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El presidente Joe Biden hará público este jueves, al acoger una cumbre de líderes mundiales sobre el clima, un compromiso más ambicioso de Estados Unidos para combatir el calentamiento global, que espera sea un ejemplo para el resto del planeta ante la «amenaza existencial» que enfrenta.
Durante la cita virtual de jueves y viernes por el Día de la Tierra, Biden hablará ante los 40 líderes extranjeros invitados, entre ellos el chino Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin, el brasileño Jair Bolsonaro y también el papa Francisco.
El presidente estadounidense anunciará que la economía más grande del mundo disminuirá las emisiones atribuidas al cambio climático entre un 50 y un 52 % para 2030 en comparación con los niveles de 2005, dijeron funcionarios.
Bajo el Acuerdo de París, el tratado internacional sobre el clima de 2015, el expresidente Barack Obama dijo que Estados Unidos reduciría las emisiones entre un 26 y un 28 % para 2025, un objetivo que Biden, en la época su vicepresidente, ahora ha casi duplicado.
La nueva meta estadounidense busca «desafiar al mundo a una mayor ambición en la lucha contra el cambio climático», dijo a periodistas un funcionario del gobierno de Biden, que habló bajo condición de anonimato.
El pacto de París busca limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales y si es posible situarlo en +1,5°C, el nivel que los científicos estiman necesario para evitar los efectos más severos del cambio climático.
Ese horizonte es inalcanzable con los compromisos nacionales actuales, pero el gobierno de Biden es optimista. «Más de la mitad de la economía mundial se está moviendo ahora para reducir las emisiones al ritmo global necesario para mantener 1,5ºC al alcance», dijo el funcionario. «Nuestra coalición está creciendo».
Reino Unido, que organizará la cumbre climática COP26 en noviembre en Glasgow, prometió el martes la ambiciosa meta de bajar un 78 % para 2035 sus emisiones respecto a los niveles de 1990. La Unión Europea aprobó la madrugada del miércoles una reducción de «al menos el 55 %» para 2030 con relación a 1990.
El gobierno de Japón, tercera economía del mundo, dijo este jueves que reducirá las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 46 % de aquí a 2030 frente al 26 % previsto hasta ahora. Y Canadá prevé una baja de sus emisiones de entre un 40% y un 45% para 2030 con respecto a 2005, en lugar del 30% anterior, según Radio-Canada.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también prometió a Biden que respetará el compromiso de acabar con la deforestación ilegal para 2030, aunque genera escepticismo.
«DISCURSO IMPORTANTE» DE CHINA
China, de lejos el mayor emisor de carbono del mundo, dijo que Xi dará un «discurso importante» en la cumbre de esta semana.
El presidente chino fue aplaudido el año pasado al anunciar que su país comenzaría a reducir sus emisiones de carbono para 2030, con miras a alcanzar 30 años después la «neutralidad de carbono», es decir, absorber tanto como emitir.
Dejando a un lado sus desacuerdos en comercio, derechos humanos y otros temas, Pekín y Washington se comprometieron el sábado a «cooperar» sobre el clima, tras una visita a Shanghái del emisario estadounidense John Kerry, quien consideró «suicida» cualquier falta de colaboración.
Estados Unidos, segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, regresó al Acuerdo de París con Biden, después de que su predecesor Donald Trump se retirara del pacto por considerarlo injusto.
La salida de Trump no alejó tanto a Estados Unidos de cumplir la meta de Obama gracias al compromiso de los estados, especialmente California, y a una fuerte caída en la producción industrial durante la pandemia de covid-19.
NO SÓLO PROMESAS A LARGO PLAZO
Los expertos señalan que se necesita hacer más para evitar una catástrofe: un estudio de la ONU a fines del año pasado concluyó que el mundo se encamina a un calentamiento de 3ºC, lo cual supondrá un riesgo de desastres naturales cada vez más graves que podrían provocar hambrunas y migraciones masivas.
«El cambio climático representa una amenaza existencial, pero responder a esta amenaza ofrece una oportunidad», según funcionarios de la administración Biden.
El mandatario busca que el Congreso le apruebe un paquete de infraestructura de 2 billones de dólares que incluye una transición importante hacia una economía verde, y que le permitirá crear millones de empleos bien remunerados.
Resta ver si Biden logrará garantizar el compromiso de Washington dada la reticencia del Partido Republicano de Trump a toda acción sobre el clima.
Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, dijo que «se requiere una gran voluntad política y acción» para tomar medidas inmediatas, no solo hacer promesas a largo plazo.
«Los países más ricos del mundo deben hacer algo más que reducir a la mitad sus emisiones para 2030, tras haberse beneficiado de las industrias extractivas y contaminantes que llevaron a la crisis climática», opinó. /AFP