HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Ministro de Ambiente dejó esperando a la Comisión del Senado

La Ciénaga Grande es uno de los humedales costeros más grandes de Latinoamérica con 500 mil hectáreas, por lo tanto es importante su priorización.

A pesar que la citación fue hecha desde el 5 de septiembre, el Ministro no asistió fue por dar cumplimiento a otros compromisos de su agenda oficial.

 

La Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República se quedó esperando al Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano para efectuar un debate de control político citado por el Senador Efraín Cepeda, el cual debía explicar las acciones de recuperación a la Ciénaga Grande de Santa Marta adelantadas por esta cartera.

Con esta, ya es la segunda citación a debate de control político que el Ministro recientemente designado no atiende. Una vez que el alto funcionario la dio ‘la espalda’ a la recuperación de la Ciénaga Grande de Santa Marta, no se logró efectuar tan importante sesión de la Comisión de Ordenamiento Territorial, que busca fortalecer las acciones de recuperación ambiental del complejo lagunar más importante de la región. Al respecto, el Senador Cepeada explicó que por Ley los Ministros que no acudan a las citaciones del Congreso podrán recibir sanciones que van desde amonestaciones hasta la moción de censura.

«Por segunda vez el Ministro de Ambiente no acude a la citación que le he hecho a la Comisión de Ordenamiento Territorial, para tocar temas tan de fondo como la recuperación a la Ciénaga Grande de Santa Marta. Son 300 mil pobladores que hoy se mueren de hambre, debido a la crisis ambiental que sufren. El Ministro se lava las manos pasando la responsabilidad a Corpamag”, enfatizó el Senador Cepeda.

Añadiendo que “el señor Ministro ha olvidado que es el Ministerio de Ambiente el que traza la política y que tiene el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), y la presidencia de las Juntas Directivas de las Corporaciones. El rector de la política ambiental en Colombia es el Ministerio de Ambiente y rechazamos la ausencia del jefe de esta cartera a la recuperación de la Ciénaga».

LA EXCUSA DEL MINISTRO

A pesar de que la Comisión de Ordenamiento Territorial envío citación al Ministro desde el pasado 5 de septiembre, el Ministro según informó en carta de excusa no asistió fue por dar cumplimiento a otros compromisos de su agenda oficial. Al respecto el Senador Efraín Cepeda explicó que de no asistir el Ministro al próximo debate del 7 de noviembre, podrá ser sancionado por incumplimiento al Artículo 250 de la Ley 5.

Así lo manifestó el Senador citante, “este es un asunto de agenda oficial. El señor Ministro debe recordar que puede someterse a sanciones que van desde amonestaciones hasta la moción de censura si no acude a la siguiente sesión el 7 de noviembre, a la cual invitaremos a la Fiscalía General de la Nación, para tratar también los abusos cometidos por terratenientes que desvían el agua que desciende de la Sierra Nevada con destino a la Ciénaga, a sus fincas privadas; mientras ellos riegan gratis con el río Aracataca, las población de la Ciénaga Grande se muere de hambre.

El senador Cepeda insistió en que no se le puede restar importancia a esta crisis ambiental que no sólo afecta a los pobladores de la zona, sino a todo el ecosistema de la región. “La Ciénaga Grande de Santa Marta es reserva de la biósfera, está en la Convención Ramsar, en el registro Montreux, es uno de los humedales costeros más grandes de Latinoamérica con 500 mil hectáreas, es inadmisible y nos duele ver que hoy, luego de seis debates, no arranca en firme su recuperación”, dijo.

LAS DENUNCIAS DEL SENADOR

Es de recordar que en diversas ocasiones el Senador Efraín Cepeda ha manifestado que el problema fundamental ha sido el desequilibrio entre las aguas dulces y saladas, por ello se deben recuperar los vox culverts  y conservar el caudal que aportan los ríos que descienden de la Ciénaga Grande; además de preservar el sedimento necesario para la protección de la erosión costera.

Desde el año 2016 el Congresista ha venido adelantando debates de control político para exhortar al Ministerio y entidades responsables de la gestión de la Ciénaga, señalando que se debe diseñar un plan que dé cuenta de una verdadera coordinación interinstitucional y garantice el derecho de pobladores, pescadores, pueblos indígenas y academia, de participar activamente en la administración de soluciones preventivas y medidas tendientes a la recuperación del ecosistema.

No se aprende de los errores

Cabe recordar el gran desastre ambiental que se vivió en la década de los noventa por cuenta de estas dos carreteras. Se perdió el intercambio entre agua dulce y salada, el cual era clave para el sistema lagunar ya que daba las condiciones apropiadas para que se estableciera un ecosistema de manglar altamente productivo e importante en otros servicios ambientales como la protección costera, la generación de oxígeno y la depuración de las aguas contaminadas. “Al romperse el flujo hídrico el Invemar estimó que de las 72 000 hectáreas de mangle se perdieron casi la mitad y ya para el año de 1995 solo quedaban 30 000 hectáreas”, recuerda el capitán Francisco Arias de Invemar.

A finales de los años 90, por cuenta de la desaparición del manglar, se perdieron especies como la ostra, el camarón y la jaiba. La Ciénaga se empezó a salinizar porque ya no le llegaba suficiente agua dulce. Para ese momento el Invemar hizo unos estudios y la propuesta fue restaurar los flujos hídricos. Se midieron los metros cúbicos que entraban de agua de mar, los que entraban de agua dulce y se realizaron unas obras de ingeniería: canales, dragados, se contruyeron unos box culvert y esto ayudó a que la Ciénaga comenzara un proceso de recuperación.

Se empezó a ampliar la cobertura de los mangles y resurgió la producción pesquera —antes de la crisis era de 8000 toneladas por año—. “Esto siguió bien mientras se hicieron los mantenimientos a las obras y hubo un relativo control a la ocupación humana en la región. Desafortunadamente en los últimos años se dejó de hacer el mantenimiento, se empezaron a ver quemas en la zona sur, desecación de los humedales para meter ganadería y cambios en los flujos de agua de los caños. Volvimos tener una crisis severa hace tres años”, dice el capitán Arias.

Para responder a la reciente crisis de la Ciénaga, el Invemar amplió la cobertura de las estaciones de monitoreo para tener una información más precisa y están afinando un modelo de circulación de aguas que se le debe entregar al Ministerio de Ambiente en los próximos meses, porque las necesidades de circulación hoy son distintas a lo que modeló el Instituto hace ya casi 30 años.

Si algo queda claro es que la Ciénaga Grande de Santa Marta padece muchos males. Y como si eso fuera poco a la comunidad académica y científica le parece absurdo que este ecosistema sea sitio Ramsar hace 20 años pero hasta el momento no cuente con un plan de manejo para esta figura ambiental.

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