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Llena de residuos sólidos transportados por las escorrentías del río Manzanares, durante las últimas precipitaciones caídas en la región, se encuentra la bahía de Santa Marta, donde se denota la falta de interés de Atesa por mantener un entorno saludable.
Desde el sector aledaño a la Marina Internacional de Yates, cerca el parqueadero de la Sociedad Portuaria de Santa Marta, es palpable a simple vista la cantidad de mugre que ondea al vaivén de las olas del mar, lo que imposibilita que los samarios y visitantes disfruten de un baño sanamente.
Aquí también hay parte de responsabilidad, por parte de la Empresa Distrital de Servicios Públicos del Distrito, Essmar, que también debe velar por el aseo de ese sector debido a que, si los desperdicios llegan a las rejillas del sistema de alcantarillado sanitaria, puede ocasionar vertimiento en distintos sitios de la ciudad.
Lo que la ciudadanía se pregunta, si entre viernes y sábado se realizó una campaña de aseo en la playa de Los Cocos, actividad que contó con la asistencia de unas 500 personas según el reporte de la Essmar, porqué motivo al terminar allí, no se trasladaron hasta la bahía local.
Aunque existe una prohibición por el uso de plástico de un solo uso, la gente poco caso le hace a esta medida del Gobierno Nacional para tener un entorno saludable, porque la mayoría de la basura está compuesta de material de icopor que se utiliza para las comidas rápidas.
Son casi dos kilómetros lineales de la orilla de la playa la que se encuentra contaminada con el depósito de este material, que el río recoge en su tránsito hasta su desembocadura, que personas irresponsables tira a la corriente para librarse de depositarlo en los contenedores establecido para ello.
DISCONFORMIDAD DE LA COMUNIDAD
Dos factores de irresponsabilidad se conjugan en este caso. Primero la irresponsabilidad de la gente al tirar a la corriente todos los desperdicios sólidos, basuras, llantas en mal estado y otros elementos que contaminan el entorno.
Como segundo factor, de este esperpento, se suma la indiferencia de Atesa y Essmar, en resolver un problema de contaminación que no solo afecta a los samarios de a pie, sino a los visitantes que llegan a tomar un baño de mar.
“Esto es falta de autoridad, para meter en cintura a los irresponsables que, sin importarle lo más mínimo los problemas ambientales y el daño que se le hace al ecosistema marino, arrojan cuanto desperdicio pueden al río, que posteriormente lo lleva hasta el mar”, dijo un bañista.
Las personas consultadas al respecto, también responsabilizaron de esto a la falta de respuesta por parte de la empresa del servicio de aseo, que no actuó a tiempo, para evitar que la basura se disperse en distintos sentidos de la playa llevada por las corrientes y olas marinas.
“Sentido de pertenencia, por parte de algunos de los encargados de velar por el bienestar de la ciudad; el alcalde Carlos Pinedo Cuello ha depositado su confianza para que, entre todos, saquemos adelante la ciudad, pero esos funcionarios están quedados, no responden a tiempo”, dijo la persona consultada.