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Luis Almagro, secretario general de la OEA.
El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, pidió al gobernante Frente Amplio de Uruguay que no defienda «dictaduras», luego de un duro comunicado de su partido por su postura sobre Venezuela.
El Frente Amplio, una coalición de izquierda que gobierna Uruguay desde 2005 y que se ha abstenido de condenar al gobierno de Nicolás Maduro en foros internacionales, rechazó los dichos de Almagro sobre una eventual intervención militar en Venezuela.
Además, el influyente Partido Comunista, que integra la coalición de gobierno, pidió que el titular de la OEA -ex canciller de Uruguay y quien llegó a su cargo con el respaldo del ex presidente José Mujica- sea expulsado del Frente Amplio.
«Rechazamos los dichos de Luis Almagro. Los mismos se alejan de los principios históricos de nuestra fuerza política sobre la defensa de la paz y la autodeterminación de los pueblos», expresa un comunicado del Frente Amplio «ante las declaraciones del secretario general de la OEA (…) en referencia a una posible intervención militar en Venezuela». El oficialismo uruguayo acusó al diplomático de atentar desde su cargo «contra la soberanía de Venezuela».
Pero en una entrevista con la radio local Océano FM, Almagro defendió su posición y se despachó con inusual dureza contra el comunicado del partido que gobierna Uruguay.
«La presencia cubana, en decenas de miles, es la presencia más grande de un Estado en otro Estado, conforme a los testimonios que tenemos» y «coadyuva al régimen bolivariano en tareas de represión, inteligencia, identificación de civiles, de tortura entre otros», denunció Almagro. Eso es una «agresión directa a la soberanía de otro país», replicó al comunicado de su fuerza política, a la cual se dijo dispuesto a proporcionar los datos que prueban sus denuncias.
Sostuvo además que le preocupa que la izquierda «tenga esa dicotomía entre totalitarismo y democracia», que según él «avala formas totalitarias», «avala formas dictatoriales»; es «completamente incomprensible para mí».
El viernes pasado, el secretario general de la OEA dijo que no se debe descartar «una intervención militar» en Venezuela para «derrocar» al gobierno de Maduro, al que responsabiliza por la crisis humanitaria y migratoria del país caribeño.
«Esta mala interpretación de mis palabras no es algo espontáneo», se defendió. «Tiene que ver con mi visita a la zona de frontera Colombia-Venezuela» donde se observa la «miseria como política represora del Estado».
En Venezuela, abundó, hay una «campaña directa de exterminio por parte de la dictadura» al negarle la salud a la gente. «¿Qué diferencia hay entre pegarle un tiro en la cabeza (a una persona) y que se muera por falta de diálisis?», se preguntó.
«¡NO SEAN IMBÉCILES!»
Consultado sobre el pedido de expulsarlo del Frente Amplio que formuló el Partido Comunista, muy cercano a Caracas, Almagro replicó que quienes lo acusan, defienden dictaduras, y los tildó de «imbéciles».
«Un niño por día se muere de desnutrición infantil en Venezuela. Eso es una campaña de exterminio. ¿De qué estamos hablando. ¿Eso es lo que defienden? ¡Por favor! Defienden dictaduras, defienden opresión, defienden represión, defienden torturas, defienden torturadores, defienden a los asesinos, a aquellos que violan a los presos políticos. Eso es lo que están defendiendo. ¡Por favor! ¡No sean ridículos! ¡No sean imbéciles!», remató.
La cancillería uruguaya deploró por primera vez este año la existencia de presos políticos en Venezuela y mantuvo su postura de llamar al diálogo.
Uruguay no integra el Grupo de Lima, creado en 2017 para promover una solución a la crisis venezolana.
Once de los 14 países que integran el grupo «expresaron su preocupación y su rechazo a cualquier curso de acción o declaración que implique una intervención militar o ejercicio de la violencia, amenaza o uso de la fuerza en Venezuela», según un comunicado divulgado por la cancillería brasileña el 15 de setiembre.
MONTEVIDEO, AFP