HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Aguacero afectó la movilidad

La movilidad vehicular fue un caos y el servicio de transporte público colapsó por el encharcamiento de las principales calles y avenidas. 

POR 
EDGAR 
TATIS GUERRA

Residentes en la Urbanización El Parque, La Concepción 1 y vecinos al sector de La Lucha les tocó colocar talanqueras en las entradas de sus viviendas para evitar que las aguas lluvias les ingresaran durante el torrencial aguacero de ayer.

Después de la fuerte lluvia que se prolongó por casi dos horas en la ciudad se presentaron represamientos y encharcamientos en varios sectores de Santa Marta que quedaron completamente enlagunados.

Algunos vendedores de guineo verde tuvieron una verdadera odisea porque las escorrentías querían arrastrar sus carretillas, mientras veían cómo flotaban los contenedores de basura.

Los altos volúmenes de precipitación caídos contribuyeron a llenar rápidamente los canales de desagües que desbordaron sus aguas hacia las áreas aledañas a las viviendas causando gran preocupación y alarma entre las personas residentes.

En los alrededores de la rotonda de La Piragua contigua al barrio Portales de la Avenida y al Parque del Agua, el encharcamiento fue total provocando un colapso en la movilidad vehicular cuyos conductores se vieron obligados a disminuir la velocidad de sus automotores y transitar con precaución para no ocasionar accidentes.

La vía Troncal del Caribe más exactamente a la altura de la sede de Antinarcóticos y la Terminal de Transportes también se anegó ocasionando un enorme trancón de automotores. Muchos usuarios del servicio de busetas debieron soportar varias horas para poder abordar el transporte y llegar hasta sus hogares.

En términos generales el servicio de transporte colectivo fue un caos, pero además muchos taxistas prefirieron guarnecerse y proteger los vehículos mientras bajaban los caudales, aunque fueron muy pocos los que se arriesgaron a laborar, pero cobrando tarifas altas e incluso especulando con los precios.

Los estragos originados por cada aguacero que cae sobre la ciudad dejan afectaciones a todo nivel producto de acciones inapropiadas en los cerros tutelares que son abiertamente invadidos sin ningún tipo de control urbano. Con las lluvias se arrastra abundante material rocoso y de arena que evacúa por donde pueda, pero desafortunadamente cae en redes hidrosanitarias que colapsan.

Los colectores pluviales sin mantenimiento han terminado insuficientes con tanta maleza, escombros y todo tipo de desperdicios que le son arrojados por personas insensatas y sin sentido de pertenencia. Urge pasar del círculo vicioso de botar inservibles en cualquier lugar al círculo virtuoso de apostarle a la economía circular con responsabilidad social-comunitaria.

En muchas comunidades afectadas los samarios y residentes ruegan a Dios para que el sol intenso seque el lodo, pero además exhortan a las autoridades y empresas encargadas para que actúen con celeridad en la prevención de las calamidades.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más