HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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´Las marchas buscaron derrocar al gobierno´: Presidente

El presidente Gustavo Petro defendió su administración luego de las marchas convocadas por diversos sectores de la oposición y de la ciudadanía. Según su concepto, las movilizaciones buscaron «derrocar el Gobierno del cambio».

El mandatario calculó que unas 250.000 personas participaron en la convocatoria nacional. Las protestas, dijo, fueron «fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga», mientras que en otros dieciocho lugares «fueron débiles».

«A las marchas se les respetó al máximo», indicó el jefe de Estado en su cuenta de X, siguiendo parámetros como «respetar la libertad de expresión y los derechos de la gente». Las movilizaciones no tuvieron incidentes violentos, algo que el Gobierno aplaudió.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, sostuvo un puesto de mando unificado junto al director de la Policía Nacional, el general William Salamanca, y desde ese cónclave ambos funcionarios celebraron la ausencia de incidentes en el país.

La mayor crítica del presidente Petro fue que «algunos sectores de los movilizados quieren un pacto que deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usado como ganancias de particulares».

Tales sectores, aseguró, se basa en que «se creen dueños del dinero público», por lo que «se visten a través de las redes y los medios de mecanismos de seducción centrados en el odio y la mentira. «Un odio que yo no quiero que regrese al poder», agregó.

Según el mandatario colombiano, si ese «odio» vuelve a gobernar, «mataría mucha gente, quizás peor que como lo hizo en el pasado», puesto que quienes lo fomentan «añoran» la «represión abierta, las masacres paramilitares y los asesinatos de jóvenes».

«Hoy salieron a marchar unos, las fuerzas populares deben responder este primero de mayo», dijo Petro, quien este fin de semana apuntó que buscará dar un mensaje en una tarima en las tradicionales movilizaciones por el Día del Trabajo.

Las marchas de mayo, comentó, buscarán «que suene la voz popular». «No se trata de dividir al país, ya está dividido», añadió, y remachó: «La suerte del gobierno dependerá exclusivamente del apoyo del pueblo. Que se escuche el pueblo, entonces».

El trino del jefe de Estado llegó horas después de los llamados de algunos miembros de su gobierno, como la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Laura Sarabia, quien invitó al análisis en el Ejecutivo.

«Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento. Esta es una semana que como gobierno debemos afrontar en reflexión y autocrítica», escribió la directora en X.

EL MENOSPRECIO

La principal equivocación de Petro fue el de menospreciar las marchas ciudadanas y el de llamarlas ´la clase dominante´.

Pero además, Petro está tomando hoy en día del mismo sorbo que hace 4 años promovió cuando lideró las marchas contra el presidente de entonces Iván Duque.

´Si Petro dice que las marchas de hoy buscan tumbar su gobierno, eso fue lo que el hizo cuando hace 4 años incendió al país gobernando Duque´, señaló la senadora María Fernanda Cabal.

SITUACIÓN DE LOS EMBALSES

De otro lado, el presidente Gustavo Petro se refirió a las lluvias de los últimos días y el incremento en el nivel de los embalses del país, una situación que, si bien es positiva, aún no permite cantar victoria absoluta.

El mandatario enfatizó que el futuro de la disponibilidad hídrica depende de la magnitud de las lluvias y del compromiso colectivo con el ahorro de agua y destacó varias lecciones clave derivadas de la reciente crisis de sequía.

“Los embalses están ubicados en las mismas zonas climáticas. Cuando hay sequías todos se afectan al mismo tiempo. Embalses en la caída oriental de los Andes o en la caída occidental equiparan las cargas de una sequía porque estarían en zonas climáticamente diferentes”, señaló.

Por esto insistió en la necesidad de poder guardar el agua de los momentos intensos de lluvias y usarla en sequías, “desarrollar al máximo el potencial de energía limpia para no tener que acudir en momentos de embalses bajos a energías sucias”.

En el caso específico de la capital el presidente señaló que hay procesos intensos de urbanización como el de la sabana de Bogotá, que sobrepasan la cantidad de agua disponible.

En este sentido, el jefe de estado invitó al alcalde Carlos Fernando Galán a realizar una mesa de trabajo sobre los embalses de Chingaza.

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