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En recientes declaraciones, el senador y excandidato a la alcaldía de Bogotá, Miguel Uribe Turbay, ha comparado los escándalos de corrupción en la Agencia Nacional de Tierras (ANT) con los de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Y es que hace poco, salió a la luz un nuevo escándalo que involucra a la (ANT) de Colombia, esta vez relacionado con actividades de inteligencia y contrainteligencia.
El senador Uribe señaló que la ANT ha desembolsado $358.000 millones en contratos de prestación de servicios durante este tiempo, y que 231 personas que trabajaron con Harman, director de la Agencia Nacional (ANT), en la alcaldía de Villavicencio han sido contratadas, acumulando en total $11.625 millones.
Además, el funcionario añadió: “lo que estamos viendo es un derroche de talla mayor, y el derroche también es corrupción. Aquí hay denuncias sobre los sobreprecios en las tierras, en las comisiones ilegales, etc.”.
Ambos casos han sacudido la opinión pública y han puesto en evidencia graves fallos en la gestión de recursos públicos en Colombia.
Caso de la ANT
El caso de la Agencia Nacional de Tierras, aún no ha alcanzado el mismo nivel de notoriedad y las acusaciones son igualmente serias. Se han reportado irregularidades en la adjudicación de tierras, con denuncias de qué funcionarios de la ANT habrían favorecido a ciertos individuos y empresas a cambio de pagos ilícitos.
Asimismo, las investigaciones recientes de Miguel Uribe, han revelado que personal de la ANT tendrían recursos y herramientas de inteligencia para espiar a otros empleados y a personas externas de la entidad.
Estas actividades, que incluyen intercepciones telefónicas y vigilancia, que se habrían llevado a cabo sin las autorizaciones correspondientes, violando así los derechos fundamentales de las personas afectadas.
Reacciones por parte de la entidad
La Agencia (ANT) ha respondido a las acusaciones recientes con contundencia. Esta organización ha afirmado que todas sus operaciones se realizan dentro del marco legal y con el objetivo de cumplir su misión de adjudicar tierras de manera justa y transparente.
También, ante estas declaraciones, Felipe Harman, se defendió en su red social X, donde afirmó: “animo a Miguel Uribe Turbay a un debate público sobre la política de tierras y resultados, pero hablar de “corrupción” porque hay más personal en la ANT es un argumento ramplón y mediocre. Es clave hablar de baldíos, de quiénes legalizaron el despojo a campesinos por años y quiénes hoy les está devolviendo la tierra”.
Implicaciones y reacciones
El uso indebido de técnicas de inteligencia y contrainteligencia en una entidad gubernamental como la ANT es extremadamente grave. No solo representa una violación de la privacidad, sino que también pone en duda la integridad de los procesos internos. Las reacciones no se han hecho esperar, con varios sectores de la sociedad civil y políticos exigiendo más profundidad y sanciones ejemplares para los responsables.
Comparación con el caso de la UNGRD
Al comparar este escándalo con el de la UNGRD, se observa un patrón similar de abuso de poder corrupción. En ambos casos, se han utilizado recursos públicos para fines personales o ilegales, afectando la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. Sin embargo, estos graves casos, añaden una capa adicional a los tantos controvertidos casos de deshonestidad en Colombia.
/CaracolRadio