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Durante la segunda jornada del Juicio Adversarial Transicional de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) contra el coronel retirado Publio Hernán Mejía Gutiérrez, testigos clave ofrecieron testimonios que detallan profundas transformaciones en la conducción del Batallón La Popa, con denuncias sobre operativos irregulares y presuntos falsos positivos.
El juicio, que se celebra en Valledupar (Cesar), tiene en el centro a Mejía Gutiérrez, acusado de dirigir operaciones que resultaron en la victimización de al menos 72 personas en la Costa Caribe, durante su tiempo como comandante del batallón entre 2001 y 2003.
El teniente coronel retirado Heber Hernán Gómez Naranjo, segundo al mando del batallón entre 2001 y 2002, brindó un testimonio sobre los cambios ocurridos en la unidad militar bajo el mando de Mejía. “Al llegar el coronel Mejía, todo cambió… impulsaba un discurso de guerra que transformó el enfoque operacional”, afirmó.
Por su parte, el abogado defensor de Mejía Gutiérrez cuestionó a Gómez Naranjo sobre su participación en los seis operativos bajo las órdenes de su cliente, así como su rol en la firma de las órdenes de operación.
El debate entre la defensa y los testigos fue intenso, buscando esclarecer las responsabilidades del acusado en cada operación.
El segundo testigo del día, el capitán retirado Nelson Llanos, también expuso su experiencia durante su tiempo en el Batallón La Popa, destacando su cercanía con Mejía, a quien conoció en la escuela militar y describió como un líder altamente respetado.
En su relato, Llanos recordó una operación en la que fue llamado personalmente por Mejía para verificar un retén ilegal, una orden inusual para su rango. Durante dicha misión, Llanos describió un enfrentamiento en el que encontraron un cuerpo que, según él, parecía pertenecer a un miembro de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Sin embargo, años más tarde, Llanos afirmó haber descubierto que no hubo combate en la zona y que el cuerpo había sido puesto allí antes de su llegada. “Salí de la ignorancia… supe que ahí no hubo combate”, confesó ante la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad.
Este tipo de testimonios, que revelan posibles manipulaciones de pruebas y simulaciones de combates, son claves en el proceso contra Mejía Gutiérrez, a quien se le acusa de haber facilitado la ejecución de falsos positivos, una práctica en la que civiles eran asesinados y presentados como guerrilleros muertos en combate.
La Sección de Primera Instancia para casos con Ausencia de Reconocimiento de Verdad (SAR) de la JEP, encargada de juzgar este tipo de crímenes, continúa escuchando los testimonios y analizando las pruebas presentadas tanto por la fiscalía como por la defensa.
La magistrada Reinere Jaramillo, al inicio del proceso, preguntó a Mejía Gutiérrez si aceptaba los cargos, a lo que el coronel retirado respondió negando su responsabilidad, activando de esta manera el juicio adversarial.
La Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad, encargada de juzgar estos hechos, evaluará tanto las pruebas directas presentadas en el juicio como aquellas recolectadas durante las investigaciones previas. El fiscal Samuel Serrano, representante de la UIA, adelantó que otros testigos, ex militares y personas cercanas a los operativos, seguirán rindiendo declaración en las próximas sesiones.
Por ahora, el juicio adversarial ha dejado al descubierto no solo las decisiones operacionales del coronel (r) Mejía, sino también el entramado de acciones militares que, según los testigos, buscaban inflar los resultados de combate y mantener una imagen de éxito en la lucha contrainsurgente.
/Colprensa