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Arturo Char acude a la Corte en Bogotá, mientras en Barranquilla organizan misa

En una diligencia que podría extenderse hasta la tarde del martes, Arturo Char amplía hoy su declaración ante la Corte Suprema de Justicia, luego de una serie de aplazamientos y de su silencio monasterial.

Mientras Char permanece en las instalaciones de la sede de la calle 73 de la Corte Suprema de Justicia en Bogotá, donde funcionan la Sala de Instrucción y la de Primera Instancia, en Barranquilla varios simpatizantes esperan las cuatro de la tarde para orar por su libertad en la Catedral Metropolitana María Reina.

El encuentro religioso fue programado luego de que el exsenador ha pasado 17 días privado de su libertad en la cárcel La Picota, a donde fue trasladado luego de ser capturado al arribar al aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz de la capital del Atlántico.

La eucaristía de este lunes en Barranquilla es la segunda manifestación convocada al norte del país, luego de que se llamó a una movilización ciudadana que el propio Char pidió no realizar, puesto que anunció que probará su «inocencia».

Entretanto, en Bogotá, el expresidente del Senado rinde este lunes cuentas ante el magistrado Francisco Farfán, cuyo despacho lo investiga por los delitos de corrupción al sufragante y concierto para delinquir.

De acuerdo con los cargos de la justicia en su contra, Char habría hecho parte de una red de compra de votos en el Atlántico, de la que resultó elegida la condenada excongresista Aída Merlano Rebolledo, que esta semana será acusada formalmente por fuga de presos.

Char está citado para comparecer ante la Sala Especial de Instrucción el 25 y 26 de septiembre, luego de que el alto tribunal accedió a la solicitud presentada por el expresidente de esa corporación José Luis Barceló, el principal defensor jurídico del excongresista. Barceló pidió ampliar la indagatoria que Char ya había evadido en el pasado.

Char había sido citado en 2022 a indagatoria por los hechos por los que es investigado, luego de varios señalamientos en su contra por parte de Aída Merlano y de otras pruebas que están en poder del alto tribunal. El dirigente del Atlántico había logrado aplazar en tres ocasiones la diligencia. Sin embargo, cuando por fin se realizó, la Corte Suprema comunicó que el exlegislador se acogía a su derecho a guardar silencio.

Los intentos fallidos de interrogar a Arturo Char

Arturo Char Chaljub es investigado por la Corte Suprema desde junio de 2020, cuando la Sala Especial de Instrucción, que es la que investiga penalmente congresistas para presentar sus casos a la Sala de Primera Instancia, lo citó a versión libre por la fuga de la excongresista electa Aída Merlano. Un mes después, el Senado lo escogió como Presidente.

El 28 de noviembre de 2022 el alto tribunal anunció que formalmente abría un proceso penal contra Char, por presuntamente haber participado en la compra de votos de Merlano y de Lilibeth Llinás, así como para esclarecer en qué circunstancias se dio su reelección en 2018. Dijo que debía ir a indagatoria, pero desde ese momento la etapa se había retrasado.

El 23 de enero de 2023, la defensa del excongresista solicitó la nulidad de la decisión, pero el 3 de febrero la Sala de Instrucción la negó. Diez días después, los medios informaron que Char había salido del país hacia Estados Unidos, donde ahora reside y tiene ciudadanía. Ese aspecto fue tenido en cuenta por la Corte Suprema al emitir una orden de captura de carácter internacional.

Miguel Ángel del Río, abogado de Aída Merlano, ha sostenido desde ese momento que se trata de un escape de la indagatoria, a lo que Char ha respondido que puede atender virtualmente. La Corte dijo que su ausencia y su comportamiento han puesto en riesgo la investigación, por lo que capturarlo e imponerle medida de aseguramiento resultaba ser la mejor decisión.

Luego de negar la nulidad, Arturo Char presentó un recurso de reposición que la Sala de Instrucción rechazó el 13 de marzo de este año. El abogado de exsenador luego elevó un recurso de queja, pero la misma instancia judicial reiteró que no es procedente.

A raíz de ello, Char procedió con una tutela contra la Sala de Instrucción, bajo el argumento de la vulneración al debido proceso, al asegurar que tenía derecho a una garantía de doble conformidad por la que las decisiones de la Sala de Instrucción debían verificarse por un superior si presentaba los recursos para ello. La Sala de Casación Penal de la Corte rechazó la demanda y explicó que tal instancia no tiene superior funcional, así que ni la apelación ni la queja eran válidas.

En abril, Del Río tuvo una discusión en redes con el expresidente del Senado. Lo llamó “cobarde” y aseguró que “lleva meses dilatando la diligencia de indagatoria”. Char respondió con un escrito que envió al magistrado que lidera la investigación, Francisco Javier Farfán, en el que decía que la diligencia de indagatoria se suspendió por una recusación que solicitó, y anotó que la virtualidad “permite garantizar la práctica de la indagatoria tanto como medio de defensa como de vinculación procesal”.

El exsenador había recusado a los seis magistrados que lo investigaban, alegando que estaba siendo prejuzgado. El 26 de mayo la Corte anunció que seis conjueces negaron el procedimiento. Auto que inició investigación por presunto concierto para delinquir y corrupción al sufragante no implica prejuzgamiento ni falta de imparcialidad”, dijo el Tribunal en redes.

Char solicitó la nulidad del proceso de nuevo, pero en junio la Corte la rechazó “al encontrarla manifiestamente infundada”. Hubo un salvamento de voto que el miembro de Cambio Radical dijo que estudiaría. Luego, la Sala definió las fechas de indagatoria: 26 y 27 de junio.

El exsenador compareció, según informó la misma Corte Suprema. Sin embargo, antes de iniciar la indagatoria, Char se acogió a su derecho a guardar silencio, argumentando que en su versión libre y en otras intervenciones procesales ha expuesto lo que podría haber respondido en esa diligencia. El magistrado Farfán le dijo que, de todos modos, está formalmente vinculado al proceso penal.

La Corte le imputó al exsenador los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante, ambos agravados por la posición que Char ostentaba frente a la sociedad al momento de cometer los delitos, que era la de congresista buscando reelegirse. Según la investigación de la Corte, Char sostuvo un acuerdo delictivo para comprar votos en el Atlántico y en él intervino «un número plural de personas».

«Dicho concierto delictivo habría ido más allá de un simple convenio político», señaló la Corte en su anuncio de hoy, en el que informó sobre el llamado a detener a Arturo Char en cualquier parte del mundo. El 7 de septiembre, Char arribó a Colombia y fue enviado al pabellón de funcionarios públicos de la cárcel La Picota, de Bogotá, donde permanece recluido.

«A juicio de la Sala Especial de Instrucción, las pruebas recaudadas hasta el momento en la investigación proveen el estándar mínimo para sustentar de manera adecuada la razonabilidad de la medida de aseguramiento contra Arturo Char Chaljub, por lo cual esta es idónea, necesaria y urgente, sin que resulte procedente sustituirla por una detención domiciliaria, ni por medidas no privativas de la libertad», dijo la Corte.

El alto tribunal señaló que «la determinación también obedece al comportamiento del investigado que pone en duda su normal comparecencia al proceso, así como a riesgos advertidos en la práctica probatoria y en la actividad investigativa».

Cuando llegó al país, Char afirmó: «con la cabeza en alto y con el deber moral que mis principios me imponen, así como el compromiso y amor que siento por la gente del Caribe Colombiano que siempre me ha acompañado generosamente a lo largo de mi vida política, afrontaré mi defensa sin desfallecer».

/Colprensa

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