Del poder que no se habla

Por:

Dra. MARÍA DEL PILAR

TORRALVO VILLERO

Psicóloga

En el diario vivir aprendemos a observar cómo se nos enseña a evitar situaciones que conduzcan a trabajar en nosotros mismos, en acciones para nuestro bienestar emocional, mental y psicológico.

Por el contrario cada vez  se hace más importante lidiar con situaciones cotidianas que demuestren a otros como somos victoriosos, aun en medio de experimentar felicidad a costa de causarle infelicidad a otros, o de experimentar situaciones que realmente no dejan vivir satisfactoriamente ya que prima la necesidad permanente de eludir el malestar y tener placer inmediato, que no es otra cosa que la llamada evitación experiencial inflexible, que se constituye en plataforma para muchos trastornos mentales.

Aun en el caos que se vive en el mundo, es nuestra responsabilidad trabajar en nosotros mismos, y hacernos cargo de verdad de nuestras actuaciones, aunque este escenario no es un común denominador en algunos seres que se denominan humanos, porque la humanidad va ligada a   lo que dicen algunos estudiosos como el comportamiento o disposición compasiva, simpática o generosa, y amor hacia los demás.

Cuando hacemos un llamado a nuestra inteligencia social, todas nuestras interacciones estarán selladas con una actitud positiva de vida hacia personas que nos extienden su mano cuando más lo necesitamos, a no invalidar o hacer invisible a quien puede aportar a construir un mundo mejor, a olvidar los intereses egoístas que puedan surgir si de ayudar a otro se trata ¿imposible?

Es posible si nuestras actuaciones son desde el amor, desde el valor de la sinceridad y honestidad con nosotros mismos, en silencio y sin que nadie tenga conocimiento de nuestra actuación.

Los escenarios de trabajar en nuestras acciones nos invita a ser congruentes con nuestro pensamiento, y emoción,  agradecer el equipaje que tenemos, que nos permite hablar, leer, caminar, abrazar, trabajar, descansar, observar, amar, relacionarnos, ser empáticos, solidarios, y sobre todo reconocer en el otro, y en nosotros la capacidad de existir. Alguien dirá, pero las personas que tienen alguna discapacidad y que no tienen todo el equipaje físico completo, ¿qué pasa con ellos? también están incluidos, por la fuerza, vitalidad de continuar un viaje con lo que la gran mayoría ve como limitante, pero que en realidad se nos presentan como modelos, para aprender que también están haciendo por vivir, por motivarse y encontrar en cada nuevo día el agradecer por perseverar, perseverar y continuar para hacer historia, construirla y demostrar que si se puede.

¿Cuál es el Poder del cual no se habla?   No es otro que el poder del agradecer, agradecimiento puro, solo surge en seres humanos con humanidad, puedo hablar que si conozco, que si hacen parte de mi circulo, que si valen la pena amar. Sin embargo, debemos empezar por nosotros mismos, agradecer un nuevo día con los retos que trae, es permitirnos sacar ese poder que todos tenemos, aquí no se trata de darle importancia o no, se trata intencionalmente del verdadero reconocimiento de pensamiento que debemos hacer para conectarlo con la emoción de la alegría, para poder actuar en positivo, experimentar la felicidad, reducir el estrés, la ansiedad, reconocer nuestros puntos fuertes, buscar lo bueno en cada situación, expresar tu agradecimiento a alguien cada día,  mejora  por ende nuestra salud física y mental.