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Vivienda de bahareque con 105 años continúa ‘de pie’

La nomenclatura de la vivienda es 9-59 sobre la calle 11 y al ingresar se pueden constatar maderos intactos, un techo alto con una claraboya y otros elementos con valor histórico. 

POR 

EDGAR 

TATIS GUERRA 

Increíble pero cierto. En Santa Marta aún se mantienen en pie muy pocas viviendas construidas en bahareque con techo de palma y soportadas en madera inmunizada resistente al comején y la polilla.

En la calle 11 entre las carreras 10 y 11, muy cerca de la Institución Educativa La Industrial está una casa con ventanas inclinadas que da la sensación de estar hundiéndose en el suelo, pero al ingresar en ella se advierte su techo alto con claraboya y una ventana.

Hay una frescura total dentro de la vivienda y se evoca una especial sensación de retrospectiva al pasado, a la historia de Santa Marta: ciudad que pronto celebra 500 años de su fundación, exactamente el 29 de julio del 2025.

Según lo expresado por Miguel García Santana, quien habita en esa casa, él nació en ese sector de la ciudad que se denomina El Pueblito. “Yo nací acá en el año 1956 y voy a cumplir 67, he vivido en esta casa junto a mi mamá quien falleció hace poco, pero me acompaña una hermana”, indicó García.

Al ser consultado sobre si le asiste algún temor por la caída de la vivienda, respondió que “no, porque la madera utilizada en la construcción es de la más antigua y de mayor dureza. Mire señor periodista en el barrio El Jardín hicieron una casa hace poco tiempo y se le cayó el techo, mientras que esta casa lleva 105 años y está firme todavía”, recalcó.

Vale mencionar que la casa de bahareque en mención tiene la nomenclatura 9-59 sobre la calle 11 y al ingresar se puede constatar los maderos intactos, un techo alto con una claraboya por donde ingresa la claridad de los rayos solares. En sus paredes están varios retratos familiares, un cuadro del ‘Manto de Turín’ enmarcado en vidrio, un enorme espejo, un farol blanco, cortinas de color rojo, un móvil que suena con la suave brisa que entra por un ventanal y otros elementos como piezas valiosas de un museo histórico.

Miguel García se siente orgulloso de vivir en esa casa detenida en el tiempo ya que goza del aprecio de sus vecinos y amigos. Me contó que varios turistas curiosos han llegado a conocer esa vivienda para tomarle fotografías e incluso han realizado videos porque es realmente una reliquia.

Su atención esmerada me impresionó mucho, por eso ahora relato a los samarios y visitantes ya que esta casita de bahareque podría ser un nuevo punto de interés cultural por su ubicación cercana a la Plazoleta de Pescados y Mariscos del mercado público, al glorioso Liceo Celedón, entre otros sitios emblemáticos.

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