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Otra problemática que sigue afectando a Santa Marta es el rebosamiento de las aguas residuales. El encharcamiento se presenta en el sector preferido por todos los turistas que arriban a la ciudad para disfrutar de sus vacaciones, El Rodadero en la calle 12 con carrera 2 cerca al establecimiento ‘Mi Ranchito’.
Los prestadores de servicios de turismo ven con preocupación que en plena temporada, los manholes empiecen a derramar aguas residuales que, a su vez, generan hedores y enfermedades.
“Cada año recibimos a los turistas con malos olores y esto puede perjudicar la salud de ellos y la de las personas que trabajamos aquí. El turista no quiere entrar por este lado porque les da miedo meter sus pies por esas aguas sucias que pueden generar hongos y bacterias, señaló Dany Calderón, guía turístico.
Ante este panorama, los vendedores de este sector le hacen un llamado a la Empresa de Servicios Públicos, (Essmar), para que realice un plan de contingencia con el objetivo que los turistas no se lleven mala imagen de la ciudad.