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Corficolombia analizó el impacto de suspender a partir de 2023 la nueva exploración de hidrocarburos sobre la tasa de cambio y la balanza comercial de Colombia.
“Consideramos dos escenarios de producción petrolera partiendo de las proyecciones de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), quien a su vez se basó en los informes oficiales de reservas y recursos de la Asociación Nacional de Hidrocarburos (ANH)”.
Según el estudio, el escenario A asume que se sigue realizando nueva exploración de hidrocarburos en los próximos años, mientras que el escenario B asume que se suspende la nueva exploración a partir de 2023.
El análisis se enfoca en el periodo 2023-2027, pues a partir de 2028 ambos escenarios proyectan una caída en la producción petrolera y, a largo plazo, esto implica que la tasa de cambio y el desbalance comercial converjan a los mismos niveles. “Esto evidencia la necesidad de una política energética que incentive la inversión en el sector hidrocarburos si se quiere mantener o aumentar la producción más allá de 2027”, indica el análisis de Corficolombia.
Asegura que en el escenario A, la producción petrolera continuaría alrededor de los niveles actuales (760 mil barriles por día) durante los próximos cinco años. En contraste, en el escenario B la producción empezaría a caer desde 2023, al ritmo de la declinación natural de las reservas y como resultado de la menor de inversión .
El equipo económico analizó: los ingresos del país por exportaciones de petróleo, el efecto sobre la tasa de cambio nominal (devaluación del peso frente al dólar), y el impacto de la devaluación sobre las importaciones totales y las exportaciones no petroleras.
“El impacto de suspender la nueva exploración petrolera lo definimos como la diferencia de las proyecciones entre los escenarios B y A. En 2027, la devaluación del peso colombiano sería entre 39,9% y 43,7%, equivalente a una tasa de cambio entre $5.080 y $7.000 pesos, mientras que el desbalance comercial de bienes aumentaría entre 15,4% y 38,6% y las importaciones disminuirían entre 4,8% y 8,9%. Esto último supondría un ajuste fuerte de la demanda interna a través de menor consumo e inversión privada”.
/Colprensa