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Fuentes policiales señalan que el médico habría amenazado a Sancho con publicar fotos íntimas.
Se siguen conociendo detalles clave dentro de la investigación que se adelanta en una comisaria de Tailandia, luego de que el pasado 5 de agosto el español Daniel Sancho confesara que había asesinado y desmembrado al médico colombiano Edwin Arrieta.
En lo que las autoridades tailandesas han denominado como un «asesinato premeditado» se han encontrado pruebas como la compra de un cuchillo de gran tamaño, guantes de limpieza y varias bolsas negras que habrían sido usados por Sancho para el ocultamiento del cuerpo.
Sin embargo, en la declaración entregada por el confeso asesino, este mencionó que había sido víctima del médico colombiano: «Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula».
De hecho, medios de comunicación tailandeses han sustentado que, según los informes policiales, había amenazas previas por parte de Edwin Arrieta contra el español, en las cuales sentenciaba matarlo si terminada con la relación sentimental que sostenían.
Las declaraciones de muerte fueron encontradas por los investigadores en el celular de Sancho, en donde también fue posible la recolección de otras amenazas, en las cuales supuestamente Arrieta habría advertido con publicar fotos comprometedoras si se acababa la relación.
Los dos hombres se habrían conocido a través de Instagram y se encontraron en la isla tailandesa Koh Phangan el pasado miércoles 2 de agosto en un hotel de la zona turística que estaba reservado bajo el nombre de Arrieta.
Sin embargo, fue el mismo Daniel Sancho quien confirmó en una comisaria de esa ciudad que su amigo llevaba desaparecido 24 horas, luego de que ambos hombres se encontraran en un bar de la zona hotelera.
Ese mismo día y luego de la denuncia hecha por Sancho, las autoridades comenzaron la búsqueda del colombiano, pero los hallazgos fueron demoledores.
Restos humanos, una pelvis y una pierna hallada al día siguiente condujeron a que los investigadores determinaran que se trataba del cuerpo del médico.
¿Qué sigue en la investigación?
Sancho se encuentra ahora en prisión provisional, y pasará diez días en la zona hospitalaria de la cárcel de Koh Samui por protocolo covid-19, periodo durante el cual solo puede ser visitado por su abogado, conocido en Tailandia como Khun Anan y contratado a través de un despacho en Bangkok por su familia.
La policía tailandesa tiene un plazo de 84 días para terminar un primer informe de la investigación, el cual entregará al fiscal, a partir de cuando podría empezar el juicio.
El código penal tailandés contempla como máximo la pena capital para delitos de asesinato, pero, de dictarse, ésta suele ser después conmutada por la cadena perpetua.
Una vez sea condenado y tras cumplir al menos cuatro años de su condena, siempre y cuando ésta no sea la pena capital, Sancho tendría derecho a solicitar su traslado a una prisión española, aunque podría ser rechazado por España o por Tailandia.
EFE