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“No se habló de un ministerio en particular, no se habló de una cartera en particular, no se habló de un sector específico, no se habló de algún nombre para algún ministerio, eso se los digo con absoluta sinceridad, no se trató ningún tema de esa puntualidad. Nosotros creemos que si hay puentes, podemos seguir trabajando conjuntamente y acompañar al gobierno en los diferentes niveles”.
Esa fue la tajante declaración que dio el pasado viernes el senador bogotano, Rodrigo Lara, luego de la reunión que sostuvo su partido Cambio Radical en el Palacio de Nariño con el presidente Iván Duque, en la cual se esperaba que saliera el humo definitivo que les llevaría a dejar la independencia para entrar de lleno al gobierno.
Una expectativa que se ha abierto desde hace un par de meses, ante las dificultades que ha tenido la administración Duque para lograr una mayorías fortalecidas en el Congreso, como también una gobernabildiad más contundente, pero que no ha podido lograr porque en estos 17 meses de gobierno los partidos Liberal y Cambio Radical que han estado en la independencia le han hecho mucha falta.
Por ahora son sólo rumores y tan sólo se espera que muy pronto, tal vez la semana próxima, el presidente Duque haga un giro político en su gobierno, esto para dar paso a sectores más políticos y no tan técnicos por lo que se ha caracterizado hasta ahora.
De ahí que esta semana Duque igualmente tuvo reuniones con dos de sus socios en el gobierno, el Partido de la U y el Partido Conservador. Con cada uno se reunió por aparte y aunque no trascendieron los resultados, se rumoró que allí se estaba concretando cuáles serían esas cuotas políticas.
Sin embargo, el tema va mucho más allá de los puestos y la clave está en la relación que tendrá el Gobierno con los independientes. Ya con Cambio Radical se ha avanzado. En diciembre su apoyo fue fundamental para que le aprobaran la reforma tributaria, e incluso al cierre del año el jefe de ese partido, el vicepresidente Germán Vargas Lleras, fue uno de los invitados especiales para la inauguración del nuevo Puente Pumarejo en Barranquilla. Situación que no ha podido concretar con el liberalismo que sigue distante.
El analista Andrés Fandiño, quien viene de ser gobernador encargado de Santander, sostiene que ser independiente tiene bastantes ventajas: “es una figura muy de centro, ni se mete mucho al gobierno ni tampoco se mete mucho a la oposición. Los partidos pueden ayudar o no al gobierno. Palabras más, palabras menos, cuando uno no tiene mayorías absolutas, los independientes se vuelven como la cereza que le hace falta al pastel, se vuelven muy apetecidos”.
Fernando Sanín, también analista, sostiene que “esa fue la apuesta que hicieron el liberalismo y Cambio Radical en julio de 2018, irse a la independencia pese a que acompañaron a Duque en la segunda vuelta, a la espera que él mismo los buscara cuando estuviera en dificultades, tal y como está pasando”.
El exgobenador Fandiño incluso va más allá de pensar que esto es sólo un problema que enfrenta el presidente Duque, “eso es lo que buscan los partidos al ser independientes, volverse indispensables para los gobiernos, sin importar que sea nacional, departamental o municipal”.
EL CAMBIO RADICAL
El académico y analista John Mario González está seguro de que la llegada de Cambio Radical al Gobierno es inminente. Cree que se puede dar en cuestión de días, por lo menos con un ministerio, pero Fandiño advierte que de hacerlo perdería su condición de partido independiente.
“Es absurdo que si entran sigan siendo independientes, si ya tienen una participación política no pueden seguir diciendo que son independientes. El gobierno no va a aceptar una representación política a medias, o el partido entra completa o no entra, eso sería absurdo”, puntualiza.
Por eso es que la bancada de ese partido no estaría convencida del todo sobre la idea de hacer parte de la administración Duque. Contrario a otros gobiernos, a Duque el desgaste político le comenzó muy rápido y cuando apenas se acerca a la mitad del mandato su gobernabilidad está muy debilitada.
Pensando en un futuro, 2022, elecciones presidenciales y las de Congreso, tal vez no sea un buen negocio empezar a defender a un gobierno del que hasta ahora han sido críticos en su mayoría. En cambio, seguir en la independencia les permite distanciarse cuando les convenga y acercarse cuando les convenga.
