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Fuerte oleaje hundió una lancha, no hubo afectados
Una embarcación de transporte turístico se hundió ayer en horas de la tarde en Playa Blanca y por fortuna ya todos los pasajeros habían descendido.
Conmoción y susto vivieron ayer varios turistas quienes se encontraban en el balneario de Playa Blanca y de repente se registró una marea alta con olas de hasta dos metros de altura.
El extraño fenómeno natural que alteró la tranquilidad de los turistas que disfrutaban muy relajados el baño de mar sucedió cuando promediaba la 1:00 de la tarde, lo que les obligó a salir hacia la orilla. A eso de las 2:00 p.m. cuando muchas personas almorzaban el fuerte oleaje hundió una embarcación y de inmediato la gente se aglomeró originándose un pánico total.
Pasadas las 3:00 de la tarde se inició un proceso de evacuación lo que puso a prueba la pericia de los tripulantes de las lanchas ya que el oleaje de dos metros de altura las ‘hamaquiaba’ y los pasajeros vivieron una travesía náutica demasiado estremecedora.
Vale mencionar que la evacuación de emergencia a los turistas que se encontraban en el balneario de Playa Blanca se hizo de manera coordinada con la autoridad marítima, encargada de garantizar la seguridad humana en el mar.
Javier Amarís, empresario del sector turístico quien fue testigo de esta situación en altamar dijo que el hundimiento de la embarcación ocurrió muy cerca de la orilla en Playa Blanca y afortunadamente todos sus pasajeros ya habían descendido minutos antes, sin embargo, la marea sorprendió a todos porque se presentó de manera inesperada y a varios turistas se les alteraron los nervios.
Prestadores de servicios turísticos de Playa Blanca resaltaron la colaboración del personal adscrito a la Dirección General Marítima (Dimar) y a la Estación de Guardacostas, entidad que se puso al tanto de la eventualidad generando confianza y tranquilidad tanto a los pasajeros como a los lancheros.
EN LA BAHÍA
Por otra parte, en la Bahía de Santa Marta muchos turistas se dedicaron a contemplar el fenómeno de la marea y especialmente el oleaje que se estrellaba contra los muros que rodean el Camellón.
Otras personas aprovecharon para hacerse fotografías, selfies y vídeos captando el atardecer maravilloso con El Morro al fondo del horizonte y los barcos zarpando desde el puerto marítimo de Santa Marta.
