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Imagínese ir a la cárcel por un crimen que no cometió, porque simplemente usted tiene un parecido similar con el presunto delincuente, a pesar de que haya estado en otro lugar distinto. Esta es la historia de Alex Johan Borja.
Según cuenta el expediente conocido por COLPRENSA, el 11 de junio de 2018, a las 4:10 a.m. aproximadamente, una mujer fue impactada en seis ocasiones con un proyectil en el barrio Antonio Nariño de Cali, lo cual le causa la muerte.
Por este hecho, el joven Alex Johan Borja fue capturado por las autoridades y condenado a 35 años de prisión como autor por el delito de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado.
Luego de cinco años de lucha judicial, finalmente el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali absolvió a Borja, al determinarse que no se encontró acreditada la actuación del joven en el hecho.
En el fallo se determinó que el relato de la madre de la víctima era contradictorio y no lograba reconocer al victimario, ya que en el momento en el que ocurrieron los hechos ella estaba dentro de la vivienda.
Asimismo, los relatos de los testigos también se contradicen e incluso se basan en chismes y rumores, esto sumado a los testimonios de la Policía y Fiscalía en donde se capturó al joven por una foto con similares rasgos físicos al responsable.
Para Alí Bantú Ashanti, abogado del Colectivo Justicia Racial que llevó el caso y logró la libertad de Alex Borja, este es un caso de falso positivo judicial, donde acusaron al joven por su condición de pobreza.
“El Tribunal de Cali revocó la sentencia que lo condenaba a 35 años de prisión por un homicidio que no cometió, lo que hemos llamado un falso positivo judicial diseñado por la policía y ejecutado por la Fiscalía”, expresó.
Y agregó: “ese día los policías vieron en él la sospecha eterna que han tenido contra los jóvenes empobrecidos en el país, ser pobre es tristemente para muchos policías y para muchos fiscales es sinónimo de peligrosidad, así como ser negro para muchos es sinónimo de peligrosidad”.
El abogado asegura que es importante aprovechar este caso donde se declaró inocente a Alex Borja “para que, no solo el sistema de justicia penal reflexione sobre los sesgos raciales que existen, sino que también la sociedad colombiana pueda profundizar en cómo se están criminalizando muchos jóvenes en Colombia en muchos sectores”.
Tras la resolución del juez, finalmente Alex Borja podrá retomar la vida que perdió por un fallo judicial errado. Tras su salida de la cárcel, toda su familia lo recibió con alegría para poder recibir el nuevo año lleno de ilusiones de libertad.