“Es un juego natural para Vargas Lleras y Cambio querer entrar al gobierno, pero tiene sus riesgos, porque puede verse que es una posición muy ambigua, similar a lo que le pasó en el gobierno Santos cuando quiso tomar distancia de algunos temas, como la JEP y la paz y la opinión no le gustó esas posturas y lo castigó”.
INDEPENDENCIA, NEGOCIO LIBERAL
Pero mientras que Cambio Radical está tentado a ser de gobierno, en el Partido Liberal la apuesta más clara es por seguir en la independencia, recibiendo lo que Fandiño llama «puchitos”.
“Definitivamente está jugado en la independencia al gobierno, no se declaran en oposición, así haya unos sectores más radicales con el gobierno al interior. El partido seguirá buscando tener alguna participación, en especial algunos representantes a la Cámara que necesitan mucha participación política en las regiones para seguir haciendo política. Es decir con la teoría de los puchitos”, explica el analista Fandiño.
Los puchitos se entienden como la pequeña participación burocrática que el gobierno le estaría dando a los congresistas liberales que le han apoyado proyectos, aunque siguen siendo independientes.
Sin embargo, Fandiño señala que ese apoyo va dependiendo de los estados de opinión. “Es decir lo que se ve en las redes sociales, por ejemplo no era tan fácil votar la reforma tributaria por como estaba el debate en las redes sociales, no es tan fácil hoy en día opinar por las protestas sociales. Dependiendo de como se mueva el estado de opinión, los congresistas se mueven”, sostiene.
Coincide John Mario González, en el mismo sentido. “Veo a César Gaviria como un jugador de póker. La postura frente a la reforma tributaria me sorprendió, una jugada dura, apostando que no resultará tal y como lo promete el gobierno. Juega a irse independiente hasta el 2022, para constituirse como una alternativa para la Presidencia de la República. Lo que quiere es sintonizarse con la opinión popular”.
Incluso plantea una opinión muy particular sobre un juego político que tendrían ideado con Vargas. “Pudiera parecer que hay una partitura cuadrada entre Cambio Radical y el Liberalismo. Uno cooptando al centro derecha, Vargas, y el otro (Gaviria) cooptando en el centro y la izquierda y no dejar el escenario sólo a la izquierda”.
Otro analista, Luis Estrada considera que el liberalismo seguirá apoyando en términos generales al gobierno, aunque no le queda difícil para tomar distancia en algunos otros que no comparte o que realmente son los que está divorciado el presidente con la ciudadanía.
INDEPENDENCIA LOCAL Y REGIONAL
Pero así como los independientes han sido un dolor de cabeza para el presidente Iván Duque, la misma suerte la pasarán muchos alcaldes y gobernadores recién posesionados, porque no pudieron lograr unas mayorías suficientes que les permitan gobernar sin depender de los independientes.
En ese sentido se pronuncia el analista Luis Estrada, quien explica que sin sus votos no será fácil aprobar temas fundamentales para los alcaldes y gobernadores, como son los planes de desarrollo, los presupuestos y sus grandes proyectos de infraestructura.
Las dificultades se podrían dar más en aquellas regiones en donde triunfaron en las urnas los candidatos ciudadanos, pero que en los concejos y asambleas aún siguen teniendo mucha influencia los partidos tradicionales, como por ejemplo pasó en Bucaramanga y Cartagena, en donde sus alcaldes están pendiendo más de acuerdos a los que logren llegar con esos partidos.
Un caso más es Bogotá, en donde la alcaldesa Claudia López, logró unas mayorías no suficientes en el Concejo de Bogotá, lo que le podría llevar a tener dificultades en la votación de obras claves a las que se comprometió en su campaña, como por ejemplo la segunda línea del metro.
Una puja más que se vive por estos días en municipios y departamentos, es la elección de los personeros y los contralores, en donde los independientes podrán influir de manera importante, bien sea para ayudar o dificultar la gestión de los alcaldes y gobernadores.
La independencia parece tener ahora el dulce encanto de ser indispensables para que los gobiernos puedan funcionar, o sino hay que preguntarle a Iván Duque.
BOGOTÁ (Colprensa).