países.
«El aumento del descontento social a lo largo de la región de América Latina afectó las perspectivas de inversión y contribuyó a los recortes de crecimiento observados durante el último año», concluyó.
Finalmente, la agencia indicó que el descontento social limitará la capacidad de los gobiernos de establecer medidas que generen una consolidación fiscal sustancial.
Bogotá (La República).