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Con mucha devoción se celebró ayer la ceremonia del Miércoles de Ceniza en la Catedral Basílica de Santa Marta. / MONTINER ALVIS- MIGUEL ORTEGA
En las parroquias samarias, sus respectivos sacerdotes entregaron mensajes de paz y fe, invitando a toda la comunidad católica a vivir con devoción la Cuaresma que inicia.
Los samarios católicos le cumplieron ayer a la Diócesis de Santa Marta, acudiendo desde muy temprano a las Parroquias para recibir la Cruz de Ceniza como es la tradición.
En la Catedral Basílica de Santa Marta, las Misas del Miércoles de Ceniza se realizaron en tres horarios, a las 7:00 de la mañana, 12:00 del mediodía, y 6:00 de la tarde, donde decenas de fieles devotos se congregaron para disponerse a vivir la Cuaresma como lo dispone el Santo Evangelio.
En las parroquias samarias, sus respectivos sacerdotes entregaron mensajes de paz y fe, invitando a toda la comunidad a vivir con devoción la Cuaresma y la Semana Santa que se avecina, pidiendo ante todo por la paz de sus respectivos hogares y la del país.
En la Catedral Basílica, la Eucaristía del mediodía fue presidida por el señor Obispo, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, quien hizo un llamado especial a la comunidad para que mantenga viva la fe en Cristo y por ello, nos invita al arrepentimiento de nuestro pecados y gocemos de una nueva vida en el Señor, para que nuestros corazones se llenen de regocijo.
“Polvo eres y el polvo te convertirás”. “Conviértete y cree en el Evangelio”. Son las frases que expresan los sacerdotes mientras imponen con ceniza la señal de la cruz en la frente de los feligreses.
El Miércoles de Ceniza, representa el inicio de la Cuaresma (los 40 días en los que los católicos se preparan para la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús).
Las cenizas, se imponen sobre los católicos como un recordatorio de que la vida terrenal es temporal: La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el cielo.
Al igual que la mayoría de las tradiciones religiosas de la Iglesia católica, su origen está ligado al Judaísmo: en la antigüedad, estos tenían por costumbre cubrirse con cenizas cuando habían pecado o si se preparaban para una fiesta importante. Era un símbolo “de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios”. La Iglesia católica adoptó esta práctica.
En la ceremonia de este Miércoles de Ceniza, la Iglesia Católica pidió a sus feligreses que oren por el país y por aquellos que padecen de crisis políticas, sociales y económicas como es el caso de Venezuela.
Significado simbólico
La ceniza, del latín ‘cinis’, es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia.
El gesto simbólico de la imposición de la ceniza en la frente de las personas, se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua.
La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual, el domingo de Resurrección. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la Vida Pascual de Cristo.